SEMANA: Se va a la política para representar a los músicos. ¿Ellos qué necesitan?
JULIO ESTRADA: Un músico no tiene muchas garantías. Cuando quiere comprar un carro o sacar una visa, le preguntan por su trabajo y su salario. Y muchos no tienen ni lo uno ni lo otro. Conozco la música hace 48 años, y en este país no existe la idea de defender las artes. Además, nos hemos vuelto esnobistas. ¡Les pedimos a los Gaiteros de san Jacinto que hagan sonidos de vanguardia!
SEMANA: Pero hay agrupaciones gremiales que representan a los músicos…
J.E.: Hay dos, pero solo reciben regalías y no nos promueven. El músico no conoce sus derechos y su tradición no se enseña. También necesitamos difusión. Nuestro espacio es muy reducido si lo comparamos con el deporte.
SEMANA: ¿Los colombianos son conscientes del poder de la música nacional?
J.E.: La reconocen, pero no la promueven. Si quieres acabar una fiesta, tú pones un bambuco para que la gente se vaya. Es como el tipo que mira a todas las vecinas y no ve que su mujer es muy bonita.
SEMANA: Las maquinarias políticas son complejas. ¿Por qué cree que podrá moverlas?
J.E.: Puse a sonar la salsa en un país que era muy cerrado. Ahora quiero que la gente mire al artista de manera diferente y le dé dignidad.
SEMANA: Muchos han salido maltrechos de la política. ¿No teme terminar igual?
J.E.: En las redes sociales he recibido el apoyo de gente que sabe que lo mío es la honestidad. No le temo al fracaso. Yo hice más de 8.000 canciones con todo tipo de artistas. Tengo la valentía suficiente para enfrentarme a quienes se aprovechan de los músicos.
SEMANA: ¿No cree que una canción cuya letra todo el mundo se sabe es más influyente que el discurso de un senador?
J.E.: La música es liberadora, pero el músico debe participar en política para luchar por lo suyo. De lo contrario, lo que pasa al final de tu carrera es que estás sin plata. El mejor ejemplo es Wilson Chopenera, el compositor de La pollera colorá, que murió en la pobreza. Solo desde el Senado uno puede hacer algo como lo que se hizo en México en la época de Jorge Negrete: montaron un sindicato de músicos y fortalecieron el respeto por la música nacional.
SEMANA: ¿Hay algún artista-político que lo inspire?
J.E.: El maestro Rubén Blades, que fue ministro en Panamá y es mi amigo. Su lección fue llevar a la política la filosofía y el sufrimiento de muchos panameños.
SEMANA: ¿Este es su retiro de la música?
J.E.: No. Yo puedo interpretar y estar en el Senado.