MODA

TOMAR EL PELO
Cuando el cabello está bien, todo lo demás también. Eso sí que es una verdad de perogrullo comprobable por cualquier persona. El cabello ha sido el amo tirano de la vanidad que ha mantenido esclavas y esclavos permanentes. Para la muestra basta recordar el suplicio que padecieron hasta hace unos añitos las crespas; dormir con ganchos en la cabeza, huirle a la lluvia y privarse de las piscinas, soportar el encogimiento del pelo por exceso de frío o de calor y hasta aplancharlo para lucir una cabellera lacia, fueron algunos de los castigos que exigió la moda de una época en que se llegó a considerar el cabello crespo hasta "mañé".
Afortunadamente para estas "mártires" cambió la suerte y como si se tratara de una maldición rencorosa, los alisados fueron reemplazados por las permanentes; se poblaron entonces las ciudades de melenas rizadas, algunas naturales, otras conseguidas a punta de químicos, ganchos y pinzas, horas de peluquería... de sacrificios que definitivamente desplazaron el peine por el "tenedor".
MARRONES SI, TIRONES NO
Aunque las masoquistas encontrarán siempre en la moda capilar imaginativos oprobios para practicarse, la tendencia actual de la peluquería es hacia lo natural por medio de peinados sencillos fáciles de mantener.
Según las últimas creaciones de la estética capilar, lanzadas la primera semana de septiembre en Las Vegas Estados Unidos. durante el campeonato bienal de peluquería, la consigna es ante todo lo natural. Al evento asisten estilistas de talla internacional. Colombia aunque cuenta con varias agrupaciones de profesionales de la peluquería aún no esta afiliada al organismo y no pudo asistir, por lo menos a mirar, ya que la pauta en esta materia hasta ahora la marcan los franceses. Desde París se imponen los estilos de cada temporada inspirados en las estaciones y siempre acordes con la tendencia general de la moda; a nosotros nos llegan "unos mesecitos" después, "domesticados", adaptados a los rasgos físicos latinos y a las necesidades del medio.
MODA 84
Cortes estilo Bob, o sea rectos, parejos y degradados pero siempre con volumen o con ondulación para dar cuerpo, fue la tendencia general en el evento internacional.
Para cabello lacio se impusieron los cortes altos y asimétricos. Se excluyeron los enredos y aparecieron con mucha fuerza los peinados recogidos pero templados, sin volumen.
Si quiere estar a la moda con la peluquiada no basta. En cuanto al tono del cabello se impuso el bicolor que tiene varias aplicaciones; puntas luz, o sea decoloración en las puntas, pensado especialmente para las rubias; el papch, que es un teñido que podriamos llamar disparejo, produce un reflejo de dos o tres tonos de claridad en la capa superior del cabello oscuro y el under-papch, que sin tocar las raíces introduce varios tonos armónicos entre si. Las de ojos oscuros deberán escoger colores del tono de los ojos. Las oji-claras, según los consejos de los estilistas parisinos, tienen toda la libertad para la elección, ya que cualquier tono contrastaría bien.
Para quedar lista basta un secado al natural; si está de afán utilice secador pero con difusor y no olvide que el mejor peine son los dedos.
CON VIDA Y A LA MODA
Si el proceso es científica y profesionalmente aplicado, el cabello no tendrá porque perder vida y cuerpo y para conservarlo basta lavarlo una vez a la semana. Cuando se abusa del shampoo se estimulan las glándulas sebáceas y entonces se produce más grasa en la raíz, se resecan las puntas y se produce la seborrea, o sea la caída anormal del cabello. Para quienes ya padecen este mal hábito, Matilde Rico, presidente de la Asociación de Peluqueros de Colombia, recomienda usar dos tipos de shampoo, graso para la raíz, seco para las puntas. Además,a las mujeres mayores de 25 años y de cabello oscuro, les aconseja aclararlo para evitar un contraste fuerte con las canas que a esta edad normalmente empiezan a aparecer.
Y ahora que ya pasó la época en que las mamás eran las peluqueras de la familia, hay que tener cuidado con los salones de belleza "piratas". En las grandes ciudades del país, la proliferación de escuelas de estética capilar ha tomado proporciones asombrosas. Un promedio de 500 personas egresan cada seis meses de unas 20 academias, de las que según Matilde Rico, "máximo un cinco por ciento son serias. Las demás sólo son negocios, que lo único que hacen es rebajar el nivel profesional del oficio" -