¿Por qué la compra de vivienda en el país sigue en ascenso?

El año 2020 se convirtió en el mejor año de ventas de vivienda en la historia de Colombia. Según declaraciones dadas a comienzos del presente año por el ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, en 2020 se vendieron alrededor de 176.157 viviendas de interés social (VIS) y No VIS, de las cuales 125 mil fueron del segmento VIS y 51 mil del de No VIS. Las ventas VIS fueron el mejor registro que se haya tenido hasta ahora en este segmento, el cual representó un crecimiento del 11 por ciento con respecto a 2019.

En los primeros cinco meses del 2021 las buenas noticias persisten. Se han vendido 94.458 viviendas nuevas en el país, según cifras suministradas por Coordenada Urbana, el sistema de información georreferenciada de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol). De esta manera, el acumulado del año se consolida como el mejor de enero-mayo del que se tenga registro.

Este resultado en ventas se debe principalmente a la dinámica que está teniendo el segmento VIS. Según Minvivienda, durante 2021 se han vendido 65.828 unidades (69,7 por ciento de las ventas del año), que también se consolida como el mejor registro acumulado enero-mayo desde que se tienen datos; por su parte, el segmento No VIS ha comercializado el restante 30,3 por ciento, con 28.630 unidades de este tipo.

“El primero de ellos, que creemos es el más importante, es el crecimiento de la inversión de los hogares producto de la confianza que tienen para invertir en vivienda. El mercado de vivienda es saludable y de buenos resultados, y la vivienda sigue siendo una prioridad de inversión de los hogares en el país”, asegura.

“El segundo factor tiene que ver con los incentivos de política económica y sectorial que se han venido dando: por un lado, la política de Vivienda de Interés Social, que sigue marcando récords históricos en cada uno de los meses que tenemos registros recientes. La vivienda del segmento medio o No VIS también ha retomado una nueva senda de crecimiento después de cuatro o cinco años de deterioro consecutivo”, agrega la líder de Camacol.

Por una lógica relación directa, las constructoras reflejan de igual manera el auge de la compra de vivienda. “En Amarilo, el año pasado registramos un crecimiento del 9 por ciento frente al año anterior, al vender 9.125 viviendas. Para este 2021, continuamos viendo un panorama muy positivo, por lo que proyectamos vender 9.300. Estos resultados demuestran el buen momento para adquirir vivienda debido a los subsidios del Gobierno y a las positivas condiciones del mercado que facilitan el proceso”, destaca Roberto Moreno, presidente de Amarilo.

Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares 2020 del DANE, en Colombia hay 15,3 millones de hogares. De esos hogares, el arrendamiento representa el mayor porcentaje de tenencia de bienes raíces con una participación del 40,7 por ciento, lo que equivale a 6,2 millones de hogares. Le siguen los que son propietarios de vivienda, que corresponden al 36,7 por ciento; es decir, a 5,6 millones de familias. El porcentaje restante (22,6 por ciento) son hogares que viven en otras formas de tenencia (3,5 millones de hogares).

El interés de los colombianos por comprar vivienda persiste, a pesar de la coyuntura sanitaria. Así lo registró Trend Group America, empresa especialista en conocimiento del consumidor inmobiliario, en su estudio realizado el año pasado:

Y el auge ha tenido lugar sobre todo en el segmento de Vivienda de Interés Social (VIS). “Este tipo de vivienda es una tendencia en todo el territorio nacional; se ha convertido en el principal segmento del mercado. Por ello, en Amarilo tenemos un fuerte compromiso con la VIS y esperamos que, para este año, las ventas de vivienda sean 60 por ciento VIS y un 40 por ciento No VIS”, asegura el presidente de Amarilo.

La actual oferta del segmento VIS en el país busca, precisamente, responder a las necesidades de los colombianos de tener casa propia. Según cifras a mayo 2021 de Coordenada Urbana, el país cuenta con cerca de 80.000 unidades de vivienda VIS en oferta por parte de más de 500 constructoras. Por otro lado, entre enero y mayo de 2021 se han iniciado 37.845 unidades de vivienda VIS pertenecientes a diversos proyectos de más de 140 compañías constructoras en todo el territorio nacional.

Amarilo, por ejemplo, está desarrollando 81 proyectos tipo multiestrato en 14 ciudades y municipios del país, con los cuales busca entregar 8.000 viviendas.

Un concepto al cual le apuesta Amarilo es el modelo de ‘Ciudades dentro de la ciudad’, con el que busca fusionar los espacios fundamentales para los ciudadanos (hogar, trabajo y entretenimiento) en un solo lugar. Es un modelo que viene de atrás. Se lanzó con Ciudad Verde, en 2012.

“Es un modelo de desarrollo ordenado y de gran impacto, con el que creamos entornos urbanos sostenibles, seguros e inclusivos. Son lugares donde las familias encuentran un acceso integral a todo lo necesario para disfrutar la vida”, dice Roberto Moreno, presidente de Amarilo.

Los macroproyectos más relevantes de Amarilo para 2021 son: Lagos de Torca, en Bogotá; Alameda del Río, en Barranquilla; San Antonio, en Soledad (Atlántico); Parque Heredia, en Cartagena; Hacienda Rosablanca, en Villavicencio; Hacienda Santa Cruz, en Ibagué; Hacienda Casablanca y Hacienda Los Sauces en Madrid, y Mirador de la Ciénaga en Puerto Colombia.

Según el Ministerio de Vivienda, en el Gobierno de Iván Duque, a corte del 18 de junio de 2021, se han asignado 120.476 subsidios a la cuota inicial para la compra de vivienda nueva VIS, a través del programa Mi Casa Ya. Esos subsidios se han otorgado en 253 municipios de 27 departamentos, de los cuales Valle del Cauca es el departamento donde se han dado más subsidios, seguido de Atlántico y Cundinamarca.

Por otro lado, se han brindado 20.198 coberturas No VIS. Estos subsidios se han dirigido a 208 municipios de 29 departamentos, y las regiones donde se han concedido más subsidios No VIS son Antioquia y Cundinamarca.

De acuerdo con MinVivienda, de los 120.476 subsidios a la cuota inicial asignados durante este Gobierno, el 77 por ciento (93.316) se han destinado a créditos hipotecarios tomados con bancos, mientras que el 23 por ciento restante se dieron con otras entidades financieras vigiladas por la Superfinanciera de Colombia.

El Fondo Nacional del Ahorro (FNA), por su parte, es un agente importante para los colombianos cuando se trata de adquirir una vivienda y, para el Gobierno nacional, para la asignación de subsidios. Durante el actual periodo de gobierno, el FNA ocupa el cuarto puesto con una participación del 16 por ciento (19.016 subsidios) en aprobación de subsidios, superado por Bancolombia, Davivienda y Banco de Bogotá. Por otra parte, las coberturas No VIS están lideradas por entidades bancarias, como Davivienda, Bancolombia y BBVA.

En este sentido, la presidenta de Camacol considera que para que en el segundo semestre se inicie la fase de construcción de los proyectos que ya han pasado la etapa de preventa, es necesario que siga fluyendo el crédito hacia el sector, tanto para la financiación de los proyectos como para los hogares.

En cuanto a la distribución de este beneficio en el territorio nacional, los subsidios No VIS para la adquisición de segunda vivienda se han entregado en 157 municipios y 28 departamentos, siendo Bogotá D.C., Antioquia y Cundinamarca donde se han asignado más subsidios No VIS para segunda vivienda.

Adicionalmente, una nueva apuesta del Gobierno nacional para facilitar el acceso a una vivienda es el programa llamado ‘Jóvenes propietarios’, orientado a la población del país entre 18 y 28 años. Este programa se compone de tres elementos principalmente: condiciones preferenciales en el crédito para acceso a la Vivienda de Interés Social (VIS), garantías para el crédito hipotecario ciento por ciento subsidiadas por el Gobierno, y acompañamiento personalizado durante todo el proceso.

Los requisitos para los jóvenes que quieran acceder a este beneficio son muy simples: no deben ser propietarios de viviendas, no haber recibido algún subsidio de vivienda del Gobierno nacional en el pasado, y tener ingresos inferiores a cuatro salarios mínimos. En caso de que los jóvenes quieran acceder a la garantía 100% subsidiada por el Gobierno, el requisito adicional es tener ingresos inferiores a dos salarios mínimos.

Finalmente, respecto a las condiciones de empleabilidad, el tipo de vinculación laboral no limita el acceso al programa o al crédito hipotecario. Así pues, los jóvenes que tengan contratos de prestación de servicios o sean trabajadores independientes, siempre y cuando cumplan los requisitos mencionados, pueden acceder a este y al resto de programas ofrecidos por el Gobierno nacional.