Estas son las 5.000 empresas más grandes de Colombia | Ranking de Dinero
El consumo de los hogares se mantiene como el motor de las compañías en el país, permitiendo el desarrollo de nuevos gigantes y la consolidación de jugadores claves. Todo esto, mientras se comprometen con un nuevo contrato social. Radiografía de las grandes firmas colombianas.
Luego de superar la pandemia y los coletazos que dejó, así como los paros, los bloqueos y las protestas que paralizaron la actividad productiva, para las 5.000 empresas más grandes del país el año 2021 fue uno de los mejores de la historia reciente.
Los ingresos totales sumaron 1.400 billones de pesos, que representa un crecimiento del 31,3 por ciento frente a 2020, mientras que las utilidades netas alcanzaron los 129 billones de pesos, un crecimiento de 119,5 por ciento al compararse con el año inmediatamente anterior.
Por sectores, las firmas de servicios sumaron 409 billones de pesos en ingresos, el comercio llegó a 322 billones de pesos y la industria a 313 billones de pesos. Sin embargo, el que más creció fue el de transporte, con 106,7 por ciento.
Las utilidades netas más altas llegaron también por cuenta del sector de servicios, con 50,2 billones de pesos. Por su parte, el que tuvo el mayor incremento fue el de hidrocarburos, cuya cifra de utilidades netas alcanzó los 36,1 billones de pesos y su aumento frente a 2020 fue de 405,8 por ciento.
Las empresas ubicadas en la región central alcanzaron los mayores ingresos, con 824 billones de pesos, seguida de Antioquia y el Eje Cafetero, con cerca de 318 billones de pesos. Casi el 70 por ciento de las utilidades netas se registraron en la región central, con 89,5 billones de pesos.
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El motor
El consumo de los hogares fue el principal factor que impulsó el crecimiento de la economía. Un desempleo que ha venido cediendo, aunque todavía no llega a un dígito; unas remesas dinámicas que vienen creciendo año tras año y el aumento de los créditos han apalancado este consumo.
Si bien la evolución de la economía para muchos puede ser en gran parte ‘al debe’, también hay que resaltar que, por ahora, la cartera se mantiene sana y los pagos se siguen honrando.
En esta edición de las 5.000 empresas, además del ranking tradicional que se divide en los diferentes sectores y subsectores de la economía y muestra el comportamiento financiero de las empresas, se destacan tres capítulos fundamentales.
El primero, denominado nuevos gigantes. Si bien, en estos listados los focos de atención están puestos en las empresas más grandes, mediáticas y relevantes, otras compañías vienen destacándose por lo que representan en materia de productividades y eficiencia, reinvención de los negocios, crecimiento significativo de emprendimientos y hasta plataformas que ven a Colombia como un poderoso hub en la región.
El segundo, la estrategia de las empresas de consumo masivo, que en medio de dificultades lograron tener productos y servicios a tiempo y disponibles para atender una demanda creciente en el consumo.
Y el tercero, el nuevo contrato social. Aunque el país mantiene una dinámica de crecimiento por encima del promedio regional y las empresas han dado muestras y ejemplo de resiliencia, todavía persisten deudas sociales. Los niveles de pobreza siguen altos y la desigualdad y la informalidad son grandes retos.
Además, las expectativas de gran parte de la población en materia de trabajo, educación, salud y hasta pensiones aún no se han cumplido y es necesario replantear el modelo y ajustar ese contrato social, sobre un trípode que debe convertirse, como lo señala la consultora McKinsey, en un círculo virtuoso: crecimiento, inclusión y sostenibilidad.
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El panorama futuro
Para este año, las expectativas están en medio de una paradoja. El primer semestre tuvo un crecimiento de 10,5 por ciento, uno de los mejores en el mundo. Dos factores caracterizaron esta dinámica: por una parte, que la actividad económica siguió el impulso que traía del año pasado, cuando también se dio un crecimiento de doble dígito.
Y, por otra, que durante el segundo trimestre del año pasado se dieron los paros y bloqueos que golpearon la actividad productiva y, al compararse frente al mismo periodo de este año, hay un efecto rebote. Solo durante esos tres meses la economía creció más de 12 por ciento este año.
En ese sentido, para el segundo semestre, con bases comparables más parejas, se espera que la economía empiece una etapa en la que se estabilizará hasta llevar el crecimiento a niveles cercanos al 7 por ciento para final de año, una de las mejores cifras en el mundo, mientras soplan con fuerza vientos de recesión en Estados Unidos, China y algunos países europeos. Sin embargo, para el año entrante, la estimación del crecimiento de Colombia estará entre 2 y 3 por ciento.
La guerra entre Rusia y Ucrania se ha convertido en uno de los principales factores de desestabilización en las economías, impactando los precios y los suministros, en especial de gas, petróleo, fertilizantes y alimentos como el trigo, el maíz y los aceites.
El tema de los precios para Colombia se está convirtiendo en la principal amenaza. De acuerdo con las cifras del Dane, para agosto, el Índice de Precios al Consumidor registró una variación anual de 10,84 por ciento, en comparación con agosto de 2021, una cifra no vista desde abril de 1999.
El resultado general estuvo muy por encima de lo esperado. Según la encuesta de expectativas de analistas económicos que recopila el Banco de la República y citada por el Dane, en promedio se estimaba una variación anual de 10,02 por ciento, pero llegó a 10,84 por ciento. Para agosto, el resultado mensual aguardado era de 0,54 por ciento en promedio, pero registró 1,02 por ciento, casi el doble. Cálculos de Anif establecen que por primera vez desde 1999 se registra en dos meses consecutivos una inflación anual de dos dígitos.
Lejos de encontrar su techo, la inflación podría intensificarse en los próximos meses por factores que aún no han registrado un impacto total en los precios.
Uno de ellos es la volatilidad en la cotización del dólar, que generará nuevas tensiones en productos y materias primas importados. Pero, además, a ese valor se indexan costos como, por ejemplo, el gas.
También hay otros factores que preocupan. El clima es uno de ellos y se espera que en los próximos meses el invierno siga impactando el precio de los alimentos, no solo en su producción, sino también en su logística. Según Anif, durante los últimos 12 meses los alimentos han contribuido con cerca del 40 por ciento del incremento en el costo de vida.
Además, el nuevo Gobierno no ha definido qué hará con los precios de la gasolina que se han convertido en una verdadera papa caliente. El Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles tiene un déficit que algunos calculan en cerca de 30 billones de pesos. Aumentar el precio del galón de gasolina y del diésel podría quitarle presión al fondo, pero también es muy probable que encienda de nuevo las tensiones y el inconformismo social.
Por último, está vigente la preocupación que hay en materia de servicios públicos, en especial la energía, que, en regiones como la costa caribe, está desbordada en sus precios por cuenta de los ajustes tarifarios que se hicieron al entregar la antigua operación de Electricaribe a Air-E y Afinia.
Todo este panorama se da en medio del inicio del Gobierno de Gustavo Petro y las reformas que ha planteado. El país está a la expectativa de los impactos de estas iniciativas, en especial la tributaria, y de una discusión clave al final del año: el incremento del salario mínimo. El escenario es volátil, incierto y complejo, y dentro de una sociedad aún dividida y polarizada.
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Las cifras presentadas en esta edición especial de las 5.000 empresas más grandes del país, medidas por sus ingresos de 2021, se basan en información recopilada por Dinero en las Superintendencias de Sociedades, de Salud, Financiera, de Servicios, Solidaria, de Subsidios y Vigilancia, así como en las Cámaras de Comercio de Armenia, Barranquilla, Bogotá, Cali, Cartagena, Casanare, Cauca, Cúcuta, Girardot, Manizales, Medellín, Pereira y Putumayo.
Otra fuente del ranking es la Contaduría General de la Nación–que provee datos sobre las compañías públicas–, así como una encuesta que realiza Dinero directamente con las empresas.
Para este escalafón se usan los estados financieros bajo las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF). De esta manera, para calcular las ventas se hace la sumatoria de los ingresos de actividades ordinarias, más la cuenta que se denomina otros ingresos y la cuenta llamada participación en las ganancias de las subsidiarias asociadas y negocios conjuntos, considerados como parte de su operación principal.Paralelamente, el indicador de utilidad operacional corresponde al concepto de ‘ganancia o pérdida’ por actividades de operación, mientras que el de Utilidad Neta sobre Patrimonio es un indicador que también se conoce como ROE (Return on Equity) y que mide el rendimiento del capital. Concretamente, sirve para evaluar la rentabilidad obtenida por la empresa sobre sus fondos propios.
Las empresas fueron agrupadas y clasificadas en diez macrosectores: Agropecuario, comercio, construcción, hidrocarburos y servicios petroleros, industria, medios, minería, servicios telecomunicaciones y tecnologías de la información y transporte, los cuales a su vez tienen 62 subsectores.
Los macrosectores de comercio y de servicios son los que tienen más empresas en el ranking, con 1.464 y 1.340, respectivamente. Por el contrario, las actividades de medios (con 24) e hidrocarburos (96) registran la menor cantidad de compañías. El subsector con más representación en este escalafón es el de servicios hospitalarios, médicos y odontológicos, con 424 firmas.
En este estudio clasificaron todas aquellas empresas que el año pasado facturaron más de $36.298 millones.