Sophie Turner, quien interpreta a Sansa Stark en GoT, confesó que sufre de depresión

Varios de los actores de Game of Thrones han crecido con la serie: pasaron de ser niños a jóvenes reconocidos en todo el mundo de un momento a otro. Una de ellas es Sophie Turner, la actriz que interpreta a Sansa Stark, la dama de Invernalia, quien ha declarado recientemente que las criticas que recibía en las redes sociales por temas relacionados con su aspecto físico y la interpretación del personaje la llevaron a deprimirse y pensar en el suicidio.

La mujer, que ahora tiene 23 años pero que cuando empezó en el trabajo tenía 15, confesó en el programa Phil in the Blanks: “Empecé a creérmelo. Me decía a mi misma, ‘Sí, tengo granos, estoy gorda y soy mala actriz‘. Me lo creía”. Y es que la presión de los fanáticos y de los llamados haters puede salirse de control, y debe ser difícil de procesar, más en los años de la adolescencia.

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"He sufrido depresión desde hace cinco o seis años. El mayor reto para mí es salir de la cama y salir de casa (…) Solía pensar mucho en el suicidio cuando era más joven. La verdad es que no sé por qué. Quizá sólo sea una fascinación extraña que solía tener, pero sí, lo pensaba. No creo que nunca lo hubiera intentado. No lo sé", ha añadido Sophie Turner en su entrevista más sincera”, dijo Turner

Debido a esta depresión, Turner aseguró que se tomará un descanso cuando termine Game of Thrones, pues además ha estado en otras super producciones como X-Men, la película basada en los cómics de Marvel y donde interpreta a uno de los personajes principales: Jean Grey.

Y es que además de los malos comentarios, la mujer aseguró que ver que sus amigos iban a la universidad y además salían de fiesta mientras ella solo trabajaba la afectó: “Solo lloraba y lloraba y pensaba: ‘No puedo salir. No quiero hacer nada”.