Ahorro
¿Cómo gastar menos en alimentos sin sufrir hambre?
Existen cinco consejos útiles para tener en cuenta a la hora de ir a un supermercado o establecimiento comercial de venta y compra de alimentos.
Uno de los temas que influyen y demandan atención financiera en los gastos del día a día son los alimentos. Debido a la inflación, varios productos sobrepasan su costo establecido, por lo que adquirirlos se ha convertido en un reto económico.
De acuerdo con Business Insider, durante este 2022 el precio de la mayoría de alimentos se ha disparado. Para mayo, la inflación volvió a ganar poder y el costo de los productos aumentó un 8,7 %, según el avance del IPC del Instituto Nacional de Estadística de España.
Conjuntamente, en países como Colombia la pobreza se redujo un poco, al pasar de 42,5 a 39,3 por ciento del total de la población entre 2020 y 2021, pero esto no ha sido suficiente para reducir el hambre. Incluso, en febrero pasado la FAO aseguró que el país latinoamericano es uno de los territorios con mayor riesgo alimentario en el mundo en 2022.
En vista de la problemática, que acarrea a naciones de todo el mundo, las personas buscan alternativas o consejos para gastar menos en sus alimentos; siempre y cuando no se aguante hambre, pero sí sea visible un ahorro que aporte a la economía personal y familiar. Mucho más en estos tiempos de inflación.
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Ir al supermercado ya no es como antes, pues ahora las compras salen más caras. En ese sentido, la FAO se refirió a la situación alimentaria mundial hace unos días. Aunque el organismo internacional dice que el índice de precios de los alimentos cayó por segundo mes consecutivo en mayo, alimentos como cereales, aceites vegetales, productos lácteos, carne y azúcar, aún siguen con precios un poco altos.
Así las cosas, Business Insider comparte algunas claves para gastar menos en alimentos, sin la necesidad de sufrir hambre o no alimentarse de buena manera.
1. Cocinar: preparar los alimentos en casa es una forma de comer sano y ahorrar dinero. Sin embargo, hay quienes por diversas causas suelen adquirir sus comidas fueras del hogar, algo que se está catalogando como la lunchflation (inflación de almuerzo), según expertos en negocios de CNN.
Es por ello que así como el precio de los alimentos sube, el de establecimientos de comidas, restaurantes, hoteles y demás también. Por ejemplo, para abril, la cesta de la compra se ha encarecido en un 8,3 %, por lo que una de las alternativas para comer bien es cocinar desde casa y saber proporcionar cada comida.
2. Conocer los productos de temporada: si bien es cierto que la inflación a veces no mide los tipos de productos, hay alimentos que suelen ser más económicos que los otros y esto se debe a su temporada de cosecha y comercialización.
Para los expertos, los productos que están en temporada cuestan menos producirlos, así que sus precios son más asequibles. Antes de ir a comprar, se recomienda consultar cuáles alimentos están en época de cosecha, incluso, se le puede hacer la cuestión a los mismos vendedores para agregar más de estos a la canasta.
3. Límites: varios portales de consejos de ahorro y alimentación dicen que hay que aprender a limitarse a comprar lo que únicamente se necesita para comer. No obstante, hay quienes no miden las consecuencias y una de ellas es el desperdicio.
Por ejemplo, en Colombia se pierden y se desperdician un total de 9,76 millones de toneladas de alimentos, lo cual equivale al 34 % del total, según el Departamento Nacional de Planeación.
4. Planificar la compra: aunque es un método que suele ser análogo, hacer una lista escrita de los productos que se van a comprar antes de ir a un lugar de comercio es una buena idea para gastar menos en alimentos sin sufrir hambre. Insider aconseja hacer la lista de manera inversa, teniendo como base todo lo que se tiene en casa y en función de ello comprar lo necesario para usar lo disponible.
5. Dar oportunidad a las marcas blancas: las preferencias de cada persona de algunos productos se dan por las marcas. Sin embargo, un informe internacional de la Organización de Consumidores y Usuarios dictamina que “las cadenas de distribución han incrementado sus precios un 9,4 % en el último año”.
Cada sujeto es libre de elegir sus productos preferidos, pero si busca ahorrar dinero y comer bien se recomienda dar la oportunidad a nuevas marcas no tan conocidas y con buena disponibilidad. Para ello, se puede hacer una comparación de precios en el mismo establecimiento de compra y venta de alimentos.