Florence Thomas

Llegó a nuestro país a finales de la década del 60, cuando los movimientos culturales de Francia ponían en la escena pública la consigna 'prohibido prohibir'. La firmeza de sus decisiones, el ejercicio de su criterio, la conciencia de sus derechos como mujer que construye su autonomía en el diario vivir y la fuerza del amor, la impulsaron a surcar los mares y a permanecer en Colombia. Su admiración por la belleza de nuestro territorio y por la calidez de sus gentes, su capacidad de disfrutar de sus sabores, de sus colores y de la variedad de sus climas le permitieron aprender a pensar, sentir, escribir y soñar en español. Poco tiempo después de su llegada a estas tierras, se vinculó a la Universidad Nacional de Colombia, para aportar sus conocimientos en el campo de la sicología social. La docencia, la investigación, la extensión y la administración universitaria fueron los caminos por donde circularon sus palabras, siempre acompañadas de la fuerza de la argumentación razonada, del entusiasmo por el intercambio con los y las jóvenes estudiantes, con sus colegas, compañeras y compañeros de ruta. Varias generaciones de estudiantes, de profesoras y profesores, y diversos equipos de trabajo académico descubrimos en sus clases y en sus conferencias, en sus artículos y en sus libros, que todos los matices del ejercicio profesional y todas las acciones de la vida cotidiana tienen un sentido profundamente político en tanto siempre inciden en el mantenimiento o en la transformación de la cultura, en la ampliación o la restricción de la democracia.En el campus universitario, en lugares de rumba, en salones de discusión política y en auditorios diversos del país, Florence formula preguntas sobre las relaciones entre mujeres y hombres, sobre el origen de la subordinación femenina, sobre la naturaleza cultural de la opresión, sobre el papel de los medios en la permanencia de imágenes que asumen a las mujeres como cosas y las convierten en objeto de consumo, sobre las identidades masculinas y femeninas. Los títulos de sus numerosos escritos son muestras de los principales hallazgos de sus investigaciones, germen de propuestas transformadoras, éticas y profundamente humanas.Sus obras han puesto al alcance de muchas y de muchos la riqueza de los aportes del pensamiento feminista para comprender "el carácter profundamente político del amor", para reconocer que "la democracia se construye en el país y en la casa", para afirmar que "las mujeres no parimos hijos para la guerra".Su capacidad de escribir de manera clara y sencilla y su voluntad para someter al debate público sus conocimientos, se convierten en un ejercicio constante para que la sabiduría del amor y el amor a la sabiduría se den la mano y confieran nuevos rumbos a las historias personales y colectivas. Desde hace algo mas de 20 años fundó el Grupo Mujer y Sociedad y ha hecho posible que la riqueza de los debates entre quienes lo integran, así como la producción de otras mujeres, circule a través de la prensa hablada y escrita. Ha sido participante activa del movimiento social de mujeres, de las redes de mujeres por la salud y los derechos sexuales y reproductivos, y ha estado presente en el escenario nacional promoviendo que las leyes, las normas y las costumbres reconozcan los derechos de las mujeres como derechos humanos. Florence Thomas le pone corazón a la razón; siente a Colombia, sus conflictos y sus riquezas como propias: tiende puentes entre el nuevo y el Viejo Continente mediante procesos de intercambio y de reconocimientos mutuos en los cuales no tienen cabida las relaciones de dependencia entre países y regiones. Es fuerte y cálida, rigurosa y comprensiva, polémica y animadora de la crítica. Por éstas y por muchas otras razones es hoy una de las 100 mujeres más importantes de Colombia. *Asesora política de mujer y genero del distrito

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