VALLE DEL CAUCA

BUENA LETRA
Transitoria recuperación experimenta la industria papelera.
El sector de las Artes Gráficas colombiano fue uno de los más golpeados por la recesión, que ha venido afectando la actividad económica nacional durante los últimos tres años. El receso en esta área fue particularmente intenso y se reflejó en una baja muy notoria en la demanda por papeles de escritura e imprenta, hasta el punto en que Propal S.A., por ejemplo, tuvo que parar su planta durante 38 días en 1983 por falta de pedidos.
El sector sin embargo, ha experimentado desde hace cuatro meses una recuperación aparentemente vigorosa que parte desde un nivel de actividad muy bajo, pero cuya verdadera dimensión es aún difícil de cuantificar porque se han conjugado algunos factores coyunturales que revisten el fenómeno de características especiales: aumento en el promedio de inventarios con que venían trabajando las Artes Gráficas; colocación de mayores pedidos con anterioridad a la vigencia del nuevo régimen de Impuesto a las Ventas I.V.A. (Impuesto al Valor Agregado) por temor a su incidencia; expectativas crecientes hacia el aumento de precios de papel, lo cual generó actividades especulativas; demanda estacional de fin de año; temporada escolar del Calendario A; mayor sustitución de importaciones para ahorrarle divisas al país.

RESPUESTA DEL SECTOR PAPELERO
Productora de Papeles S.A. "PROPAL", el principal proveedor de papel de impresión y escritura en el país, ha venido respondiendo eficientemente a esta mayor necesidad momentánea de papel, proporcionando entregas muy superiores a las de períodos comparativos anteriores y ha otorgado tal importancia a su responsabilidad hacia los mercados domésticos, que inclusive ha sacrificado importantes pedidos de exportación conseguidos con gran esfuerzo y tenacidad, dejando de cultivar interesantes mercados externos importantes para el país y que serán necesarios en el futuro para mantener una adecuada utilización de sus equipos instalados.

PERSPECTIVAS A MEDIANO Y LARGO PLAZO
Esta situación de altos pedidos se considera muy transitoria, ya que una vez que imperen condiciones normales en el mercado papelero nacional, se evidenciará una preocupante sobreoferta como resultado de la participación en la oferta de papeles blancos de Cartón de Colombia, y sobre todo, por el arranque próximo de Papelcol. Esta sobreoferta hará que el sector papelero colombiano trabaje a partir de 1985 con una capacidad instalada inferior al 60%, cuando lo normal para una industria papelera eficiente es trabajar al 90%. Una preocupante perspectiva sin clara solución a la vista.

INDISPENSABLE EXPORTAR
No quedará otra alternativa que mirar hacia mercados externos: nada fácil de conseguir, dadas las desventajas comparativas que tendrán que afrontar los papeleros colombianos en el mercado internacional, especialmente con un proveedor tan fuerte como Brasil: estructura de costos más favorable, producción en condiciones favorables de economías de escala y generosos subsidios de sus gobiernos. Menos fácil aún, teniendo en cuenta que el exceso de oferta papelera será un fenómeno mundial que se reflejará en el mercado colombiano a través de precios dumping.
La única oportunidad de mantener un nivel competitivo para el sector papelero colombiano se fundamenta en el aprovechamiento de su excedente exportable, y esto implica obtener un decidido apoyo por parte de las entidades oficiales encargadas de darle un mayor auge a nuestras exportaciones, bien sea a través de un CERT competitivo, y a través de líneas de crédito más amplias.
Mientras tanto PROPAL no ahorrará el menor esfuerzo en seguir proporcionando al mercado colombiano una óptima materia prima para la comunicación escrita y continuará dentro de su política de desarrollo de nuevos productos en beneficio del progreso de las Artes Gráficas colombianas.