ENFOQUE
“Sería un error volver al modelo del Seguro Social”, asegura Gustavo Quintero
El decano de la Escuela de Medicina de la Universidad del Rosario, tiene varias preocupaciones frente a la reforma a la salud del Gobierno Petro y cree que no tendrá futuro en el Congreso.
SEMANA: ¿Cuál es su opinión sobre la reforma a la salud?
GUSTAVO QUINTERO: El proyecto, más que una reforma, es una transformación completa del sistema de salud. Esto no se trata de arreglar algunas cosas, sino de una refundación del sistema de salud. De hecho, cambia el modelo de aseguramiento por otro tipo de modelo, es una propuesta ambiciosa que toca muchos aspectos y tiene demasiadas dificultades en su implementación.
El poder que adquiere la Adres y la Nueva EPS, casi que juntándolos, conforman un nuevo Instituto del Seguro Social, como el que existió hace más de 30 años. Esto tiene una experiencia que no se puede olvidar y que a uno le daría miedo que se volviera repetir. No están claros los planes de financiamiento de una empresa de esta magnitud, y si uno mira al final de los 152 artículos, encuentra que todo está sujeto a que haya un Presupuesto General de la Nación para esos costos que requiere la financiación y que estén en el Marco Fiscal de Mediano Plazo. Lo que dice es que no hay plata y que todo se hará si hay plata.
SEMANA: Han pasado muchos años. ¿Volver al Seguro Social no es un error?
G.Q.: Por supuesto, hay muchos temas por corregir en la salud, pero sería un error volver al modelo del Seguro Social. Ahora, tiene otro problema y es que fragmenta la atención y la gobernabilidad, que con una reforma o transformación como esta requiere billones de pesos para su implementación. Deja abiertos los territorios en los cuales la corrupción puede aflorar. La reforma tiene otro aspecto que me preocupa y es la transición, porque no hay claramente definido un periodo de transición, eso desestabiliza el sistema, fragmenta la atención, angustia a los usuarios y crea incertidumbre.
SEMANA: Cuando habla de corrupción, ¿es porque los alcaldes y gobernadores tendrían manejo en la salud?
G.Q.: Sí, hay muchos actores que entran a participar en la asignación de recursos, de gobernanza de los recursos a nivel municipal, regional y territorial. Cuando eso ocurre, si no se tiene un sistema de control estricto, pues es un terreno abonado para que florezca la corrupción, como hemos visto en tantos proyectos de menor cuantía.
SEMANA: ¿Qué pasará finalmente con las EPS?
G.Q.: Yo creo que las EPS se acaban, no creo que puedan apuntársele a un negocio en el cual quedan reducidas a tres líneas que tiene la reforma en referencia a ellas, que es básicamente manejar los Centros de Atención Primaria en los territorios, auditar cuando se les pida y prestar servicios de sistemas de información. Quedan reducidas a su más mínima expresión.
El problema de no tener una fecha de transición es que se van a ir acabando sin darnos cuenta, y todos los que se nutren hoy día de los servicios de las EPS van a quedar en el peor de los mundos. Las EPS no están diseñadas para funcionar en un modelo de salud pública. Otro punto que me preocupa son las funciones extraordinarias que solicitan para el presidente de la república, porque son genéricas, amplias y por seis meses. Con los superpoderes uno sabe dónde empiezan, pero no dónde terminan.
SEMANA: ¿Y qué pasará con las prepagadas?
G.Q.: Va a estimular dos clases de servicios de salud en Colombia, la de los ricos que pueden pagar una medicina prepagada y la de los otros que tienen que volver al sistema de salud pública. Va a crear ese mercado abultado de salud de un nivel versus las que tienen que someterse a lo público. La pandemia nos demostró que si algo funciona es el sistema de salud. Ahí se demostró una equidad inmensa y pudimos atender al sistema sin haber pagado un peso y manejar pacientes con el mismo rasero. Eso será una estratificación social dolorosa.
SEMANA: ¿El Gobierno Petro se está equivocando con esta reforma?
G.Q.: Se está equivocando en acabar lo que hay y no procurar más bien complementar lo que falta. Los sistemas de salud son imperfectos y hay que mejorarlos, pero en este momento uno podría mejorar el sistema. Eliminar las EPS no es la solución. Creo que se han equivocado terriblemente en manejar dos frentes, que no son complementarios, sino regresivos. Esa regresividad de la salud es algo que seguramente la Corte Constitucional va a castigar muy severamente.
SEMANA: La reforma ya está en manos del Congreso, pero allí no hay más de diez médicos, tienen otras profesiones y no conocen el sistema de salud. ¿Eso es preocupante?
G.Q.: Estamos en manos del Congreso y después, posiblemente, en manos de la Corte Constitucional. El Congreso nos ha escuchado, nos ha llamado para que expliquemos y eso me parece interesante, porque si ellos no saben, están tocando las puertas de las entidades que saben y se les puede explicar, eso es positivo. Veo al Congreso interesado por obtener información experta y eso me lleva a pensar que pueden tomar una decisión honrada con las necesidades de la población colombiana.
SEMANA: ¿Cree que esta reforma tendrá futuro?
G.Q.: Creo que terminará en nada, esta transformación va a terminar desafortunadamente mal, porque Colombia merece una reforma al sistema de salud. Lamento mucho que se pierda esta oportunidad otra vez. Sería la segunda o tercera vez que fracasa una propuesta de reforma a la salud. Yo creo que esta reforma a la salud va a fracasar, auguro poco éxito en el Congreso y, si pasa del Congreso, le auguro menos éxito en la Corte Constitucional.