
Trabajo, el reto
El desempleo es el mayor lunar del país. En ello coinciden estos colombianos, que proponen desde estimular el emprendimiento y destinar las regalías para inversión hasta reformar el Dane para conocer con más claridad los datos claves de empleo.
Independizar el Dane
El director debe ser nombrado por períodos fijos.
En el pasado, los discursos políticos eran ejercicios retóricos. Ahora son ejercicios aritméticos. Los gobernantes ya no cantan, cuentan. Pretenden ser juzgados en los tribunales de la estadística. Por desgracia, en Colombia los gobiernos rinden cuentas con sus propias cuentas. Por transparencia y credibilidad, las oficinas estadísticas deben ser independientes. Los gobiernos no pueden seguir presentando el examen y calificándolo al mismo tiempo.
Mi idea es simple (y en ningún momento original): independizar el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), nombrar su director por periodos fijos, crear una junta directiva independiente, eliminar cualquier sospecha de injerencia política. Con cifras creíbles, la democracia ganaría y los políticos ya no podrían mentir con exactitud. Pero no solo eso, los debates mejorarían; ya no se ocuparían de la credibilidad de las cifras, sino de los problemas y sus soluciones. Si este país aspira realmente a modernizarse, debería comenzar por lo fácil, por crear una oficina estadística independiente, que muestre los logros y señale los extravíos de los sucesivos gobiernos.
Alejandro Gaviria
Decano de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes
Un solo sistema
Nuevos regímenes.
Articular un sistema unificado de salud y pensiones, basado en la tributación.
El sistema contributivo –con 18 millones de afiliados y estancado– está siendo socavado por el subsidiado –23 millones de asociados y en franca expansión–, de tal modo que eventualmente lo quebrará.
Se trataría de que en vez de hacer contribuciones a los distintos sistemas de salud, se pagaría un impuesto equivalente, de tal modo que el monto de recursos siga siendo parecido al actual.
No habría un sistema contributivo y otro subsidiado sino uno solo fondeado por todos, en proporción a su ingreso, es decir, que los más ricos alcanzaran a subvencionar a los más pobres. Todos contribuirían, incluyendo a los del sector informal, sobre un medio salario mínimo para poder participar.
Se generaría un fuerte incentivo hacia formalizar la fuerza de trabajo, porque les conviene.
Con las pensiones habría un pago mínimo mensual para acceder a una pensión moderada, y las personas que lo eligieran podrían ahorrar en una cuenta individual de un fondo para alcanzar pensiones mayores.
Salomón Kalmanovitz
Decano de Ciencias Económico-Administrativas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano
Colombiano siempre colombiano
La diáspora puede ser un factor de desarrollo.
En un mundo globalizado, los nacionales que trabajan y viven en el exterior constituyen un potencial enorme de desarrollo.
Las remesas que envían a sus familiares son apenas una muestra de su contribución.
Muchos son embajadores activos y agentes o promotores de la modernización del país a través de la transferencia de ideas, conocimientos y tecnologías, del comercio, del turismo y de la inversión en nuestro país.
Hay casos notables como Shakira, Gabo o Rodolfo Llinás, pero junto a ellos hay miles que continúan o frecuentemente hacen cosas por el país. Sin embargo, no aprovechamos lo suficiente este potencial, como sí lo han hecho China, India e Israel, para poner solo unos ejemplos de países en los que la diáspora ha sido un factor clave de desarrollo.
Este no es solo un reto para la política pública, sino para las universidades, empresas, gremios y asociaciones de todo tipo. Propongo una organización mixta: Colombiano siempre colombiano, liderada por campeones privados (que vivan en el país o afuera) y con apoyo de la Cancillería, el Ministerio de Comercio y el futuro Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que se dedique a promover vínculos activos de los colombianos en el exterior con entidades, redes o iniciativas en el territorio nacional.
Guillermo Perry
Economista, investigador asociado a Fedesarrollo y profesor de la Universidad de Harvard
Aprovechar las oportunidades
Sin investigación no hay futuro.
Uno de los grandes retos de Colombia es lograr un crecimiento económico con mayores oportunidades de empleo. La sociedad actual, globalizada, con explosión del conocimiento, ofrece oportunidades enormes a los países que sepan aprovecharlas.
Hay dos puntos claves para ayudar en este propósito. El primero tiene que ver con la formación de investigadores. Mientras Brasil forma 10.000 doctores al año; el Reino Unido, 16.000, y Argentina, 800, en Colombia la cifra solo llega a 100.
Hay que impulsar la interacción entre las universidades, los centros de investigación y las empresas para formar personal calificado, al mantener y profundizar los estímulos crediticios y tributarios a quienes participen en esta tarea.
Una parte importante del presupuesto de Colciencias debería dedicarse a consolidar los mejores grupos de investigación, para que logren una masa crítica de investigadores que les permita competir a nivel internacional y desarrollar bienes y servicios de alta tecnología. Se deberían abrir convocatorias con montos significativos, al garantizar la continuidad del financiamiento contra resultados medibles.
El segundo aspecto es facilitar el emprendimiento, para lo cual es indispensable mejorar la eficiencia del Estado, al reducir el tiempo y los costos en que se incurre para crear y desarrollar una idea talentosa y potencialmente productiva. En América Latina se necesitan dos meses para crear una empresa frente a 10 días en los países desarrollados.
Adicionalmente, debemos generar fuertes incentivos para las nuevas empresas, que les permitan contar con un tiempo razonable para producir un producto o un servicio.
Alain Gauthier
Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes
Tierras para jóvenes campesinos
Se deben entregar hasta 10 hectáreas por persona y el Estado debe dar el 30 por ciento de la inversión.
El 95 por ciento de los jóvenes que militan en los grupos ilegales son campesinos pobres, en su mayoría, provenientes de municipios en los que la inasistencia a la escuela es cuatro veces mayor que en las ciudades.
¿Cómo cambiar de rumbo? Convirtiendo a estos estudiantes en empresarios propietarios. Sus tierras no podrán ser mayores de 10 hectáreas y el Estado aportaría 30 por ciento de inversión, mientras que la banca concedería el crédito sobre los flujos futuros provenientes de la venta de lo producido; un contrato con la empresa privada permitiría que se garantice la compra de sus cosechas por 20 años.
El Sena, el Incoder, la banca y la empresa privada serían garantes de la operación de este esquema. Primero, se descentralizaría en esas regiones y subregiones y con el 30 por ciento de las regalías se crearía un fondo de emprendimiento rural. Además, las empresas que lo apoyen contarían con estímulos tributarios. Se destinarían las tierras decomisadas por la Oficina de Estupefacientes. Y habría una reforma agraria para democratizar la tenencia improductiva de la tierra.
Óscar Tulio Lizcano
Ex congresista
RSE obligatoria
Las grandes empresas deben ser responsables.
Para un país mejor propongo mejorar la calidad de vida de los colombianos a través del trabajo conjunto entre la sociedad civil, el sector privado y el Estado. ¿Cómo? Haciendo obligatorio que todas las empresas que funcionen en Colombia con utilidades superiores a los 5.000 millones de pesos al año tengan como una obligación adicional a las ya impuestas por ley ejecutar planes de responsabilidad social empresarial (RSE).
Para construir un país mejor será necesario fortalecer y crear proyectos orientados al emprendimiento educativo, cultural, ambiental y deportivo. Imaginemos que cada una de estas grandes compañías contribuyera a crear una escuela, patrocinara a un deportista, apoyara manifestaciones artísticas, plásticas o folclóricas e incentivara prácticas sostenibles para el manejo del medio ambiente. El resultado sería un sector productivo involucrado en la vida de sus trabajadores y de los ciudadanos, que generaría una calidad de vida cuantificable no en dinero, sino en acceso, igualdad de oportunidades y bienestar, para tener ciudadanos libres en pro del desarrollo.
Bajo esta nueva ley, en pocos años tendremos una Colombia donde abundarán megaproyectos de RSE, fruto de alianzas entre las distintas empresas, que serán garantes de sus propios proyectos, con plataformas sólidas y ejecutables en el tiempo.
Los empresarios tomarán conciencia de que su inversión retornará a largo plazo cuando vean sus marcas relacionadas con el crecimiento del país en nuevos ámbitos. Sin lugar a dudas, con iniciativa, disposición y compromiso de quienes tienen los recursos para generar este tipo de proyectos, haremos de Colombia un país mejor.
Lina Rodríguez Fernández
Gerente del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias
Explotación ecológica de los recursos
Centros Productivos financiados con impuestos.
Colombia debería crear los centros productivos regionales (CPR), núcleos de información y capacitación para manejar y explotar de manera ecológica la tierra, vinculados a instituciones pedagógicas nacionales e internacionales.
Los CPR fomentarían la capacidad creativa de los habitantes al ofrecer una gama importante de eventos culturales, un espacio natural de debate y un acceso fácil a créditos blandos subsidiados por el respectivo departamento.
Estos serían financiados por un impuesto del 14 por ciento sobre las utilidades de las empresas que produjeran un capital neto de más de 3.000 millones de pesos anuales.
Los CPR estarían ubicados en medio de reservas naturales o áreas de producción agrícola, donde puedan asumir un papel estratégico en el desarrollo de nuevas tecnologías limpias de producción, actuando así como pilotos de investigación y experimentación.
Su programa incluiría: área administrativa, laboratorios, zona experimental de preparación de alimentos, aulas de capacitación, taller, salón múltiple, auditorio y un centro de información integral.
La arquitectura de los CPR debería servir de piloto en la autosostenibilidad y en desarrollo bioclimático y tecnologías verdes.
Sería un modelo sistémico expandible y replicable a otros proyectos.
Felipe Uribe de Bedout
Arquitecto
¡Inversión pa’ mi gente!
Ingenio y creatividad, los activos más valiosos.
Colombia tiene el potencial y la materia prima para ser un país mejor. Estos están representados en diversidad, escenarios paradisíacos, riquezas naturales, tierra fértil, frutos exóticos y, por supuesto, en su gente pujante y trabajadora.
Con base en la confianza y la institucionalidad que abriga el presente, propongo reforzar el tema de la inversión nacional y extranjera, y con una inyección de capital dinamizar esos procesos productivos llenos de ingenio y creatividad que caracterizan al hombre colombiano. Una buena forma es fortalecer nuestras comarcas como rutas turísticas excepcionales.
Si apoyamos la industria y generamos empresa estaremos derrotando ese desempleo cercano al 12 por ciento que tanto aterra a los colombianos y que, indudablemente, profundiza el abismo social entre pobres y ricos. La inversión es sinónimo de crecimiento, oportunidades y desarrollo, y antónimo de injusticia social.
Si las autoridades locales y regionales diseñan estrategias que incentiven a los nuevos inversionistas, como la exención de impuestos, si nos convencemos de que cada uno de nosotros, dirigentes, sociedad civil y empresarios, somos los mejores propagandistas de nuestro querido país y tenemos en nuestras manos el don de ser forjadores, entonces podremos decir que estamos construyendo patria.
Jorge Barón
Presentador
Mejor recaudo y seguridad
Los recursos garantizarán empleos estables.
Las obligaciones del Estado con sus ciudadanos imponen una economía sana, con reglas estables, fiscalmente eficaz, propicia a la inversión, al desarrollo sostenible y a la creación de trabajo. Se lograría mejorando el recaudo y la aplicación de impuestos y dando seguridad a la inversión.
Una sociedad justa, pluralista e incluyente exige acceso a educación de calidad al darle prioridad sobre otros rubros y al favorecer la vinculación privada en el proceso; también demanda mejorar el sistema de salud y la nutrición y eliminar las discriminaciones de género. Ello sería posible al aplicar una política social estable y consistente.
Es indispensable reformar y fortalecer la justicia para hacerla accesible y oportuna, y preservar para el Estado el monopolio de la fuerza para asegurar la vigencia de los derechos individuales y colectivos. Se propiciaría una reforma a la justicia, se aumentaría su participación presupuestal y se impulsarían sistemas expeditos y simples para la resolución de conflictos.
Combatiría la corrupción, la penetración de la economía de la droga en la sociedad y la financiación de grupos armados ilegales, y propondría alternativas económicas sostenibles para los campesinos, al ofrecerles la posibilidad de ser relocalizados en tierras productivas recuperadas de quienes las adquirieron con dineros ilegales o expoliación.
Nicanor Restrepo
Ex presidente del Sindicato Antioqueño
Regalías para planes ambientales
El modelo ha dado resultado en Brasil y Chile.
Una de las tareas fundamentales para mejorar la competitividad del país es fomentar el desarrollo científico y tecnológico a través de mayor inversión estatal y privada en esos campos. Y también, hacer un gran énfasis en la educación en ciencias a todos los niveles, incluyendo los procesos de apropiación social de la misma.
Una estrategia que ha dado resultado en países como Brasil o Chile es destinar un porcentaje de las regalías mineras a financiar grandes proyectos en áreas estratégicas como el medio ambiente o la biodiversidad. Igualmente, es fundamental promover una modernización acelerada del sector productivo nacional, con énfasis en crear nuevas empresas de alto contenido tecnológico. En las universidades importantes existe una buena capacidad para generar propuestas originales, por lo cual se deberían desarrollar estrategias para orientar y financiar proyectos de grado en sectores claves, que culminen con la creación de una empresa, utilizando para ello mecanismos como fondos de capital de riesgo e incubadoras.
Eduardo Posada Flórez
Presidente de la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (Acac)
Nuevos espacios para la inversión
A mostrarnos como un mercado en crecimiento para que lleguen más negocios.
Para ser un país próspero, en el que haya oportunidades para todos, Colombia necesita que todos invirtamos en el crecimiento de sus empresas mediante herramientas seguras y confiables, que nos permitan acceder a los beneficios que el desarrollo económico trae consigo.
Esto es posible a través de un mercado de capitales vibrante y en pleno desarrollo, como el que tenemos en la actualidad, pero en el que aún se necesitan más inversionistas y más compañías que participen activamente en él, para crear empleo, generar riqueza y atraer más inversión para fortalecer las bases de un futuro sólido para todos, incluso para quienes más allá de las fronteras ven en nuestro mercado una opción de crecimiento.
Por eso, hay que perseguir crear espacios de inversión con otros países y, sobre todo, continuar con la tarea de mostrarnos como un referente de crecimiento ante el mundo, para que sea gracias a la llegada de ese impulso externo que nuestra economía encuentre el camino hacia la prosperidad.
Juan Pablo Córdoba Garcés
Presidente de la Bolsa de Valores de Colombia