¿Cómo alimentar a los niños de hoy?
Entre las recomendaciones del pediatra, la información que sale en los medios de comunicación, las modas y las redes sociales los padres sufren cada vez más para tomar decisiones acertadas con respecto a la nutrición de sus hijos. La respuesta está en volver a las bases de la alimentación.
Todo empieza en la etapa prenatal. Los hábitos de la madre gestante y su relación con la comida son determinantes para la salud futura del bebé. Ella le provee todo lo que necesita. “La nutrición es el principio fundamental del desarrollo de los niños, es lo que garantiza que lleguen a una adolescencia y adultez de la manera más adecuada y con un crecimiento óptimo. Los primeros 1.000 días de vida, que corresponden al embarazo y a los dos primeros años, son claves porque en ese tiempo, más que en cualquier otro, se configura la salud de los seres humanos”, explica Marcela Fama Pereira, presidenta de la Asociación Colombiana de Pediatría.
Y es que ese vínculo único entre la madre y su hijo prescribe en esencia todo lo que somos. Heredamos de ese estadio de la vida tanto lo positivo como lo negativo y es por eso que resulta fundamental “un control prenatal completo y una alimentación balanceada con la ingesta de macronutrientes y micronutrientes en las proporciones adecuadas para tener un embarazo saludable y un recién nacido en las mejores condiciones”, puntualiza la doctora Fama.
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El tránsito natural de un embarazo exitoso es un parto sin contratiempos y el nacimiento de un bebé sano para quien la leche materna exclusiva será el mejor alimento. “La sabiduría ancestral y la ciencia se han ocupado de constatar el poder irreemplazable de la leche materna. La humanidad cuenta con el producto que por excelencia lo puede todo, si lo permitiéramos. Pero sigue ausente en miles de vidas, en muchos de nuestros territorios, por ejemplo, solo 36 por ciento de los niños colombianos reciben lactancia exclusiva hasta los seis meses, que es la recomendación ideal de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, señala Paula Escobar, directora de la Fundación Éxito, que busca erradicar la desnutrición crónica en Colombia.
Cuando un bebé se alimenta desde el inicio de su vida con leche materna, es como si su organismo recibiera un manto de protección inquebrantable. “Gracias a su decisión y voluntad, la mamá es capaz de producir la leche perfecta que estará siempre elaborada a la medida de las necesidades de su hijo, según el momento de su ciclo de vida”, detalla Escobar. Después de esos primeros seis meses de lactancia exclusiva comienza la alimentación complementaria hasta los dos años, que debe ser equilibrada, suficiente y variada para contribuir a un apropiado crecimiento y desarrollo, así como para mantener las funciones orgánicas, el equilibrio de la flora bacteriana y reforzar el sistema inmunológico, entre otras cosas. En esta etapa los padres tienen que empezar a incluir todos los grupos alimentarios. “Durante la infancia, los patrones de dieta de los niños se establecen y permanecen relativamente constantes. Los padres pueden intervenir para que los niños adquieran desde esta etapa hábitos saludables que los acompañen a lo largo de toda la vida”, asegura Claudia Cortés, gerente de nutrición, salud y bienestar de Nestlé.
La tarea es menos complicada de lo que parece. Todo es cuestión de organizarse. Los cereales son los que le darán a su hijo la energía necesaria para estudiar, correr y jugar. Elija opciones integrales de panes, galletas o barras de cereal para garantizar que consuman suficiente fibra todos los días. Las proteínas contribuyen a la fabricación de nuevos tejidos, a la elaboración de enzimas, al aumento de masa muscular y a la constitución de ciertas hormonas como la insulina. El pollo, la carne, el atún y el huevo son opciones nutritivas que se pueden incorporar en sánduches o wraps. Las frutas y verduras son una excelente fuente de vitaminas y minerales que ayudan al normal funcionamiento del sistema inmunológico y son de gran contenido nutricional.
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Generalmente, los niños prefieren las frutas dulces como las uvas (sin semillas), los duraznos, los arándanos, las fresas, las ciruelas, el banano y la sandía. En el caso de las verduras, la sugerencia es optar por aquellas que sean fáciles de comer y de llevar en la lonchera como la zanahoria. Los lácteos son fuente de calcio, el mineral que fortalece los huesos y los ayuda a crecer saludablemente. Un niño debe consumir alrededor de tres porciones al día. Y algunos tipos de grasa son esenciales para la salud hormonal y la del sistema nervioso. Las mejores fuentes son los frutos secos y el aguacate. La hidratación también es fundamental. Lo ideal es el agua natural, pero si a su pequeño le parece muy insulsa, añada gotas de limón o frutas picaditas para darle un toque extra de sabor.
La lactancia exclusiva es la vacuna contra la desnutrición crónica, que en Colombia afecta al 10,8% de los niños menores de 5 años.
“Estamos volviendo difícil alimentar a los niños y debemos no complicar algo que es elemental. Hay que volver a las bases de la alimentación”, recalca la presidenta de la Asociación Colombiana de Pediatría, Marcela Fama, al referirse a lo difícil que es para los padres tomar decisiones informadas sobre la alimentación de sus hijos. “Realmente hay que saberse informar, no dejarse llevar de las modas y siempre recurrir a un experto de la salud”, concluye. Esta dificultad es aún más evidente cuando se come fuera de casa y los adultos se enredan buscando opciones nutritivas y divertidas para sus hijos.
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La cadena de restaurantes McDonald’s, por ejemplo, ha trabajado los últimos ocho años en un menú infantil más nutritivo y equilibrado, con reducciones de sodio y azúcar y sin grasas trans; con menos de 600 calorías, es decir, menos de un tercio de las necesidades energéticas para niños entre 6 y 10 años, según lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. “La Cajita Feliz de McDonald’s aporta nutrientes para el crecimiento de los niños, como la proteína de buena calidad. La carne que usamos proviene solo de cortes enteros y magros, es decir, con bajo porcentaje de grasa; y no contiene aditivos ni conservantes artificiales. Tampoco agregamos grasa en su cocción, ya que la carne se cocina en sus jugos naturales. En los ‘nuggets’ usamos únicamente pechuga de pollo apanado y sazonador natural, sin aditivos artificiales”, señala Adriana Garzón, vocera de la marca en Colombia.
Otras compañías como Tetra Pak trabajan por garantizar que los alimentos lleguen siempre con todas sus vitaminas y nutrientes intactos, lo que garantiza la máxima nutrición en cada etapa de la vida. Por esta razón se extiende a programas de seguridad alimentaria y escolares, para asegurar que poblaciones vulnerables, que muchas veces reciben solo una ración al día, obtengan por lo menos un alimento seguro y con la totalidad de vitaminas y nutrientes. Giovanny Fernández, gerente de desarrollo de negocios, cuenta que a través de sus programas en todo el mundo están garantizando, por ejemplo, “que la leche sin aditivos, conservantes, preservantes o cualquier tipo de alteración llegue a los lugares más inhóspitos, donde seguramente esta será lo único que reciban estos pequeños, que realmente los alimente”.
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