El teatro permite a la juventud superar el escenario del conflicto
Jóvenes de la conflictiva región del Urabá encontraron en la cultura una fórmula para facilitar el encuentro, la expresión y la reflexión de la comunidad, sin ignorar el dolor y los impactos causados por el conflicto armado.
Arte que reconcilia
Jóvenes de la conflictiva región del Urabá encontraron en la cultura una fórmula para facilitar el encuentro, la expresión y la reflexión de la comunidad, sin ignorar el dolor y los impactos causados por el conflicto armado.
La voz de la abuela retumbó en el recinto y silenció a los espectadores que asistían a la obra de teatro Érase una vez, Pueblo Bello, que narra la historia de una masacre que generó pánico, desolación e inseguridad en los habitantes del municipio de San José de Apartadó, en el Urabá antioqueño, en 1990.
La pieza, interpretada por actores de la Corporación Cultural Camaleón, fue creada para exorcizar parte de la memoria histórica que aún se cierne sobre el centro poblado más importante de la región, reconocido por su gran industria bananera. En casi toda su extensión de 607 km2 –que se divide en cuatro corregimientos: El Reposo, San José́ de Apartadó, Churidó, Puerto Girón y 57 veredas– empezaron a hacer presencia las guerrillas del EPL y las Farc en la década de los sesenta del siglo pasado, y desde entonces, con la expansión territorial de la industria bananera, se principiaron a producir desplazamientos de campesinos, asesinatos selectivos, disputas territoriales entre los insurgentes, represiones contra de los miembros del partido Unión Patriótica y el surgimiento de los sindicatos bananeros.
Para 1988, Apartadó se había convertido en uno de los municipios más violentos del país y la llegada paramilitar generó más violencia, evidenciada por ejemplo en la permanente militarización de las fincas y el desarrollo de una ola de masacres que causaron terror entre la población, como la de 20 obreros bananeros en las fincas Honduras y La Negra, o la de La Chinita, en enero de 1994.
Como lo registra el Centro Nacional de Memoria Histórica, entre 1983 y 2013 ocurrieron en Apartadó 71 masacres, de las cuales 47 –equivalentes al 66 por ciento– tuvieron lugar en la década de los noventa (El Espectador, 2020). Las Auc, por su parte, se consolidaron al crear tres bloques en la región: el Elmer Cárdenas, el Héroes de Tolová y el Bananero, que también mantuvieron el control del narcotráfico en la zona.
En un contexto en el que las amenazas provenían de diferentes grupos como las guerrillas, el Ejército y los grupos paramilitares, la población de San José de Apartadó, con apoyo de la iglesia católica, decidió declararse neutral y el 23 de marzo de 1997 “firmó la declaratoria que lo identificaba como la comunidad de paz de San José de Apartadó, un grupo de campesinos de diferentes veredas que querían estar por fuera del conflicto armado”. (Cinep, 2019)
Después del proceso de desmovilización de las AUC en el año 2006, emergieron grupos disidentes autodenominados Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) que, hasta hoy, continúan con el control territorial y con la comisión de hechos de violencia. “La presencia de la AGC en áreas rurales y urbanas del municipio se ha constituido en un hecho que incrementa el riesgo de que se produzcan contra la población civil, amenazas, confinamiento, reclutamiento forzado, utilización de niños, niñas, adolescentes y jóvenes; señalamientos, asesinatos y masacres”, señala Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo. (SAT, 2017)
Y en medio de esa situación, la experiencia de la Corporación Cultural Camaleón ha sido reconocida como modelo de convivencia ideal e instrumento de paz (El Espectador, 2018). “Es un espacio para dignificar la vida en comunidad”, afirma su fundadora, la maestra María Victoria Suaza.
Escena de la obra ‘La agonía del difunto’, de la Corporación Cultural Camaleón.
Ella la creó en 2001 como una empresa de arte, cultura y circulación de artistas y su primera obra teatral fue ‘Tierra del sol’, un montaje de 50 minutos sobre la vida de los trabajadores de las bananeras en donde se incluían, entre los personajes, a integrantes del paramilitarismo pero, a través de la puesta en escena, se llevaba un mensaje de paz y resistencia.
El desarrollo del arte y la cultura han permitido que los jóvenes que integran el proceso de formación de la corporación conozcan la historia de violencia de la región, pero también las oportunidades de paz y reconciliación que nacen desde el alma de las comunidades de Urabá y que les permiten apostar por la convivencia.
La ‘profe Vicky’, como le dicen a María Victoria, comenzó dictando talleres de títeres y ahora sus obras son reconocidas y premiadas a nivel internacional. Además, lidera el Festival de Títeres y Teatro Internacional que se celebra en la comuna Bernardo Jaramillo Ossa, en Apartadó. Otro espacio que prueba cómo la cultura sirve de antídoto contra la violencia.
Impacto positivo
Esta experiencia contribuye a fortalecer la participación de las y los jóvenes al brindarles espacio de encuentro, expresión y reflexión sin ignorar el dolor y los impactos causados por el conflicto armado. Para ello son fundamentales estrategias culturales como el teatro, la pintura y la danza, que garantizan ámbitos de promoción del diálogo, la reconciliación y la convivencia y previenen la manipulación de niñas, niños y jóvenes para actividades relacionadas con el conflicto armado.
Bajo la comprensión de la importancia de las y los jóvenes dentro de estos procesos, se motivan prácticas como el empoderamiento de los clubes juveniles denominado ‘Los Jóvenes no Somos una Amenaza’, con el que se busca dejar atrás la estigmatización hacia esta población.
El trabajo de la Corporación ha sido reconocido en diferentes ocasiones a nivel local, regional y nacional. Fueron, por ejemplo, ganadores del premio Antena de Oro al Mérito Cultural, así como el premio City al Mejor Emprendimiento Cultural 2019. También obtuvieron el galardón de Antioquia Vive el Teatro 2010-2015, y recibieron el premio a Iniciativas Comunitarias de la Gobernación de Antioquia 2015, así como el de Teatro Comunitario como Estrategia de Paz en 2018 y el premio al Aporte Comunitario a través del Arte, entre otros.
Aprendizajes en clave de convivencia y no repetición
La corporación promueve el diálogo y el aprendizaje de mecanismos para la resolución de conflictos como alternativa a la violencia que se vive en la región. Además, las actividades de teatro, fotografía, pintura, danza, zancos y títeres propician ‘entornos protectores’ y aportan a la prevención del reclutamiento forzado con campañas como ‘Mambrú no va a la guerra’.
Esta labor se fortalece a través de diferentes proyectos artísticos como:
- Estrategia de diálogo. Se convierte en un espacio de reunión entre las y los jóvenes para escucharse entre sí, teniendo el intercambio de saberes como premisa.
- Bazar comunitario. Consiste en trueques del barrio con los que se busca generar espacios de convivencia entre los miembros de la comunidad.
- Titiriteatro y obras teatrales. Abordan las historias de dolor en medio del conflicto, pero con mensajes de esperanza y alternativas para la reconstrucción del tejido social.
“Desde el arte, los jóvenes empezaron a encontrar una nueva posibilidad de expresarse en medio de la violencia. Y quienes definitivamente no querían entrar a ese conflicto armado, vieron en la cultura esa ‘Casa Segura’, ese hogar que les ayudaba y les daba seguridad. Es más, gracias a esta iniciativa, muchos jóvenes se salvaron de ir a la guerra”, manifiesta David Ramírez, miembro de la Corporación Cultural Camaleón.
En conclusión, incentivar y apoyar experiencias como la de la Corporación Cultural Camaleón promueve la reconstrucción del tejido social y recuperar la confianza de diversos sectores como los de pueblos étnicos, jóvenes, familias y personas mayores. De esta manera, se reivindica el rol del arte y la cultura en la sociedad.
Referencias
Cinep. 2019. Comunidad de paz de San José de Apartadó, 22 años de neutralidad ante el conflicto. Disponible en: https://bit.ly/36BR6Cg
El Espectador. 2018. Una nueva imagen para Urabá. Disponible en: https://bit.ly/36Akby6
El Espectador. 2020. Elvis Zuluaga, de testigo de la violencia contra la población LGBT a activista por sus derechos. Disponible en: https://bit.ly/2IaeltX
Fundación Ideas para la paz. 2017. Territorio, seguridad y violencias basadas en género en Apartadó. Disponible en: https://bit.ly/33Hwo26
Sistema de Alertas Tempranas – SAT. 2017. Informe de riesgo No. 035-17. Apartadó, Antioquia. Disponible en: https://bit.ly/37CTKac
Link asociado