¿Cómo es el método japonés para ahorrar dinero?

Desde hace décadas, los expertos en finanzas han aconsejado a las personas incluir el ahorro en sus hábitos o en su rutina. Guardar dinero es una de las formas de garantizar que en el futuro podrán hacer inversiones, tras lograr acumular un capital con constancia.

Sin embargo, en un mundo acaparado por el mercado, que cada segundo lanza un producto nuevo o innova con alguna nueva tecnología, es muy difícil controlar el gasto.

Comprar unos tenis, una muda de ropa, comerse una hamburguesa y darse ciertos lujos puede ser reconfortante, pero no es tan bueno para sus finanzas si no tiene un colchón de respaldo.

Aunque el ahorro es un solo hábito, lo cierto es que hay muchas formas de hacerlo y algunas permiten acumular mucho dinero sin darse cuenta. Le contamos cuál es uno de los métodos más conocidos.

Así puede implementar el método japonés para ahorrar dinero

Existe un método muy popular de ahorro que proviene de Japón. Se trata del método Kakebo, que se ha popularizado en los últimos años. Básicamente, el método indica que se debe crear una agenda, ya sea digital o física, en la que se debe crear un ahorro doméstico y llevar las cuentas.

En esta debe reportar sus ingresos y gastos día a día, para hacer una evaluación de los mismos a final de mes y luego de forma anual. La clave de este método es tomar consciencia de todo lo que compra a día y que pasa desapercibido para su mente.

Es importante que determine en qué gasta su dinero, cómo lo gasta y cuándo lo gasta. Con esta información, podrá ponerse metas financieras o límites de gasto y así dominar con las dos manos su presupuesto.

Si está pensando en comprar una casa, un carro o algún otro artículo, es importante que incluya este gasto en su presupuesto, para que sepa cuánto dinero tiene la capacidad de pagar.

De acuerdo con el portal Clara, este plan de ahorro le permite conocer sus finanzas de primera mano, sin cuadros o tablas complicadas. Así puede hacerlo:

• Ingresos: aquí debe apuntar todo el dinero que ingresa a sus cuentas como un activo, ya sea su sueldo o algún rendimiento de inversión
• Gastos fijos: en esta categoría debe considerar los gastos como alquiler, hipoteca, cuotas de deudas, entre otros.
• Ahorros: aquí debe reportar cuál es el dinero que puede ahorrar cada mes o que está dispuesto a guardar.
• Presupuesto: este valor se calcula con respecto a los gastos fijos y los ingresos de cada mes. Debe dividirlos y calcular, en promedio, cuanto tiene que gastar por semana.

Una de las ventajas de este método es la posibilidad de que analice en qué se va cada centavo de su bolsillo. Al final podrá darse cuenta de que hay algunos gastos que son muy altos o que no merecen el suficiente presupuesto. Estos son los que debería recortar.

Los expertos también recomiendan priorizar el efectivo en sus gastos. Esto, debido a que cuando se paga con tarjetas, muchas veces el consumidor no es consciente de cuánto está gastando y cuánto le queda.

También es importante que reduzca en gastos hormiga, como el almuerzo en la oficina o el café por la mañana. Aunque parezca más fácil adquirirlos en restaurantes, si los lleva desde su casa podrá ahorrar unos buenos pesitos.

Compartir gastos también garantizará que su bolsillo pueda estar más cómodo. Por ejemplo, puede tener una membresía de un portal de ‘streaming’, suscripciones a gimnasios e incluso compras al por mayor.

Finalmente, puede optar por automatizar sus ahorros. Es decir, configurar en su cuenta bancaria una transferencia mensual que llegue a una cuenta, en la que irá acumulando dinero de a poco.