En el país de las fantasías
Filmarse mientras tienen relaciones sexuales es la fantasía más común de los colombianos. El 89 por ciento rechaza el sadomasoquismo.
Lo prohibido, el miedo a ser descubiertos y el interés de ver y ser vistos, son tres poderosos estimulantes de la creatividad sexual. De ahí que tener relaciones sexuales en lugares públicos sea uno de los deseos más frecuentes.
¿Cuáles son las fantasías más recurrentes de los colombianos?
En general, aquellas que incluyen transgresiones y fetiches. A las mujeres las seducen especialmente los juegos de roles, mediante disfraces, mientras que a los hombres, mantener relaciones con más de una persona, así como estar con alguien que no sea su pareja. Esto se debe, según Nereyda Lacera, sexóloga de Profamilia, a una cierta "liberalización de las costumbres" que ha llevado a vivir la sexualidad a través del placer y no solamente como un acto reproductivo.
¿El hombre fantasea más que la mujer?
Sí, porque tiene más altos los niveles de testosterona en comparación con los estrógenos de la mujer. Ambas hormonas son psicoactivas, es decir que por la estimulación del sistema nervioso producen fantasías sexuales, pero la testosterona es mucho más poderosa.
¿Cuáles les generan rechazo?
De acuerdo con Juan Fernando Uribe, urólogo y experto en medicina sexual, las fantasías relacionadas con zoofilia, necrofilia y pedofilia están entre las que generan mayor repulsión. En segundo lugar están las llamadas telefónicas obscenas para obtener placer sexual. "El mundo de las fantasías es muy ancho y no todas las personas están preparadas para este variado menú".
En materia de seducción, ¿las mujeres son más auditivas y los hombres más visuales?
Esto se ha dicho siempre. Sin embargo, de acuerdo con Lacera, algunas mujeres se han vuelto más visuales y se excitan, por ejemplo, viendo o imaginando los genitales masculinos. No sería raro que ellas algún día sean igual o más visuales que los hombres.
¿Existe un auge en los juguetes sexuales para cumplir las fantasías?
Sí. Lacera afirma que antes los juguetes formaban parte de conductas calificadas como morbosas, pero actualmente las parejas, en la búsqueda de enriquecer su sexualidad, están más abiertas al tema y por esto algunos expertos los han involucrado en la terapia sexual. Según Uribe, el auge es mundial y el universo de los juguetes ha evolucionado a gran velocidad.