Informe especial: Las redes, las mentiras y la campaña
Es un hecho que la campaña de 2022 será ante todo virtual. Las precauciones por cuenta de la pandemia y el aumento de la conectividad de los colombianos darán este giro definitivo en la forma de hacer política en Colombia.
Apenas se comienzan a calentar motores y, sin embargo, en las redes sociales se libra una guerra sin tregua. Las mentiras circulan de un lado a otro y borrar esa idea que queda en los internautas es difícil. Un estudio de MIT señaló hace un tiempo que las noticias falsas tenían un 70 por ciento más posibilidades de ser compartidas que las verdaderas. SEMANA le preguntó a líderes políticos de todas las orillas por este fenómeno. Esto es lo que han vivido.
1. “Ahora hay un sicariato digital”: Angélica Lozano
“Hace unos años a los políticos los atacaban con un sicario. Hoy respetan la vida física pero apuntan a destruir la integridad, el nombre, que al final es el capital que uno tiene. Ahora hay un sicariato digital”, sostiene Angélica Lozano. Para la senadora existe una gran impotencia frente a las versiones falsas que corren contra ella o sus seres queridos.
“Es una infamia que digan que consigo negocios a familiares. La misma ley prohíbe a mi familia contratar con el distrito”, sostiene. Agrega que han circulado mentiras inventando nexos con personas que ni siquiera son familiares de ella. “Uno quisiera que la controversia política fuera con uno, de frente y por sus posturas”.
La senadora explica que esas no son operaciones sencillas ni aisladas. “Necesitan una gran financiación. Le invierten al diseño, a la pauta, a la difusión en redes. Hay un nuevo sicariato contra los políticos de cualquier tendencia del espectro ideológico. Es el clima en Colombia y en muchas partes del mundo”. Lozano agrega que a veces cuando no hay quiebres en los actos de los líderes políticos, ante la ausencia de argumentos, la salida es “inventar para destruir, para desaparecer al otro”. Asegura que hoy se vive un hostigamiento frente al cual la única respuesta es la responsabilidad del debate. “Nunca un discurso de odio cae en el vacío. Cualquiera desde su teclado puede desatar una máquina que no sabe uno si llega a la muerte física”.
2. “Me duele cuando se meten con mi hija”: Paloma Valencia
A la senadora algunas mentiras que rotan en redes le han sacado lágrimas. A veces la han sacado de contexto por algunas declaraciones. Otras, las más duras para ella, ocurren “cuando se meten con mi hija”. Le duele porque piensa que podrá sentir Amapola cuando sea más grande y vea lo que dicen sobre ella. “No es un mundo como el que yo quisiera ni para ella ni para ningún niño de Colombia”, comenta.
La senadora cuenta que de ella se dice de todo. Recientemente, se ha publicado en redes que ella le vendió un lote a un socio de Álex Saab, que puso a ganar a un asesor suyo 5.000 millones de pesos en la Alcaldía de Bogotá y que maneja a su antojo al Gobernador del Putumayo. La senadora dice que nada de eso es verdad.
“Se dice de mí que yo soy muy grosera con la gente, que yo le falto al respeto, eso no es cierto, yo no creo que ninguna persona que haya debatido conmigo sienta que le he faltado al respeto”, dice. La senadora asegura que con varios de sus contradictores políticos tiene una buena relación y con algunos una buena amistad.
Para las elecciones del 2022, en las que buscará ser la candidata del Centro Democrático. dice que se compromete a dar el debate con altura, a controvertir fuertemente las ideas pero no lanzar ataques personales. Le pidió a sus contrincantes mantener el respeto por las ideas y la diferencia.
3. “Hay mentiras que circulan cuando se vive en un país en guerra”: Ángela María Robledo
En plena negociación con las Farc en el acuerdo de paz de La Habana, Ángela María Robledo le apostó a sacar adelante este proceso y eso le trajo consecuencias en su vida pública. “He sido una mujer que ha trabajado incansablemente por la paz. La mentira más dura que se ha dicho sobre mí es que era guerrillera”, menciona.
“Me dolió mucho porque he sido una académica, he trabajado desde la solidaridad en las ONG y también desde el Congreso de la República en mi condición de integrante de la Comisión de Paz. Me la jugué por la paz de Colombia”, recuerda.
Robledo cree que una de las razones, además de las redes sociales, para que esta mentira se difundiera ampliamente es que este tipo de insultos circulan “cuando se vive en un país en guerra”. A pesar de que luego pudo demostrar que no tenía vínculos con grupos armados, esto terminó por impactarla.
Para el 2022 Robledo, que hace parte de la coalición de la centroizquierda, luego de renunciar al petrismo por ataques en su contra, pidió hacer un “pacto ético” entre los diferentes políticos que quieren llegar al poder, con el fin de evitar insultos, odios, mentiras y agresiones personales.
4. “El ánimo siempre es a destruir”: María Fernanda Cabal
La mentira más grande que le han inventado a María Fernanda Cabal coincidió con uno de los episodios más tristes del país: el asesinato de Yuliana Samboní. Luego de conocerse este crimen, a ella le inventaron un mensaje de Twitter en el que se hizo viral una foto falsa en la cual la senadora apoyaba a Rafael Uribe Noguera, el asesino y abusador de la niña.
“Era yo felicitando y dándole fortaleza y ánimo a Uribe Noguera, el asesino de Yuliana Samboní”, señala Cabal. Le dolió porque se trató de un acto atroz. “Yo soy mamá de cuatro hijos, entre ellos dos niñas. Solo se le ocurriría a un salvaje felicitar a alguien por haber hecho eso. El ánimo es completamente destructivo”.
La senadora relata que esta ha sido la peor fake news sobre ella, pero no la única. Ella incluso habla de que hay una “estrategia de cancelación” en la que ha encontrado que hay detrás todo un sistema de desprestigio y difamación. “Son mentes muy imaginativas y perversas”, señala.
La senadora cuenta que lo que sucede siempre es lo mismo. Las mentiras terminan por volverse tendencia. Y no hay nada que se pueda hacer. “Yo obligaría a que quien esté en Twitter sea esa persona y no fachadas”, dice. La senadora advierte que vienen tiempos difíciles porque “aquí lo que se va a hacer precisamente es destrozar a quien considero más que un adversario un enemigo”.