Educación en pandemia, ¿qué hubiéramos hecho sin la virtualidad?
Los avances tecnológicos fueron clave para que millones de estudiantes no desertaran. El país y la región siguen teniendo muchos retos.
Cuando la pandemia obligó a millones de personas en Colombia y el mundo a encerrarse en sus hogares para hacerle frente a la covid-19, pocos anticiparon que uno de los efectos colaterales más duros recaería sobre niños y jóvenes. No hay duda de que las cuarentenas, acá y en el resto del globo, fueron claves para que una parte de la población mundial no pereciera ante el coronavirus. Pero cuando este se controló por medio de normas de bioseguridad, apenas una parte de la población más joven pudo continuar con sus estudios.
Según Unicef, casi 60 por ciento de los menores en edad escolar de América Latina perdió el año lectivo. Y más de 100.000 estudiantes se retiraron de sus procesos formativos, de acuerdo con el Sistema de Matrículas Estudiantil. Aunque se trata de cifras elevadas, pudieron ser peores por cuenta de la pandemia. En este punto fue clave el despliegue de los Gobiernos, para que la mayor cantidad de niños y jóvenes se mantuviera al día con sus clases.
Pero también lo fue el desarrollo de los avances tecnológicos que tiene el mundo. “Gracias a la masificación de la conectividad sobre la base de internet y el incremento de dispositivos digitales más accesibles, las políticas han redirigido sus esfuerzos a la formación de habilidades digitales de las y los estudiantes”, dice un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Para la mayoría de niños matriculados de colegios privados la afectación del proceso educativo fue menor del que enfrentaron los de colegios públicos o quienes viven en zonas rurales. Allí las dificultades para acceder a internet y a los dispositivos electrónicos fueron enormes. El observatorio de educación de la Universidad Javeriana estima en 80 por ciento los matriculados en colegios públicos.Esto ha puesto el foco en la urgencia de mejorar las políticas públicas en materia de tecnología.
La Cepal señala que el acceso a internet sigue siendo un lujo para más de la mitad de ciudadanos en América Latina. Sobre todo aquellos que viven en el campo.
Para avanzar en el cierre de brechas, el Gobierno colombiano ya adjudicó contratos para conectar este año a 10.000 colegios en las zonas más apartadas del país. Y ya se licitaron nuevas franjas de espectro, luego de varios años en que no se avanzara en estos frentes.
Haberlo hecho es un paso firme hacia la reducción de la brecha digital. Y cae como anillo al dedo, ahora que la covid-19 seguirá existiendo en Colombia y el mundo. Si bien en algún momento se espera que los colegios retomen las clases presenciales al ciento por ciento, la virtualidad llegó para quedarse. Y ahora más que nunca la tecnología se convierte en un complemento clave en los procesos de formación. La meta es que todos, no solo unos pocos, puedan sacarle provecho.