ECONOMÍA
Matrícula cero: la gran promesa de campaña que Duque ha cumplido
Aunque se trata de un beneficio clave, sigue el interrogante acerca de si la asignación de ayudas sociales por estrato es la manera más justa de redistribuir recursos para atacar desigualdades. Muchas familias con altos ingresos tienen viviendas rotuladas como estrato 1, 2 y 3.
El anuncio realizado por el presidente Iván Duque de que el Estado financiará la matrícula de estudiantes de estratos 1, 2 y 3 cayó como un bálsamo para millones de manifestantes, que se han tomado las calles en las últimas semanas.
Sin duda, esta política desactiva uno de los descontentos que vienen presentando los jóvenes en el país, ya que buena parte no puede acceder a educación superior, ya sea técnica, tecnológica o universitaria.
Según el jefe de Estado, esto significa que cerca del 97 % de estudiantes en universidades e instituciones públicas tendrán cubierta su matrícula. “Sabemos que la pandemia ha traído muchos efectos negativos en el ingreso de las familias y, por lo tanto, muchas expresaron la necesidad de poder tener un mecanismo para ayudar a cubrir los gastos de la educación”, agregó.
Por su parte, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, indicó que el objetivo es convertir este beneficio en política de Estado y así brindar una real oportunidad para los jóvenes en el país.
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“Por eso, esto será muy importante la construcción de un pacto por la juventud y, también, escuchar a distintos sectores de nuestro país. De esa manera, construimos también un pilar fundamental de equidad en Colombia”, puntualizó.
Lo anterior indica que el Gobierno buscará avanzar en uno de los puntos que traía la reforma tributaria del exministro Alberto Carrasquilla. Según el articulado retirado, se buscaba destinar recursos para aportar al pago parcial o total del valor de la matrícula de estudiantes en condición de pobreza, pobreza extrema o vulnerabilidad de las instituciones de educación superior públicas.
Eso sí, es clave leer la letra menuda. Como se ve, en la propuesta inicial se buscaba focalizar (priorizar) por medio del nuevo Sisbén, que permite tener una foto más clara de cuáles son las condiciones sociales y económicas de los hogares.
No hay que olvidar que este año, el Departamento Nacional de Planeación lanzó el Sisbén IV, una potente base de datos que ya muesstra la realidad de más de 23 millones de colombianos. La idea es que esta sirva para entregarles subsidios a las personas que realmente los necesitan, y no a los históricamente llamados ‘colados’.
A pesar de lo anterior, la nueva propuesta de matrícula cero la cosa cambia. Según el anuncio de Duque y la ministra Angulo, ahora la forma para entregar estos beneficios serán los estratos socioeconómicos.
Diversos economistas han destacado que se amplíe la cobertura de educación superior, pero no entienden cómo el Ejecutivo sigue usando esta medida para escoger quiénes reciben los beneficios y quiénes no.
Marc Hofstetter, economista y profesor de la Universidad de los Andes, lo dijo en su cuenta de Twitter: “Tantos años de esfuerzo, recursos y neuronas construyendo el sisben para focalizar mejor la acción del Estado y terminamos otra vez “focalizando” por estrato.
De igual forma lo hizo la economista e historiadora, María del Pilar López, quien añadió que hay otras cosas por mejorar, como el hecho de que a las personas de menores ingresos les da más dificultad pasar los cortes, ya que la educación secundaria es de baja calidad o los mismos estudiantes deben trabajar para sostenerse.
Al margen de esto último, el uso de estratos parece ser una de las peores decisiones para elegir los beneficiarios de este y cualquier otro programa. Un análisis hecho por el Ministerio de Hacienda encontró que 6 de cada 10 hogares con los ingresos más altos del país reciben subsidios, ya que viven en estrato 1, 2 o 3.
Lo anterior implica, por ejemplo, que miles de personas que tienen buena caja e ingresos reciben ayudas para pagar las facturas de servicios públicos.
“Estos subsidios carecen de progresividad, debido a que el estrato de la vivienda en la que habita un hogar no guarda correspondencia con su nivel de ingresos. Esto ha generado que parte de este gasto sea dirigido a un porcentaje de la población de mayor ingreso del país”, explicó el Minhacienda.
La cosa también se complica si se mira el otro lado de la torta. Un 3,3 % de los hogares que menos reciben al mes se encuentran ubicados en vivienda de estrato 4, 5 o 6. Si bien la porción es pequeña, se trata de familias que quedarían por fuera del radar programas que utilicen esta medición.
¿Por qué, entonces, se sigue usando esta metodología para entregar subsidios? Esta es la pregunta que se repiten diversos economistas, ahora que la matrícula gratuita se fijará según estratos.