AHORRO

El método de ahorro que pocos usan en Colombia y puede ser 100 % efectivo

Algunas personas afirman que empezarán a ahorrar cuando ganen más dinero, ¿pero en realidad lo hacen?

24 de febrero de 2021
Con este método se espera que a los 35 años las personas cuenten con un ahorro que duplique sus ingresos y lo triplique a los 40 años.

Los colombianos son conscientes de la importancia de contar con un ahorro para el futuro, para proyectos familiares y personales como compra de vivienda o acceso a la educación superior, así como para tener una protección en caso de presentarse alguna emergencia.

Pero, a pesar de saberlo, son muy pocos los hogares que actualmente cuentan con un método de ahorro definido.

Según Camilo Romero, gerente comercial y experto en finanzas personales de Resuelve Tu Deuda Colombia, en el país son contadas las personas que tienen la cultura del ahorro, principalmente porque no tienen un presupuesto detallado de sus ingresos y gastos, lo que dificulta el manejo de sus finanzas personales y la planeación de un ahorro.

Ahorros. Guido Mieth / Getty Images.
Ahorros. Guido Mieth / Getty Images. | Foto: Getty Images

Asimismo, señala el experto, “otro factor que influye es que debemos asociar el ahorro con metas de mediano o largo plazo y actualmente las personas están más enfocadas en obtener las cosas de forma inmediata”.

De igual forma, la falta de una cultura de ahorro obedece a varias razones: “tengo muchas deudas”, “no recibo el salario que merezco por mi trabajo”, “tuve que responder por otros gastos”, son algunas de las excusas que dicen las personas.

Entre las más comunes, también afirman no contar con los ingresos suficientes para ahorrar. A su vez, aseguran que una vez que ganen más dinero, empezarán a hacerlo.

Para Romero, “el problema del ahorro es la falta de presupuesto no las deudas. Si las deudas no te dejan ahorrar es por una mala administración. Las personas podemos ahorrar con deudas siempre y cuando estas deudas sean para formar un patrimonio, tales como el crédito para una casa, un carro, una remodelación a algunos estudios que en futuro me harán generar más recursos”.

Sin embargo, no siempre es así. Conforme crecen nuestros ingresos, nuestra calidad de vida tiende a mejorar y, así mismo, solemos gastar más. Por ejemplo, salimos más seguido a restaurantes finos, compramos ropa de mejor calidad o de marca, viajamos más o decidimos conseguir un espacio (casa o apartamento) más grande.

Rumba

Entonces se repite la excusa, e insistimos en que vamos a ahorrar cuando ganemos tal cantidad de dinero, porque nuestros ingresos siguen siendo insuficientes con el nuevo estilo de vida. Por eso, no debe condicionar el inicio de su proceso de ahorro al monto de sus ingresos. ¿Por qué dejar para mañana lo que puede hacer hoy?

De acuerdo con Camilo Romero, “el tema del ahorro no es para los que más ganan, sino para los que logran mantener sus gastos por debajo de sus ingresos. Y una buena forma de lograrlo es con un presupuesto”.

Un método de ahorro efectivo puede garantizarle tranquilidad en el futuro tanto que, dependiendo de cómo gestione dichos recursos, el dinero podría trabajar por usted en los años venideros.

Esto porque para ahorrar, recuerde, no solo implica guardar dinero, también es esencial complementarlo con inversiones en fondos, negocios y carteras que puedan generarles mayor rentabilidad a esos recursos.

Uno de los puntos clave antes de definir un método de ahorro, es necesario establecer cuáles son sus objetivos financieros y qué estilo de vida quiere mantener. Con esto en mente, le mostramos una buena opción que le funcionará como guía para saber cuánto debe ahorrar según su edad y que puede ser 100 por ciento efectivo.

A los 20 años

En esta etapa de la vida es normal querer disfrutar del tiempo con los amigos, aventurarse a viajar, salir a comer o simplemente darse un gustico. Sin embargo, durante estos años es fundamental que los jóvenes destinen el 25 por ciento de sus ingresos (salarios, ingresos extras, utilidades de tus negocios) para sus ahorros.

Para ello, los veinteañeros deben acostumbrarse a vivir con menos de lo que devengan, reducir sus gastos de tal forma que el 75 por ciento de lo que ganan sea suficiente para cubrirlos y mantener su estilo de vida.

Por su parte, Camilo Romero recomienda que antes de elaborar un plan de ahorro, se debe generar un presupuesto mensual.

“Una vez ya sabemos cuántos son nuestros gastos primarios, los cuales no deben superar el 70 por ciento de nuestros ingresos, podemos ver que del otro 30 por ciento vamos a destinar un 20 por ciento para pago de deudas y entretenimiento, y así llegamos al 10 por ciento que podremos guardar mes a mes”, asegura el experto de Resuelve Tu Deuda.

A los 30 años

Cuando llegue a los 30 deberá tener ahorrado el equivalente de sus ingresos anuales. Es decir, si por su trabajo recibe 15 millones de pesos al año, tiene que contar con unos ahorros totales de 15 millones de pesos o más para esta edad.

¿Por qué debe pagarse a sí mismo primero? | Foto: GETTY

Este ahorro no solo incluye la cantidad ahorrado por motivo de aportes a pensión, también debe haber inversiones en carteras colectivas, propiedad raíz, o incluso el dinero que has invertido en un negocio en marcha, así como otros ingresos adicionales.

Es a partir de esta edad que el interés compuesto empieza a tener efecto sobre los recursos ahorrados. Ahora, el interés compuesto es aquel que se va sumando al capital inicial, y sobre el cual se van generando nuevos intereses. En otras palabras, es un estímulo para el ahorro gracias a su efecto multiplicador porque el capital inicial crece a medida que se adicionan los intereses.

Con este método se espera que a los 35 años las personas cuenten con un ahorro que duplique sus ingresos y lo triplique a los 40 años.

Igualmente, que a los 45 años su ahorros sea 4 veces su salario; 5 veces a los 50; 6 veces a los 55; 7 veces a los 65 y 8 veces a los 65 años.

Romero resalta que el ahorro es la base principal para evitar sobreendeudarnos y es una de las mejores maneras para mantener nuestro patrimonio y una tranquilidad financiera en el mediano y largo plazo.