Enfoque
Se busca a Motas: el “bebe perruno” de una familia bogotana
Han pasado 16 días desde la última vez que fue visto cerca de su hogar.
El pasado 17 de octubre, motas fue reportado como perdido, cuando por un descuido, al dejar abierta la puerta de la casa en donde se encontraba, este salió corriendo a la calle y fue correteado hasta que se le perdió el rastro, dejando un gran vacío en su casa, donde lo consideraban miembro de la familia.
Al parecer, ese mismo día habría sido dejado bajo los cuidados de una familiar de la dueña, que precisamente vivía en el mismo barrio y que, por lo tanto, era considerada una persona de confianza para encargar a la pequeña mascota de pelo blanco y tres años de edad.
Sin embargo, sin que se dieran cuenta, este salió corriendo hasta llegar a su hogar, en donde, por cuestiones personales, no se encontraba nadie, situación de la que se percataron los vecinos, que en el afán de cuidarlo del peligro de estar solo en la calle, lo corretearon hasta un parque ubicado en la zona, en donde finalmente le perdieron la huella.
Hasta el momento nadie ha brindado información sobre su paradero ni se han comunicado con los números que se han colocado a disposición en caso de verlo, lo cual ha colocado en una situación bastante difícil a su familia que le guardaba un gran aprecio e incluso lo trataban como si fuera un hijo.
Según cuenta la dueña de Motas, Jessica Cristancho, en días anteriores le habían comprado una placa de identificación, que sirve principalmente para estos casos y el día anterior a su perdida decidieron esperar para colocársela al otro día, por lo que la única prenda que llevaba puesta la mascota en el momento era un pañuelo azul al rededor de su cuello.
“Es nuestro hijo perruno, yo le llevaba hasta pañalera y todo porque es mi hijo, hasta mi suegra me molestaba y me decía ‘él es tu hijo y tiene pañalera’, ahí llevaba una pelotita, pañuelitos, la correcta para que me lo sacan, galletas. No el bebé mío, porque yo decía para qué hijos, yo ya tengo mi perro”, señala Cristancho quien además manifiesta sentirse decaída frente al tema.
Motas llegó a la vida de su dueña, luego de que fuera rescatad poco después en una finca, donde no le daban ninguno de los cuidados necesarios y, por tanto, se encontraba en una situación de vulnerabilidad, por lo que Jessica y su hermana decidieron adoptar a los dos cachorros de la camada, para poder darles todas las atenciones y por supuesto cariño necesario.
En la actualidad las personas comienzan a tomar cada vez más consciencia sobre la responsabilidad que conlleva tener una mascota en sus hogares, puesto que el cuidar de un animal de compañía no significa solo suplirle sus necesidades físicas, sino también brindarle afecto y atención, de hecho en algunas ocasiones las personas tienden a considerarlos otro miembro más de la familia y llegan incluso a celebrarles sus cumpleaños en señal de cariño, como lo harían con cualquier otro miembro de su núcleo.
Es importante recordar que en caso de identificar a una mascota perdida, lo esencial es no corretearlo ni llamarlo, puesto que podría asustarse y llevarle a que vuelva a perderse su rastro, lo ideal sería llamar directamente a sus dueños, enviar una foto o video y no perder de vista al animal.