Las posiciones editoriales de Semana
SEMANA se ha caracterizado por sus análisis. Pero también por sentar posiciones editoriales, así no sean populares, en los momentos claves del país. Algunos ejemplos.
No a la violencia (1)
La violencia exacerbada ha sido la norma en la historia de Colombia. En portadas y artículos, la revista ha expresado el sentir de los colombianos de ponerle alto a los actos violentos y ha sido enfática en pedirle al Estado y a los actores armados ilegales cesar el fuego y los atentados terroristas. SEMANA asumió una de sus primeras posturas editoriales en la edición 367, de marzo de 1989, cuando sicarios asesinaron a José Antequera. El título dice ‘¡Carajo, no más!’.
El país vecino (2)
SEMANA ha criticado las actitudes del chavismo frente a Colombia y los hechos que representan una amenaza para la región. A Nicolás Maduro, la revista le criticó su estrategia discursiva anticolombiana de culpar al país de los males de Venezuela y de insultar al presidente y a miembros del Gobierno. En su momento escribió: “Colombia se respeta”.
El referendo de 2003 (3)
En 2003, el entonces presidente Álvaro Uribe propuso un referendo con 15 reformas constitucionales que buscaban combatir la corrupción, controlar el número de congresistas, entre otros temas. SEMANA se pronunció para asegurar que, aunque no era la cura para todos los males del país, era un buen intento de hacer cambios. Pero también advirtió sobre la inconveniencia del punto 4, que le daba una mayor independencia al Congreso para armar el presupuesto de la Nación. La revista calificó de “Frankenstein con ropaje de cuna” esa propuesta, pues afectaría la gobernabilidad y le daba más poder de chantaje al Congreso con el manejo del presupuesto.
Semana y las Farc (4)
Históricamente, SEMANA condenó con energía las masacres, ataques y tomas perpetradas por la guerrilla de las Farc, y criticó su falta de voluntad para alcanzar la paz negociada, en especial con Andrés Pastrana. Una vez en las conversaciones de La Habana con el Gobierno de Juan Manuel Santos, en la edición 1683 la revista les dio un tirón de orejas a los miembros de esa guerrilla por su displicencia y arrogancia con los negociadores y el país, y por los atentados que llevaron a cabo mientras estaban sentados en la mesa. El titular era ‘¿Qué se creen?’.
Espaldarazo al Acuerdo de Paz (5)
En medio de un panorama de polarización y dudas sobre el proceso de paz, SEMANA se comprometió con respaldar lo pactado en La Habana y dedicó varias ediciones a explicar a los colombianos la importancia de refrendar y poner en marcha los acuerdos. En la edición 1795, una semana antes del plebiscito por la paz del 2 de octubre, la revista puso en su portada un gran SÍ y escribió que “el plebiscito es, en últimas, una elección entre la oportunidad del Sí y la incertidumbre del No”. Además, en 2019 le apostó a proteger los mecanismos de justicia transicional desde sus páginas argumentando que la decisión de objetar la JEP “le haría conejo a su propio discurso de campaña”.
Regaño a los políticos (6)
SEMANA también les ha llamado la atención a algunos políticos por sus excesos y contradicciones. Al hoy senador Gustavo Petro le pidió en 2014 dejar de aplicar estrategias populistas para evitar el proceso que la Procuraduría llevaba en su contra. “Petro, quien había sido el abanderado del Estado de derecho frente al Estado de opinión de Álvaro Uribe, está jugándose a lo segundo con más vehemencia que el propio expresidente”, escribió este medio en su momento. Ese mismo año, en campaña presidencial, les pidió a los candidatos y políticos dedicarse a su labor de servidores públicos y subir el nivel del debate político más allá de los insultos.
Defendiendo la memoria de las víctimas (7)
Desde su nacimiento, la revista le ha dado voz a las víctimas del conflicto armado colombiano. Ha hecho esfuerzos por darles rostro a tantas personas que muchas veces no pasan de ser una estadística de los Gobiernos. Ya sea desde sus investigaciones o a partir de las crónicas y reportajes, SEMANA se ha unido al clamor de soldados, campesinos, policías, secuestrados, exiliados, niños reclutados, firmantes de paz, líderes sociales y al de tantas familias y ciudadanos del común que piden respeto por la vida, que buscan un ser querido o simplemente están cansados de la barbarie. En 1984, este medio se preguntó por la suerte de los secuestrados; en los años noventa condenó las masacres y en la década de 2000 denunció los falsos positivos. En los últimos años, ha publicado varios informes especiales para llamar la atención sobre el asesinato de líderes sociales. Una de estas portadas se titula ‘¿Quién los está matando?’.
Ampliación de derechos (8)
SEMANA es una revista liberal en términos filosóficos. Por eso ha defendido la ampliación de derechos y libertades progresistas, aun cuando estas son impopulares. En agosto de 2005 publicó una portada que pocos medios se atreverían a hacer, pues era un apoyo sin titubeos a la despenalización del aborto. En esta edición escribió “Ya llegó la hora de un cambio que reconozca las tendencias de la sociedad y del mundo”. La revista también ha defendido el derecho a la protesta y movilización social, pero ha condenado el vandalismo y la violencia que grupos radicales ejercen en estos escenarios.
Valores democráticos (9)
En 2009, cuando Álvaro Uribe buscó su segunda reelección mediante un referendo, SEMANA expresó que un segundo periodo del presidente sería fatal para la democracia y que tendría graves repercusiones institucionales. “Hacer malabarismos para perpetuarse en el poder es algo ajeno al talante del país y al del propio presidente”, dice el artículo de portada en la edición 1410. También vaticinó que la continuidad llevaría al aumento de la ingobernabilidad, “pues el número de callos que ha pisado y de peleas que ha casado harían que desde el 7 de agosto de 2010 el país estuviera intensamente polarizado”.