Ahorro e Inversión
Finanzas personales: los tres pecados financieros que más afectan al bolsillo
Saber cuánto gana y cuánto gasta es importante para tener una economía organizada.
Una buena salud financiera se puede convertir en el mejor aliado de las personas cuando se asoman los tiempos de crisis y hay que reducir gastos o enfrentar eventualidades que exigen usos de un dinero que no se tenía presupuestado. Según los expertos, saber cuánto se tiene y cuánto se gasta es primordial para evitar que la plata se esfume sin saber en qué.
Tener una vida cómoda, con ingresos asegurados, una casa grande, muchos lujos y gran parte del futuro definido, incluso en lo que respecta a la jubilación, es sin duda el sueño de muchas personas que se levantan todos los días a trabajar con la esperanza de que todo mejore en el largo plazo y puedan vivir como consideran que se lo merecen.
No obstante, este tipo de sueños no se logran de la noche a la mañana y en casi todos los casos exige mucho esfuerzo, preparación, constancia y responsabilidad por parte de quienes emprenden esta tarea, más aún en tiempos como el actual, donde la inflación está mermando el poder adquisitivo de miles de hogares.
Basta con tener en cuenta que, según el Banco de la República, la tasa de inflación anual para julio se ubicó en 10,21 %, un máximo histórico que no se supera desde hace dos décadas y obliga a que los colombianos aprieten el bolsillo y optimicen el gasto, reduciendo muchas veces la calidad o la cantidad de lo que se compra habitualmente.
Así mismo, la junta del emisor elevó las tasas de interés hasta 9 % para el mes de agosto, registrándose un aumento de 150 puntos básicos. Sumado a esto, el comportamiento del dólar en julio, que alcanzó un valor récord de $4.625, puso en alerta y en aprietos el bolsillo de los colombianos, aunque ya parece dar un respiro y regresó a los $4.300 en promedio.
Ahora bien, según expertos como Juliana Matiz, fundadora de Investopi, si bien tener unas finanzas personales organizadas puede ayudar a que los tiempos de crisis sean más llevaderos, puesto que se tiene conciencia del uso que se le está dando al dinero. Hay ciertos errores que la gente comente normalmente, los cuales afectan seriamente el bolsillo.
El primero de ellos es gastar más de lo debido. Esto sucede cuando no se tiene un control de gastos y una estructura de las finanzas que permita hacer un seguimiento al movimiento del dinero. Para ello, dijo Matiz, es necesario que se empiece por crear un presupuesto el que se detalle hasta los gastos hormiga, que es por donde generalmente se va el dinero.
“Los gastos hormigas pueden ser esos 200 pesos de un chicle o los mil de pan que se compran para matar un antojo. Puede que en ese momento parezca poco, pero si se suma en un presupuesto, divinamente se puede estar hablando de un dinero que, usado inteligentemente, ayuda a cosas más urgentes. No se trata de no darse gusto, sino de ser conscientes de cuánto se gasta en ellos”; dijo Matiz.
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El segundo error es no ahorrar. Gastar todo lo que se gana o recibe mensual o quincenalmente, evita que se tengan reservas para enfrentar imprevistos y en caso de que sucedan, las personas tienen que recurrir a endeudarse. Además, cuando se tienen ahorros, se puede pasar al siguiente nivel que es invertir y de esta forma generar ingresos adicionales para, ya sea a nivel personal o familiar.
“En este punto se debe tener cuidado de no caer en estafas financieras buscando una mayor rentabilidad de las inversiones. La falta de una educación financiera puede hacer más vulnerables a las personas a este tipo de prácticas y delitos. Por eso se recomienda investigar a detalle los negocios o inversiones prometedores”, agregó esta experta.
En este punto es clave prestar atención a la trayectoria de la entidad que ofrece tales inversiones, las experiencias de otras personas, las condiciones para obtener rentabilidad; también estar alerta si los recursos no aparecen a nombre propio o las ganancias dependen de atraer más personas con capital.
“En tercer lugar, y más como un consejo, se debe saber que no rentabilizar la plata y dejarla quieta y solo ahorrada también puede ser un error. Tener el dinero bajo el colchón es muy mal negocio, sobre todo en este momento, porque la plata a raíz de la devaluación está perdiendo cada día mayor valor. Lo ideal es mantener el capital ahorrado en movimiento y en una alternativa que por lo menos lo blinde de la inflación y la devaluación”, concluyó esta experta.
¿Cómo hacer un presupuesto realista?
Juliana Matiz, fundadora de Investopi, hizo una última recomendación para quienes quieren empezar a organizar su vida financiera, a quienes les dijo que hay diversas maneras en las que se puede dividir los ingresos mensuales, pero lo más fácil es hacer una separación sencilla de los gastos para empezar a poner en práctica. Lo ideal es organizarlo de la siguiente manera:
1. Vivienda (servicios públicos, arriendo o pago de cuota): 30%.
2. Alimentación (mercado, domicilios y comidas por fuera): 20%
3. Educación propia o de los hijos: 20%.
4. Transporte, ocio y demás: 15%.
5. Pago de deudas (tarjetas de crédito y otros préstamos): 10%
6. Ahorro e inversión: 5%
Los gastos no contemplados inicialmente en el presupuesto, como son los imprevistos, se deben incluir dentro del rubro de transporte, ocio y demás, pero no se recomienda comprometer el presupuesto de vivienda, educación, alimentación ni deudas.