Finanzas
Suscripciones a plataformas de streaming y pagos recurrentes: ¿están drenando su presupuesto? Consejos para no botar la plata
La acumulación excesiva de este tipo de servicios se transforma en un gasto hormiga que, a lo largo de un año, puede resultar considerablemente costoso.

En plena era digital, las suscripciones se han convertido en un estándar importante para la adquisición de servicios, esto ha causado que muchas personas puedan pensar que suscribirse a servicios streaming por algunos pesos al mes no constituye un gasto significativo.
Sin embargo, estos pagos invisibles no solo han traído comodidad, también han traído diferentes retos financieros, pues la economía de la suscripción ha acostumbrado a todos sus usuarios a realizar pagos recurrentes, cambiando la forma como se administra el dinero.
Los pagos repetitivos de las suscripciones afectan el presupuesto personal en la medida en la que impiden el gasto en otras cosas que tendrían mayor beneficio, como educación o salud, así lo menciona Édgar Jiménez, especialista en finanzas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. “ Los errores más comunes que cometen los consumidores al administrar este tipo de gastos es no tenerlos totalmente presupuestados, muchas veces pensamos que tal vez porque solo voy a pagar 10.000 pesos o 20.000 pesos, es muy poco, pero a la hora de dimensionar y sumar lo que se paga en un año, se convierte en un dinero realmente importante”, afirmó.
En general, las plataformas de diferentes servicios buscan tener suscriptores para completar sus ingresos con patrocinios, eventos y venta de publicidad programática.
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Esta estrategia ofrece un modelo de suscripción en el que los usuarios deben pagar una cuota mensual para acceder a contenidos, ya sean películas, series, videos o música de manera exclusiva.
El mercado de streaming ha aumentado su popularidad, debido a varios factores, como brindar flexibilidad en temas de elección y métodos de pago ajustables a las necesidades de los distintos públicos. Además de las comodidades al momento de la cancelación de la suscripción. Esto hace que muchos usuarios adquieran la seguridad de suscribirse a varias plataformas.
Sin embargo, la otra cara de la moneda se ve reflejada en el bolsillo de los consumidores, y es que las suscripciones a las plataformas han cambiado los hábitos de consumo.

“Hace unos cuantos años, mensualmente, en una casa se pagaba el recibo del agua, el recibo la luz y el recibo del teléfono, pero ahora con el auge de este fenómeno se ven en la necesidad de pagar Disney, Netflix, HBO, Spotify, WinSports, para los que les gustan los deportes y así sucesivamente”, menciona Jiménez.
Es así que estas plataformas se han colado en el presupuesto fundamental mensual de los hogares. Si antes era esencial pagar a tiempo el recibo del agua para que no la cortaran, actualmente es obligatorio pagar Netflix para que no lo quiten.
Un gasto imperceptible
“Lo primero que debemos reflexionar es: ¿realmente lo estoy utilizando? Luego, preguntarnos: ¿realmente lo necesito? ¿Es algo sin lo que no puedo vivir? ¿Qué sucedería si ahorrara ese dinero? Al final del año, podría destinarlo a algo diferente, como abonar a una deuda o evitar pagar intereses que tal vez estoy asumiendo innecesariamente”, reitera el experto en finanzas personales.

No dimensionar correctamente los gastos puede llevar a que pequeñas sumas, se conviertan en el famoso “gasto hormiga”, muchas personas están afiliadas simultáneamente a cuatro o cinco servicios de streaming.
De esta manera, si se calcula el costo mensual de los planes básicos de algunas de estas aplicaciones, el gasto asciende a aproximadamente 120.000 pesos, que, a lo largo de un año, es una cifra que puede representar el equivalente a un salario mínimo.
La pregunta es ¿Quién tiene tiempo para ver tantas cosas?¿Hasta qué punto es sostenible? muy poco se habla de este tipo de gastos considerados innecesarios.
En este caso, Jiménez indica que se puede tratar de un tema de psicología, de manejo de las finanzas personales, de presupuestar, de entenderse así mismo y de saber cómo manejar el dinero. No obstante, al pensar en un monto ideal para destinar a este tipo de gastos, se puede decir que no existe porcentaje ideal establecido, sin embargo, “el 0,1 % podría ser un buen inicio, mucho menos del 1 % de sus ingresos personales”, aconseja el experto.

En este contexto también se podría aplicar el principio de “si no lo voy a consumir, no me lo voy a gastar”, existen muchas formas de invertir ese dinero, entendiendo que tener una suscripción no es malo, sin embargo, tener cinco sin darle uso puede llegar a ser un desperdicio.