ENTREVISTA

"España perdió la guerra para vivir la democracia": Almudena Grandes

Para la escritora española, sólo hubo una gran batalla durante el franquismo: la de la resistir. La autora de 'Inés y la alegría' estuvo en Colombia y habló con Semana.com sobre la posguerra española.

4 de marzo de 2011
La escritora española visitó Colombia para presentar la primera novela de las seis obras de su proyecto 'Episodios de una guerra interminable'. Se trata del primer paso de esa saga: 'Inés y la alegría'.

Las novelas de la escritora española, oriunda de Madrid, Almudena Grandes, levantan las capas endurecidas del olvido de los lectores, a quienes les habla en sus historias sobre la Guerra Civil Española, la posguerra y la dictadura de Franco.

Grandes visitó Colombia para presentar la primera novela de las seis obras de su proyecto ‘Episodios de una guerra interminable’. Se trata del primer paso de esa saga: ‘Inés y la alegría’, una historia que traslada al lector a un capítulo desconocido en la historia de España: la invasión del ejército de la Unión Nacional Española en el Valle de Arán, en el Pirineo de Lérida.

La historiadora narra, a través de personajes reales y de ficción, cómo hombres y mujeres lucharon por unas convicciones e ideales contra el franquismo, sin dejar de reconocer las fallas de quienes protagonizaron la resistencia. Grandes acepta que la sociedad española debió perder la guerra para que ahora goce de una democracia parlamentaria.

Semana.com: La eliminación total del otro fue la tarea del franquismo, y por eso fue más feroz la posguerra que la guerra. ¿Por qué decidió escribir sobre la posguerra?

Almudena Grandes: ‘El corazón helado’ es una novela de la memoria y no de la historia, los protagonistas viven en el 2005 y descubren el pasado de su familia mirando hacia atrás. El núcleo central es la guerra. Es decir, mi novela sobre la guerra ya la escribí. Me interesé entonces en contar sobre los 25 años de la posguerra desde el punto de vista de la resistencia antifranquista. Es un tema especialmente olvidado, y ahora vivimos en una época en la que podemos enfrentar esa historia.

Semana.com: ¿Por qué considera justo rescatar esos episodios?

A.G.: Para decirle al lector español: “mira, aunque tú no te hagas la idea, hubo mucha gente que se jugó la vida por ti”. Porque la democracia española actual es el triunfo de nuestros abuelos, ellos perdieron la guerra, pero nosotros hemos conseguido vivir en un mundo mejor.

Semana.com: ¿Por qué no prosperó la resistencia armada que hubo luego de la guerra?
A.G: La guerrilla fracasó porque el sentido que tenía era reclamar a los aliados y decirles: ‘Aquí estamos para cuando quieran venir a quitar a este fascista del poder’. Pero los aliados nunca llegaron…

Semana.com: Los aliados nunca llegaron. De hecho, Francia, Inglaterra y Estados Unidos dieron la espalda a la República…

A.G.: Es una realidad oculta. En España cada vez queda más claro que para que Franco hiciera la guerra fue mucho más importante el Comité de Intervención de Londres que la ayuda de Roma y Berlín. El Comité embargó el dinero de la República y de alguna manera decidió lo demás. Además, el Comité nunca impidió que Alemania e Italia ayudaran a Franco.

Semana.com: ¿Por qué se perdió la guerra?

A.G.: Por muchas razones. En la República nunca llegó a haber las mismas disciplina y unidad que había en el mando franquista. La guerra civil empieza cuando fracasa el golpe de Estado y los gobernadores arman a los pueblos de las provincias. Las organizaciones sindicales y políticas en España eran potentísimas y organizaron sus propios ejércitos...

Semana.com: Pero hubo profundas divisiones entre diversos sectores. Eso aceleró la derrota…

A.G.: Una de las causas para que la República no ganara la guerra es que no se montó un ejército en el 37 como Dios manda. Ya había caído el frente norte y los franquistas se habían tomado Málaga. Algunas organizaciones no querían entran en un ejército profesional y fueron evidentes las divisiones entre los republicanos. Había una polémica gordísima que parecía una tontería, pero que en aquel momento era muy importante: los comunistas eran capaces de sacrificarlo todo para la ganar la guerra, y los anarquistas decían que debían hacer la revolución y la guerra al mismo tiempo.

Semana.com: ¿Qué hecho sentenció la guerra?

A.G: La actuación de las potencias democráticas, el hecho de que no ayudaran. Estudios de historiadores contemporáneos, que se basan en los diarios de ese tiempo, dicen que si no hubiera habido un bloqueo republicano, un embargo, la guerra hubiera durado seis meses.

Semana.com: Sin embargo, hay quienes vaticinaron desde un principio que la República perdería la guerra…

A.G.:
Algunos sobrevivientes sumamente inteligentes, como Francisco Ayala, un escritor que luego de exiliarse murió con 103 años, me dijo que a los tres meses de que empezara la guerra, él ya sabía que la íbamos a perder. Daba igual tener la razón, tener más gente y más territorio, mientras el enemigo se armaba y la República no lo hacía. Aunque es verdad que el Ejército Popular tenía muchos más soldados, la mayoría de los oficiales se sublevaron, estaban del lado de Franco. El nuestro era un ejército sin oficiales.

Semana.com: ¿Se podría decir que, no obstante lo que pasó, la guerra no se perdió si uno se atiene a lo que es la España de hoy?

A.G.: Es impresionante. El franquismo nos hizo la vida imposible durante 37 años para imponer su estilo de vida. Pero de ese intento no queda rastro. No hablo de monumentos o placas. Hablo de que hoy, la vida de la República es lo que más se parece a la vida de las actuales generaciones. Después de tantos años, España es una democracia parlamentaria.

Semana.com: Tenemos entonces que retomar lo que dijo Miguel de Unamuno en la Universidad de Salamanca, mientras los militares gritaban “¡viva la muerte, abajo la inteligencia!”

A.G.:
Sí…“Vencieron pero no convencieron”.

Semana.com: Defina a algunos de los protagonista de la Guerra… Buenaventura Durruti…

A.G.: Valiente pero muy bruto.

Semana.com: El Campesino…

A.G: No era valiente y era muy bruto.

Semana.com: Manuel Azaña…

A.G. Gran intelectual y un excelente hombre de Estado para la Paz.

Semana.com: Franco…

A.G.: Un dictador sanguinario, es el más fácil de definir.

Semana.com: Antonio Machado…

A.G.: Poeta nacional.

Semana.com: Miguel Hernández…

A.G: Poeta combativo, conmovedor y con mala suerte.

Semana.com: Dolores Ibarruri, la Pasionaria…

A.G.: La mujer más importante de España del siglo XX. Un animal político de primer orden.

Semana.com: Juan Negrín…

A.G: El gran hombre de Estado del siglo XX.