Estos son hoy los mejores colegios y universidades del país
A principios del presente siglo, apareció una sigla en Estados Unidos que cada vez es más popular y para muchos debería ser uno de los fundamentos de la educación actual.
Se trata de STEM, que hace referencia a las áreas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, vitales en un mundo digitalizado, que, además, debe enfrentar grandes retos como el cambio climático o combatir virus para evitar nuevas pandemias.
Existe consenso sobre la necesidad de fomentar la educación relacionada con STEM no solo de cara al mercado laboral de los estudiantes, sino para lograr el desarrollo como países. Sin embargo, en Colombia aún hay un gran rezago en este frente: solo el 35 por ciento de los universitarios estudian programas relacionados con STEM, a lo que se suma el hecho de que en ese porcentaje la minoría son mujeres, pese a ser la mitad de la población y su-perar en número la cantidad de hombres que estudian en las universidades.
Fernando Valenzuela, fundador de Global Impact EdTech Alliance y experto en educación en STEM, atribuye esta situación a temas culturales, así como a la estructura de la educación en el país. “Se tiene la idea de que las ingenierías no son para mujeres, pero sí las humanidades. También existe el estereotipo entre miles de estudiantes que dicen: ‘Mejor estudio pedagogía o psicología porque tiene menos matemática que una ingeniería’”. Agrega que el origen de ese rezago, que se refleja en la universidad y en la empleabilidad, está en la educación primaria, sobre todo entre las niñas y en las zonas más vulnerables y rurales. Lamenta que en esas etapas, cuando en los niños hay amor por la ciencia, curiosidad y ganas de experimentar, competencias básicas de STEM, se empiezan a perder a medida que avanzan en la educación y después ya son insalvables.
”Es una historia que se lee del sector productivo hacia abajo, pero que se resuelve de la educación primaria hacia arriba”, insiste Valenzuela.
Justamente por la necesaria formación en STEM, esta edición de los mejores colegios y universidades del país se centra en destacar los logros en dicho campo, identificar las fallas y proponer soluciones.
Como siempre, la base de este especial son las pruebas de Estado Saber 11 y Saber Pro, que, al ser obligatorias para todos los estudiantes antes de su graduación como bachilleres o profesionales, son la mejor aproximación para medir la calidad educativa de Colombia.
Los cinco mejores colegios, basados en sus resultados agregados de las Saber 11, son todos dirigidos por mujeres, quienes están convencidas de que el enfoque en STEM no solo es necesario, sino que es en parte responsable de sus buenos resultados.
Alba Rocío Villamizar, rectora del colegio bumangués bilingüe Divino Niño, que ocupó el primer lugar en el ranking, señala que una de las ventajas actuales para la formación en STEM es que niños y jóvenes son nativos digitales, conscientes de la importancia de la tecnología. Asimismo, en su institución instauraron un proyecto de semilleros de investigación, que va desde preescolar hasta grado 11, el cual busca fomentar la curiosidad entre los menores.
”Como país debemos tener una mirada más global, darles mayor importancia a la tecnología, a la informática y a las matemáticas. Esto implica aumentar la intensidad de esas asignaturas”, sugiere Villamizar y añade que en su caso a los niños más pequeños les dan clases de digital literacy, programación y robótica.
Esperanza Rivas, rectora del colegio caleño bilingüe Diana Oese, asegura que la formación en STEM no solo es un tema académico, sino que ayuda para la vida. Por eso es clave integrarla con las acciones cotidianas.
En el caso de estos dos colegios, así como gran parte de las instituciones educativas en el país, se hace énfasis en la infraestructura necesaria para facilitar la ciencia y la tecnología, con computadores y buena conectividad a internet. Sin embargo, Fernando Valenzuela dice que más que conectividad y acceso a equipos de cómputo, que en países como Colombia tienen limitaciones, en especial a nivel rural, hay cosas que se pueden hacer desde la curiosidad y conectar la ciencia con problemas reales como los del campo. “En cierta medida, esto viene desde la época del siglo XVIII, cómo hacía ciencia la generación de Alexander von Humboldt. No tenía ninguna tecnología, pero hacía experimentos, hacía observación, hacía comparativos, medía cosas, y eso se puede hacer sin tecnología, motivando a los más pequeños”, precisa.
No obstante, ya entrando en el uso de la tecnología, este experto cree que existe una enorme incongruencia en América Latina, pues mientras las multinacionales de videojuegos y de entretenimiento consideran estratégicos a países como Colombia, México o Brasil por tener una población joven que constantemente está jugando o en redes sociales, los temas de educación solo representan 5 por ciento de ese contenido que están consumiendo. “Si la educación representara el 25 por ciento, todo cambiaría, y ahí surge la pregunta: ¿por qué será que para los del entretenimiento y las redes sociales los jóvenes de América Latina son estratégicos y no lo son para las empresas de educación?”. En su concepto, la respuesta está en que la educación en estos países se sigue manteniendo aleja-da de las redes sociales y de las aplicaciones, porque consideran que no son válidas o legítimas para educar.
La mirada desde la U
Al igual que con los colegios, en las universidades hay una fuerte apuesta por mejorar e intensificar las habilidades STEM de sus estudiantes. En el caso de la Universidad Nacional de Colombia, que se ratificó como la que registra más primeros lugares en las pruebas Saber Pro (que se agrupan por pregrados), la formación en STEM incluye también el área de artes y por eso la denominan STEAM. Valentina Mejía, directora de pregrados, explica que desarrollan esta estrategia a través de varias iniciativas, como el aprendizaje autónomo y el trabajo interdisciplinar y transdisciplinar, mediante lógicas metodológicas basadas en proyectos.
Asimismo, cuentan con aulas STEAM en sus diferentes sedes para promover el aprendizaje práctico y creativo, implementar la neurodidáctica basada en retos, contribuir al desarrollo sostenible e incentivar la innovación y el emprendimiento, entre otros. Esta metodología la trabajan también con instituciones de educación básica y media del país.
Paralelamente, Raquel Bernal, rectora de la Universidad de los Andes, cree que todos los estudiantes, incluidos los de las carreras STEM, deben tener una sólida formación en educación liberal (arte, humanidades, cultura, etcétera) y desarrollar competencias basadas en disciplinas STEM, pensamiento crítico y mentalidad digital. “La educación STEM ya no será para un subconjunto de disciplinas, sino que todos necesitaremos competencias de esta naturaleza que nos habiliten para desarrollar nuestras profesiones en un mundo digital. Eso nos permitirá participar en los grandes avances del siglo XXI”, puntualiza.Las instituciones educativas de alta calidad son una prueba del camino y ratifican que no solo es necesaria la forma-ción de calidad, sino que esta debe tener pertinencia con las necesidades del mundo actual, y ahí la educación STEM es fundamental.
Ranking colegios
Por 19 años consecutivos, la revista Dinero ha realizado el ranking de los mejores colegios del país basado en la única prueba que presentan todos los colombianos que se gradúan de bachillerato. Los llamados exámenes del Icfes no solo son la llave de entrada a la universidad, sino también el único termómetro que existe para medir la calidad de la educación nacional, dada su amplia cobertura.
Los resultados agregados de las Pruebas Saber 11 evidencian las enormes desigualdades que existen en la educación nacional entre colegios privados y públicos, urbanos y rurales. En 2023, los 13.000 colegios evaluados obtuvieron un puntaje promedio de 49,5 sobre 100 y solo 155 estuvieron por encima de 70.
Para obtener el puntaje de cada institución se usa la información del Icfes de las materias evaluadas (lectura crítica, matemáticas, sociales y ciudadanas, ciencias naturales e inglés). Con estos cinco datos se saca un promedio simple, que luego se ordena de mayor a menor. No hay ponderaciones por número de evaluados, ni por materias, aunque del ranking sí son retirados los colegios que presentan menos de 5 estudiantes al examen.
Ese retiro se hace porque el escalafón premia el esfuerzo colectivo. Cuando un colegio logra un alto promedio, demuestra que todos sus estudiantes rindieron bien, no solo algunos. Así mismo, el criterio de desempate entre instituciones con igual puntaje se basa en el número de evaluados: aquel con más estudiantes se posiciona mejor.
Ranking de colegios por materias
Ranking de colegios por departamentos
Ranking universidades
Los resultados académicos, la reputación institucional, la calidad del profesorado, la infraestructura y la inserción laboral de los graduados son algunos parámetros que permiten evaluar la calidad de la educación superior. No obstante, son indicadores difíciles de medir en las más de 200 universidades que operan en el país, por este motivo Dinero decidió hacer una aproximación a este tema con una variable transversal y presente en todas las universidades.
Se trata de las Pruebas de Estado Saber Pro, que son obligatorias para graduarse de cualquier pregrado y que complementan a las Pruebas Saber 11, que se presentan en el último año de bachillerato. Al igual que las Saber 11, las Saber Pro miden los conocimientos de los universitarios en cinco áreas: lectura crítica, matemáticas, sociales y ciudadanas, ciencias naturales e inglés. A ese grupo lo llaman pruebas generales, pero el examen también incluye unas pruebas específicas que evalúan conocimientos relacionados con cada carrera.
De esta manera para elaborar el ranking se hace primero un promedio simple de los resultados de las pruebas generales y luego otro de las pruebas específicas. Con esos dos datos se realiza un nuevo promedio, pero esta vez ponderado, en donde las pruebas específicas pesan 60 por ciento y las generales 40 por ciento. Del escalafón fueron retiradas las universidades que presentan menos de seis estudiantes.El ranking se presenta por Núcleos Básicos de Conocimiento (NBC), que es la forma cómo el Icfes agrupa a los programas de pregrado similares. En total son 55 NBC y a continuación se pueden leer los pregrados relacionados con STEM.