Especiales Semana

De todo un poco

A veces las acciones más sencillas son las más poderosas. Desde ideas económicas hasta espirituales, los colombianos apuestan por pequeños cambios.

23 de octubre de 2010

Banco de ideas
Que no se queden en la intención.

Empiezo por confesar que me da pena desilusionarlos, pero es que a mí me corresponde siempre el papel del escéptico, de la mosca en leche, del que nunca encuentra zapatos de su talla ni silla para sentarse en ninguna parte. El papel del periodista, mejor dicho.

Le tengo pavor a la gente que viene con buenas ideas. Hurtado de Mendoza lo había dicho ya, mucho antes que yo, en su famosa novela picaresca: “De buenas intenciones está empedrado el camino del infierno”.

El ejemplo más reciente que se me ocurre es estremecedor: hace unos pocos meses concibieron el proyecto gubernamental de crear grandes empresas agrarias que garantizaran el ingreso permanente de los campesinos más pobres, y a los tres días habían convertido una buena idea en un delito.

La vida se nos ha ido en buenas ideas que nadie pone en práctica. Los casos abundan desde los tiempos de la laguna de Guatavita. Pero, con tal de satisfacer los deseos patrióticos de SEMANA, le regalo a Colombia una buena idea: hagamos un inventario de las buenas ideas que se nos han ocurrido a lo largo de la historia, paremos ahí, procedamos a ejecutar aunque sea la tercera parte y hagamos al final un balance de comprobación, como en toda empresa seria.

Luego podremos seguir con nuevas ideas buenas. O buenas ideas nuevas. O ideas buenas nuevas. Es una manera de decir que las buenas ideas siempre terminan en lo mismo. Como el país…

Juan Gossaín
Escritor y periodista 

País creativo
Más libres, productivos y solidarios.


Debemos hacer que la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología sean los pilares de una apuesta por el desarrollo sostenible, para construir un país más incluyente, competitivo y solidario.

De esta manera tendremos ciudadanos conscientes de sus derechos y deberes. Más entusiastas, libres, integrales, productivos e innovadores. Con identidad, autoestima, soñadores y realizadores. Con capacidad para comprender procesos y cambios, enfrentar retos, tomar decisiones y solucionar problemas.

Para hacer realidad esta propuesta se requieren procesos de cambio político, social y económico. Esto empieza con la formación de líderes públicos y privados responsables, transparentes y comprometidos con la comunidad.

Pero el compromiso es de todos. La creatividad debe estar al servicio de la educación, para lograr que vaya más allá de las paredes de la escuela extendiendo su acción hacia la vida cotidiana y el contexto de cada comunidad. La salud debe estar basada en la prevención y el autocuidado, para generar bienestar y reducir costos asistenciales.

Así, la familia, pilar de la sociedad, puede tener oportunidades para aprender, comprender y apropiar todo lo que necesita para crecer armónicamente.

Nohora Elizabeth Hoyos
Directora de Maloka

Eduquemos contra la corrupción
Leyes y cultura para recobrar la honestidad.

Mi idea es recuperar los principios y valores ciudadanos y humanos mediante dos líneas de acción dirigidas al mismo objetivo: combatir la corrupción.

Jurídica: estructurar una plataforma legal para prevenir, juzgar y sancionar el asalto a dineros públicos por funcionarios, entidades y contratistas, con máxima severidad.

Cultural y pedagógica: construir una cultura de la honestidad pública y privada mediante una campaña intensiva y permanente, que comience en la escuela, prosiga en la universidad y se consolide en el medio social y familiar, generando rechazo total a las prácticas corruptas y con aplicación de los valores éticos.

Álvaro Valencia Tovar
General (r) del Ejército

Ejecutivos voluntarios
Impulso a la educación y al emprendimiento. 

Las mejores sociedades son las que crean capacidades en sus ciudadanos para integrarse a los retos del bienestar, mediante buenos y universales sistemas educativos y culturales desde la primera infancia, con ciencia y tecnología como palancas de emprendimiento, estímulo a la tecnología de la región y generación de empleo digno.

Desde nuestro entorno hacemos realidad este convencimiento, transfiriendo recursos humanos y técnicos desde las empresas.

Cerca de 200 destacados y comprometidos ejecutivos forman nuestro Voluntariado Empresarial para la Educación y el Emprendimiento. No son horas libres, son horas de trabajo, sometidas a evaluación. Colombia necesita de sus mejores talentos para trabajar en el terreno por un país política, social y económicamente moderno.

Juan Sebastián Betancur Escobar
Presidente de Proantioquia

Café y paz
La fuerza del tejido humano.

Colombia es un gran país. Tiene recursos variados y suficientes. Pero hay que saberlos explotar técnica y racionalmente, de manera que favorezcan los intereses nacionales sin dejar de lado su protección y explotación amigable con el medio ambiente. De ello depende el bienestar de las futuras generaciones.

El país deberá preocuparse por crear condiciones que propicien que la gente se quede en el campo. Bajo el asedio de todas las formas de violencia que desplazaron y fragmentaron a las familias campesinas, el tejido social cafetero se convirtió en el garante de la paz y de la permanencia en el campo, en beneficio de todos los colombianos de bien. En este contexto, Colombia deberá reconocer que la caficultura nacional, representada por más de 527.000 familias con pequeños cultivos en 590 municipios del país, se convirtió en un dique social inmune a la violencia y constituye hoy un modelo de paz que antepone la integración y la estabilidad de sus familias a cualquier propósito ilícito o pendenciero.

Luis Genaro Muñoz Ortega
Gerente de la Federación Nacional de Cafeteros

Tradición sin límite
Amor, niños y costumbres transforman.

¿Qué haríamos hoy María Stella y yo, si nuestro país fuera el lotecito de terreno sin árboles ni pájaros en sus ramas, con una caseta sola y desvencijada, que hace 28 años dio origen a nuestro restaurante locombiano? ¿Qué haríamos, con miras a lograr que Colombia fuera a la vuelta de unos lustros, un florecido lugar de convivencia en la fraternidad, de creatividad en la tradición, de alegría en la evolución?

Antes que nada, antepondríamos a las vicisitudes del porvenir, la solidez a toda prueba de nuestros lazos de amor. Segundo, nos daríamos sin temor y sin límites, a la expresión intuitiva de nuestra tradición cultural, inagotable en su diversidad tropical y mestiza. Por último, confiaríamos de lleno en el poder de los astros y de los niños, que guían siempre a buen puerto toda aventura cuyos velámenes se abren a vientos de transparencia y de luz.

Andrés Jaramillo
Empresarario

"Mirémonos pa’ dentro"
Antes de críticar, reconozcamos nuestros errores.

Como decimos en radio: “Ya todo está inventado”, y lo nuevo que sale al aire son mejoras a lo que ya existía. ¿Una Colombia mejor? Ya todo está inventado y sin éxito reinventado.

No sé si sea novedoso, seguramente no, pero mi propuesta se inclina hacia la introspección. Qué le parece si antes de criticar, juzgar y maldecir a políticos corruptos, a las grandes e injustas empresas o a dirigentes ineptos, hace un análisis de lo que usted es. Qué tal si primero solucionamos nuestra propia ineptitud, deshonestidad y falta de sensibilidad y compromiso frente a los demás. El trabajo sucio y difícil está en entender que lo malo que vemos e identificamos en los demás está nada más ni nada menos que dentro de nosotros.

Arreglémonos antes de tratar de salvar el mundo criticando y delegando culpas. Tal vez no acabemos con la pobreza, la desigualdad y el hambre en el país ya, pero sí estoy convencida de que cambiará nuestra mirada de la vida cuando dejemos de ver la pajilla en el ojo ajeno.

Juanita Kremer
Periodista

Que los aguaceros no espanten a los turistas
Medidas para más y mejor turismo.

Colombia es lo que los economistas llaman un 'seller’s market', donde el vendedor es el que fija casi a voluntad el precio de los productos, en el que la ley de la oferta y la demanda se transforma en la sola ley de la oferta, también conocida en España como la 'ley del embudo', por el que pasas te guste o no.

Y ese mercado se muestra en todo su esplendor en La Heroica (Cartagena), ciudad que debería ser turística por antonomasia, pero que vive casi sin turismo extranjero, al menos si la comparamos con ciertas localidades del Mediterráneo mucho menos agraciadas.

Veamos un doble ejemplo de lo que cabría hacer en Cartagena para que mejorara sensiblemente la imagen de Colombia en el mundo. Primero, construir un sistema de cloacas para que los visitantes de edad madura- no tuvieran que entrar en días de aguacero en la mayor parte de los hoteles -de lujo- en brazos de los conserjes; y poner taxímetros a los taxis para evitar las broncas que los extranjeros, especialmente con acento castellano peninsular, se ven obligados a sostener con los aurigas motorizados a causa del precio variable y siempre ascendente del precio de la carrera.

Miguel Ángel Bastenier
Periodista del diario El País

Tecnologías propias
El colombiano es un creador de imposibles.

El nuevo gobierno promete un mejor enfoque del desarrollo tecnológico del país, con inversiones reales del 10 por ciento de las regalías. Y un Colciencias verdaderamente encauzado hacia la creación de un país competitivo a nivel internacional.

Propongo entonces desarrollar una tecnología propia, para explotar los múltiples recursos naturales de Colombia. Porque cuando se importa, además de su costo elevado, hay dificultad para adaptarlas a un país tropical.

Colombia cuenta con un punto a favor: el colombiano es un creador de imposibles. Así lo demuestra la gran cantidad de científicos que en diferentes partes del mundo sobresalen en las diversas ramas de la ciencia y la tecnología y ocupan cargos de importancia, conocidos en el exterior y muchas veces desconocidos por sus connacionales.

Jorge Reynolds P.
Ingeniero electrónico

Diálogo amplio
En el que primen la Constitución y los derechos.

Mi propuesta es trabajar por un país en el que haya pleno desarrollo del Estado social y democrático de derecho, como se enuncia en la Carta constitucional del 91.

Debemos tener un diálogo amplio y profundo. Una verdadera educación en ética y democracia, para construir espacios de reconocimiento y valoración de las diferencias y así fortalecer los sistemas e instrumentos que garantizan la justicia para todos.

Hay que trabajar por un país fundado en el reconocimiento y valoración de sus riquezas, potencialidades y diferencias culturales y naturales. En el que se recupere la política como medio para construir el bien común, y por lo tanto, sea gobernado desde la más profunda convicción ética y moral.

Se debe hacer entender la construcción de la paz como un propósito constante que se logra desde la educación de sujetos integrales y plenos de derechos. Soñemos con un país con un modelo económico justo y redistributivo, que se proponga la generación de riqueza para todos.

Lucía González Duque
Directora del Museo de Antioquia

Juguemos en equipo
El individualismo no sirve. 

Hace unos meses, en una comida conocí a un alto funcionario de una multinacional aquí, en Colombia. Él es suizo, y entre tema y tema llegó el fútbol. Me dejó impresionado la frase que cerró toda la conversación; me dijo: “Colombia tiene excelentes jugadores, pero no saben jugar en equipo”. Mudo me quedé, tenía toda la razón. Desde el colegio he visto este tipo de comportamiento. Pienso que ese es uno de los motivos por los que escogí mi profesión: ¡la música! Componer un disco, grabarlo, tocarlo en vivo, exige un trabajo en equipo total, donde nadie es más ni menos que nadie y la satisfacción es de todos: grupo y público. Es un oficio en el que cualquier diferencia queda atrás, en el que las ideas opuestas enriquecen, construyen, no destruyen.

Siempre le agradeceré a mis padres la educación y la visión de mundo que me dieron; de ellos aprendí que el equilibrio es el mejor camino. Fanatismos, soberbia y poder desenfocados solo traen problemas. Aprender de los puntos de vista opuestos enriquece el alma. Creer que somos los seres más inteligentes del planeta y que nos merecemos todo es un grave error.

Tato Lopera
Teclista de Estados Alterados

Menos miedos
A dar pasos arriesgados.

El origen del desarrollo económico y social de un país radica en la innovación y la creatividad, que no pueden existir sin la noción de riesgo. Sin la construcción de un espíritu creativo y emprendedor que sea capaz de asumir riegos, no lograremos avanzar.

Arriesgarse es equivocarse, es borrar el miedo al error, a no ser perfectos, es dejar que las cosas se construyan desde un espíritu creativo y libre de prejuicios. Para ganar (conocer), debes arriesgarte a perder. Es mucho mejor atreverse a hacer cosas nuevas y creativas, aun salpicados de algunos fracasos, que asumir vivir en la eterna penumbra la seguridad de lo conocido.

Arriesgarse es tomar conciencia de quiénes somos y quiénes seremos, pero sobre todo, implica vencer los miedos de lo que no conocemos y asumir nuevos riesgos.

Giancarlo Mazzanti
Arquitecto

Abrir polos de creatividad
Proyecto en las ciudades intermedias. 

El desarrollo de una sociedad está ligado a su capacidad de innovar, y por tanto, a su capacidad de garantizar espacios propicios para generar y poner en marcha nuevas ideas.
 
Propongo una política estatal vigorosa que se enfoque en crear dichos espacios en el seno de nuestras ciudades intermedias, para convertirlas en ‘polos de creatividad’: centros urbanos atractivos para la convivencia de personas creativas y emprendedoras en diversas disciplinas.
 
 Algunas condiciones básicas que se deberían incentivar son concentrar instituciones académicas, centros de investigación y empresas privadas innovadoras; personas altamente talentosas en diversas disciplinas; entornos urbanos tranquilos, estéticos y funcionales; ambientes sociales y políticos que valoren la diversidad, la tolerancia y la búsqueda de consenso; variedad de ofertas culturales: galerías, teatros, cafés, restaurantes, librerías, bibliotecas, museos y foros; accesibilidad y conectividad.

Alonso Botero
Docente de la Universidad de los Andes 

Una real política del deporte
La actividad física educa y culturiza.

Colombia ha construido y construye su historia persiguiendo utopías que tienen horizonte propio: son los temas de paz, equilibrio en todos nuestros actos, justicia social, salud para todos, educación, seguridad integral. Indudablemente, son palabras y acciones con un fondo de dulce provocación.

El deporte irrumpe como la posibilidad más real de encontrar momentos felices, de que estos corran por nuestro cuerpo y sentimientos, y casi por arte de magia, todos llegamos a ser iguales por un momento, ya sea que estemos sudando en la cancha o vibrando desde la tribuna.

Inspirado por el deporte, el sentimiento de país está a flor de piel. Y al mismo tiempo, el deporte ejerce el maravilloso protagonismo de liderar los códigos educativos y de refinamiento cultural para contribuir a formar el ciudadano que con urgencia reclama nuestro país. Por todo esto debería ser una política de Estado.

Francisco Maturana
Mánager de la Selección Colombia

Más responsables en el fútbol
Reglamento interno para los jugadores.

Considero que en Colombia hay que dignificar el fútbol. Y esto parte de darle más confianza al futbolista. Basta de esos pensamientos de que si se le dan muchas horas de descanso puede hacer cosas indebidas (mucha rumba). No, al jugador hay que darle confianza y hacerlo responsable de una gran profesión que tiene. Cada uno sabe muy bien qué debe hacer y qué no.

También debería existir un reglamento interno entre jugadores y cuerpo técnico que ayude a controlar estas situaciones con sentido común, respetando sus derechos. Estos, a su vez, deben asumir la responsabilidad que tienen con el club, con la gente en general, con los hinchas y sobre todo con los jóvenes que los toman como ejemplo.

Iván Ramiro Córdoba Sepúlveda
Futbolista – Inter de Milán

Hacer ejercicio en el trabajo
Empleados sanos, felices y más productivos.

Para un país mejor sería clave desarrollar un plan de salud preventiva en todas las empresas, utilizando el deporte como herramienta primordial.

La idea es dotar a las compañías, ya sean públicas o privadas, grandes, medianas y pequeñas, de infraestructura especial (gimnasios, canchas pequeñas, entre otros), para adelantar programas bajo la asesoría de tecnólogos deportivos.

Las empresas que pongan en marcha el sistema tendrían incentivos tributarios, complementados con asesoría y ayuda directa de los tres entes que se benefician de los impuestos parafiscales como son el Icbf, el Sena y las cajas de compensación.
 
Con esta iniciativa se favorecerían, en primer lugar, los empleados, pues es mejor prevenir enfermedades que curarlas. Además, serían más productivos y el rendimiento laboral, mayor. Adicionalmente, al tener un menor índice de dolencias, las EPS disminuirían sustancialmente sus gastos por la atención de pacientes.

Santiago Botero
Ciclista