ENFOQUE
“Mi universidad ha sido la bicicleta”: Rigoberto Urán
Este sábado en la Feria del Libro de Medellín se lanza Rigo, el libro escrito por Andrés López López. SEMANA habló con Rigoberto Urán sobre su participación en este proyecto editorial. Afirmó que es importante perdonar para poder vivir.
SEMANA: ¿Cómo surgió la idea de escribir un libro sobre usted? Y ahora que lo tiene en las manos, ¿qué opina de este y de la labor de Andrés López López como escritor?
Rigoberto Urán: Con el escritor tengo una gran amistad y ya veníamos con la idea, porque, según él, a la gente le gustaba mucho mi historia. Yo no quería que fuera un libro de ciclismo; quería dejar un legado y decir las cosas que he vivido desde mi niñez, sin generar lástima, porque eso no me gusta. Entonces, le conté muchas vainas a él, llamamos amigos y salieron otras más de las que no me acordaba. Leyendo el libro una de las cosas que incluso me sacó lágrimas fue recordar que después de ganar la medalla en los Olímpicos fui al cementerio donde está mi padre y le dije “Viejo, lo logramos”. Leer el libro fue como trasladarse en el tiempo y volver a vivirlo. De Rigo se saben algunas cosas, soy un hombre reservado, pero en el libro están todas.
SEMANA: El autor del libro tiene un pasado que, pese a cumplir la condena, todavía muchos no le perdonan. ¿Cómo es su relación con él y qué opina de los prejuicios que existen de él por su pasado?
R.U.: A Andrés lo conocí hace cinco años y vi a una persona totalmente diferente. Las personas siempre cambian y hay que darles oportunidades. Por ejemplo, yo no puedo vivir con el rencor por los que asesinaron a mi padre, porque no viviría feliz. Tenemos que aprender a perdonar. Yo lo conocí por la bicicleta, porque es triatleta, es un deportista que no tiene nada que ver con las cosas por las que lo conocieron en otros tiempos.
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SEMANA: En esa medida, ¿el libro es un llamado a resaltar el valor de la reconciliación?
R.U.: Aquí se habla del perdón porque imagínese uno ser niño y que un grupo armado le arrebate la felicidad. Cuando viví en Urrao, me tocó ver muchas cosas cuando trabajaba en una chiva que iba por las veredas; yo tengo familiares que fueron desplazados, amigos que perdieron sus casas y tenemos una historia en el país de mucho rencor. Yo sé que es difícil perdonar, pero la vida continúa. Gracias a lo que viví aprendí muchas cosas que hoy agradezco. Soy otra persona, tengo mi empresa y soy un deportista que la gente ama como persona. También he aprendido a no juzgar, porque nadie sabe qué hay detrás de una persona.
SEMANA: ¿Cómo han cambiado el ciclismo y usted desde que empezó en Urrao hasta ahora que es líder en uno de los equipos más importantes del World Tour?
R.U.: El ciclismo ha cambiado mucho, pero uno siempre debe tener pasión y respeto. La forma de entrenar no es la misma, así como la ropa, las bicicletas... El nivel está creciendo mucho, porque los jóvenes tienen todo el seguimiento. Cuando llegué a Europa en 2006, tardé casi tres años en adaptarme, y, cuando corrí el primer Tour de Francia, éramos dos colombianos, hoy somos diez. Yo soy el colombiano que soy gracias al deporte; mi universidad ha sido la bicicleta, ahí aprendí a trabajar en equipo, a levantarme después de caer e incluso a ayudar a un rival.
SEMANA: Usted tiene un estilo particular a la hora de hablar ante los medios. ¿Es consciente de eso y lo trabaja como marca o es algo espontáneo?
R.U.: Yo no he trabajado nada, cada persona es una identidad, siempre he dicho que debemos ser originales. Cuando uno es original, puede penetrar muchas clases sociales. Lo que tiene Rigo es que está en todas partes, con los más ricos y los menos ricos. Cuando hay algo preparado, eso se ve. Hay que ser espontáneo, gracias a eso mucha gente me quiere no solamente por deportista, sino porque quieren a Rigo, a la persona. Eso es de las cosas más grandes que me ha dejado el ciclismo y vivo eternamente agradecido.