Ariel Montenegro, presidente de Renault-Sofasa, habló sobre la competitividad del sector y la importancia de tener seguridad jurídica. | Foto: sofasa

Vehículos

“Necesitamos reglas claras”, asegura el presidente de Renault-Sofasa, Ariel Montenegro

El presidente de Renault-Sofasa, Ariel Montenegro, se refirió a la importancia de tener seguridad jurídica para el desarrollo de la industria automotriz en Colombia. También explicó cómo ha sido renovar exportaciones a Venezuela y las dificultades que afectan el mercado en ese país.

Redacción Vehículos
28 de septiembre de 2024

SEMANA: El Gobierno quiere aumentar del 5 por ciento al 19 por ciento el IVA para los vehículos híbridos. ¿Cómo ve este movimiento que se ha generado por cuenta de la ley de financiamiento?

Ariel Montenegro: Lo que necesitamos son reglas claras, porque traer un producto lleva tiempo, lleva adaptación. Si lo queremos ofrecer de forma competitiva y bien adaptada al mercado, lleva su tiempo de desarrollo, y esta no es una industria tan ágil, son bienes complejos. Por eso las reglas deben ser claras y deben tener seguridad jurídica, que permanezca en el tiempo, y no solamente un decreto que pueda cambiar con el próximo Gobierno.

SEMANA: ¿Es necesaria para la industria esta diferenciación que plantea el Gobierno sobre los carros híbridos?

A.M.: Hay mucha discusión hoy por la ley de financiamiento y sobre el IVA. Nuestra posición es bastante neutral sobre el tema. Neutral porque sí estamos convencidos de que tiene que haber una diferenciación mayor entre los vehículos híbridos y eléctricos. ¿Por qué? Porque el impacto medioambiental es distinto y el costo de producción de uno y de otro es distinto. Entonces, cuando hablamos de que los incentivos son los que movilizan ese camino de la transición, deben ser diferentes entre un vehículo híbrido, que tal vez tiene un sobrecosto de producción entre 15 y 40 por ciento, a un vehículo eléctrico, que tiene un sobrecosto de producción del 50 al 70 por ciento respecto a un vehículo de gasolina.

Carro electrico
Las discusiones sobre las normativas entre los carros híbridos y eléctricos continúan. | Foto: Getty Images

SEMANA: ¿Cómo debe moverse la industria teniendo en cuenta este panorama?

A.M.: Al final, lo que rige nuestra industria son las reglas de juego, las reglas económicas para que el comercio se pueda dar. (...) Si la política de Colombia es apostar por el vehículo híbrido y no por el eléctrico, pues adoptaremos el portafolio. Si es más hacia el eléctrico, iremos más hacia el eléctrico, que es una política como la europea, pero lo que necesitamos son reglas claras.

SEMANA: En medio de estos últimos años de contracción en el mercado, Sofasa decidió reactivar sus exportaciones a Venezuela. ¿Cómo se está comportando el sector en ese país?

A.M.: Para nosotros, naturalmente, nuestros países vecinos son clientes de la producción de la planta de Envigado; Ecuador y Venezuela han sido históricamente nuestros clientes. Cuando vimos una reactivación del mercado, en 2022, empezamos a revisar bajo qué condiciones podríamos volver a ese mercado, pero sigue siendo un mercado muy pequeño, muy incipiente.

SEMANA: ¿De cuántas unidades estamos hablando?

A.M.: Para dar una idea comparativa: en el año 2008, el mercado de Venezuela fue de más de 500.000 vehículos, cerca de unas 520.000 unidades vendidas; en aquel momento, tres veces el mercado de Colombia. En el año 2021, fue de 1.000 unidades; en el 2022, fue de 2.000 unidades; en el año 2023, fue un poco más de 4.000, casi 4.500 unidades, y se estima que este año termine cercano a las 7.000. La tasa de crecimiento es importante, casi se multiplica por dos cada año, pero parte de una base muy incipiente; es un mercado más chico que Chía, en Cundinamarca.

SEMANA: ¿Cuáles son las principales dificultades que ha identificado en el mercado venezolano?

A.M.: Tiene muchas trabas, y todavía hay muchas dificultades para que el mercado repunte. La principal es el sistema financiero; los préstamos son difíciles, los bancos tienen un nivel de encaje bancario muy elevado, entonces, eso les genera dificultades para otorgar préstamos. Además, los ingresos, si bien han venido recuperándose, incluso en moneda dura (dólar), todavía tienen un ingreso PIB percápita bastante contraído, con lo cual no todo el mundo puede acceder a la renovación que quieren. El parque automotor se está envejeciendo.