Una formación integral

Su día comienza a las cuatro de la mañana. Con la convicción de que podrá sortear las circunstancias que se le presenten a lo largo de la jornada, María le preparara el desayuno a su familia. Después de estas y otras labores domésticas, se alista para llegar a tiempo –a las 6:30 a.m.- al parque de Restrepo, Valle del Cauca donde espera el bus que la llevará hasta su lugar de trabajo: los Laboratorios del Programa de Protección Fitosanitaria en el Vivero Forestal Rancho Grande.

Desde las siete en punto da inicio a sus funciones como Asistente en Entomología Forestal: se encarga de la alimentación y el mantenimiento de los insectos, coordina actividades de Protección Fitosanitaria, participa en la realización de estudios de biología y ecología y trabaja en métodos de prevención y control de insectos de plagas forestales. Alrededor de las cinco o seis de la tarde (según el horario determinado por la empresa contratista FORCOL LTDA), regresa a su casa para compartir con su hija y dedicarse a otro tipo de actividades como tejer o fabricar artesanías.

Al hacer una retrospectiva de su vida, María tiene algo claro: su carrera profesional se la debe a la oportunidad que tuvo de realizar sus estudios en el Instituto Técnico Agropecuario y Forestal de El Tambo, fundado por la División Forestal de Smurfit Kappa Cartón de Colombia en conjunto con la Fundación de la Compañía, hace aproximadamente 27 años.

A pesar de que su padre ayudó en la construcción del Instituto, inicialmente no estuvo dentro de sus planes matricular allí a María ya que en ese entonces el colegio manejaba un sistema de internado. En esa época, ella estudiaba en una escuela ubicada en Chisquio, a dos horas de su casa y al que tenía que desplazarse diariamente a caballo.

Corría 1994 cuando el ITAF dejó de ser un internado y María comenzó a estudiar ahí. Ingresó a séptimo grado y desde allí hasta el momento de su graduación, se destacó por su excelente desempeño académico. Obtuvo varias becas como recompensa a su esfuerzo diario. Pero, la historia no termina allí.

En 1997, entró a estudiar Ecología en la Fundación Universitaria de Popayán, gracias a que en el ITAF obtuvo la beca que ofrece Smurfit Kappa Cartón de Colombia por la excelencia académica y luego, ganó en tercer semestre otra beca otorgada por la Universidad. A lo largo de su carrera fue monitora en el Herbario, trabajó en la Facultad de Ingeniería Industrial y fue miembro de un grupo de investigaciones ecológicas.

Pero fue su tesis lo que le abrió un espacio en la Compañía. Se la presentó al Ingeniero Héctor Fabio Calderón, que en esa época era el gerente de Cartón de Colombia de Popayán. Le gustó tanto la idea que la puso en práctica en la finca Carpinterías en El Tambo (Cauca) y en el Laboratorio de Entomología en Restrepo, Valle.

En 2003, ya cuando se encontraba en la etapa final del desarrollo de su tesis, conoció a Carlos Alberto Rodas, jefe del programa de control fitosanitario del proyecto forestal de Smurfit Kappa Cartón de Colombia, quien le dio la oportunidad de trabajar a su lado. Hoy, María considera al Rodas como un maestro que la ha guiado en su camino profesional.

Para ella, los ITAF representan una gran oportunidad que permite a las personas de bajos recursos  ingresar a la universidad algo que de otra forma no podrían considerar. Por eso se siente profundamente agradecida con la Fundación Smurfit Cartón de Colombia y la División Forestal. “Soy profesional, y esto me ha permitido mejorar mi calidad de vida y la de mi familia. Me siento muy orgullosa de lo que he aprendido en todos estos años y de la contribución para que nuestras plantaciones permanezcan sanas”.