Seguridad alimentaria: así avanza el plan para aliviar el hambre en Colombia
Intervenciones en primera infancia y población migrante, además de esfuerzos desde el sector privado, buscan frenar esta problemática que se agudiza en las regiones más apartadas y vulnerables del país.
Colombia enfrenta un desafío crítico en su lucha contra el hambre y la inseguridad alimentaria. Aunque se han realizado esfuerzos significativos, la realidad es que millones de personas aún no tienen cómo garantizar tres comidas al día.
Por eso el país debe acelerar sus esfuerzos para alcanzar el objetivo propuesto por la ONU de garantizar la seguridad alimentaria para el año 2030, especialmente de quienes están en condiciones de pobreza y situaciones vulnerables.
Primero los niños
Desde los sectores público y privado se trabaja en diversos frentes para contribuir con la meta. Por ejemplo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) priorizó nueve municipios para poner en marcha iniciativas destinadas a fortalecer 17 instituciones de salud en las que se realizan intervenciones nutricionales esenciales: Alto Baudó, Bagadó y Bojayá, en Chocó; Cumaribo y Puerto Carreño, en Vichada; Maicao y Uribia, en La Guajira; y Arauca y Tame, en Arauca.
“Desde nuestra funcionalidad trabajamos para prevenir detectar y tratar oportunamente la desnutrición aguda, que en niños menores de 5 años es uno de los resultados que se derivan de la inseguridad alimentaria”, precisó Andrea Palencia, oficial de Salud y Nutrición de Unicef Colombia, sobre esta iniciativa que busca atender las disparidades en la nutrición materna e infantil, especialmente en los municipios más pequeños y desfavorecidos.
Para avanzar en su propósito, Unicef trabaja de forma conjunta con instituciones de salud, organizaciones, sociedad civil, comunidades y el Gobierno en prevenir y atender la desnutrición en estos territorios, especialmente, en Vichada, Chocó y La Guajira. De hecho, en Vichada y en Guanía viene trabajando con 16 comunidades indígenas.
Adicionalmente, en conjunto con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Unicef atendió en 2023 el riesgo nutricional de 3.190 niños menores de 5 años y 654 mujeres gestantes migrantes en cuatro departamentos: Norte de Santander, Arauca, La Guajira y Vichada, a través de unidades de búsqueda activa cualificadas para la identificación y manejo del riesgo nutricional.
“Tenemos un enfoque preventivo en dos aspectos cruciales para evitar la desnutrición: la promoción de la lactancia materna y el acceso a dietas nutritivas para niños que están en proceso de alimentación complementaria”, precisó Palencia. La metodología consiste en identificar niños en desnutrición o en riesgo de estarlo para hacerles seguimiento y entregarles suplementos nutricionales.
Apoyo a la población migrante
En Norte de Santander, la Fundación Comparte una Vida por Colombia cumplió 10 años contribuyendo a reducir el hambre y mejorar la seguridad alimentaria de la población migrante en Colombia, mediante la implementación del modelo Quédate en la Escuela.
“Hemos podido equilibrar necesidades vitales como la desnutrición, por medio de sus programas integrales que incluyen mediciones antropométricas en colegios, tratamientos de primera calidad para combatir la desnutrición, desparasitación, acceso a salud y al agua en los centros educativos”, explicó Lala Lovera, directora de la fundación.
A corte del año 2023, la Fundación había impactado de manera directa a 30.167 niños, niñas y adolescentes migrantes y de manera indirecta a 150.835 personas con todas sus intervenciones.
Cero desnutrición
La Fundación Éxito se mantiene firme en su propósito de contribuir a la erradicación de la desnutrición crónica infantil en el país para el año 2030, a través del programa Cero Desnutrición, mediante el cual, durante por un período mínimo de un año, entrega paquetes de alimentos a familias con mujeres gestantes y niños menores de 2 años. “El año pasado, beneficiamos a más de 72.000 niños en proyectos de nutrición para el cuerpo y para el alma en 32 departamentos y 221 municipios, con una inversión social de más de 24.000 millones de pesos”, indicó Paula Escobar, directora de la Fundación Éxito.
Para Escobar, a la par de estas entregas, es fundamental comunicar y sensibilizar a las personas sobre la desnutrición crónica. “Esta es una enfermedad que están padeciendo nuestros niños y todos, desde cualquier rol, podemos poner un granito de arena para cambiar su situación”, señaló. Por eso trabajan de la mano con gobiernos municipales, departamentales y el nacional, para que en sus políticas públicas promuevan proyectos en beneficio de la nutrición infantil.
Alianzas estratégicas
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) firmaron un acuerdo de intención colaborativa por un sistema agroalimentario ciudad-región resiliente, sostenible y equitativo, en el lanzamiento de la iniciativa mundial Cluster que busca beneficiar en Bogotá y Cundinamarca a más de 11.200 campesinos para mejorar las cadenas de valor y de suministro de alimentos.
“Con este lanzamiento queremos ayudar a que las personas tengan acceso a los alimentos, buscando una reducción en los costos para que todos tengan una dieta sana y balanceada; rica en nutrientes”, expresó Ovidio Claros Polanco, presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá.
El plan es realizar una integración entre Bogotá y Cundinamarca en las 57 cámaras del sistema cameral, alcaldías y gobernaciones, con los productores campesinos como pilar.
Por su parte, Augustin Zimmermann, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Colombia, destacó que “es importante poder hacer frente a la problemática con programas y propuestas innovadoras, superando los desafíos actuales como las bajas proyecciones de crecimiento económico, el Fenómeno de El Niño, entre otros”.
Plan oficial
El Gobierno nacional desplegó dentro del Plan Nacional de Desarrollo la iniciativa ‘Hambre Cero’, con la transferencia monetaria extraordinaria de 500 mil pesos a hogares en pobreza extrema, la mayoría integrado de madres cabeza de hogar. Además, como parte de esta estrategia, a nivel nacional se llevan a cabo ollas comunitarias, mercados campesinos, ferias de servicios y campañas pedagógicas sobre la canasta nutricional, que prometen impactar a 2 millones de hogares.
Desde el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural el plan es impulsar la agroindustrialización a través de la Agencia Nacional de Abastecimiento, para fortalecer la agricultura campesina, familiar y comunitaria, que produce el 70 por ciento de los alimentos que consumimos.
Por otra parte, el Estado Colombiano designó la Comisión Intersectorial de Seguridad Alimentaria y Nutricional – CISAN, para hacer el respectivo seguimiento de la la Política de Seguridad Alimentaria y Nutricional, establecida en el año 2008. Actualmente, los ministerios de Salud, Agricultura, Educación y Prosperidad Social, junto a entidades como el ICBF y el ICA, son los encargados de liderar las estrategias integradas a esta política.