Consumo inteligente
¿Cómo ordenar las finanzas personales para alcanzar las metas y vivir mejor?
Tener un mejor manejo de las finanzas personales evita gastos innecesarios, genera ahorros y ayuda a cumplir los objetivos trazados.
Es evidente que para la gran mayoría de personas la pandemia ha supuesto un duro golpe no solo en las finanzas de los negocios, sino también en la economía familiar. Es por ello que es importante aprender a llevar un mejor manejo de las finanzas personales para, de esa manera, evitar gastos innecesarios, generar un ahorro y poco a poco poder salir adelante.
De acuerdo con Mibanco, para lograr un buen manejo de las finanzas personales y familiares es importante tener claro un propósito, porque una meta siempre será el punto de partida. Además, debe existir una planificación, ya que tener claras cada una de las acciones que se deben ejecutar, ayudará a cumplir la meta trazada de una forma más fácil.
Igualmente, es importante tener constancia y apegarse al plan trazado, porque muchas veces la voluntad es débil, y las personas suelen ceder a las tentaciones de gastar. Y, si es necesario, se debe pedir apoyo. Preguntarles a los especialistas o consultar a los amigos o colegas es una muy buena opción.
Una vez que se tiene claridad sobre estos cuatro pasos, lo siguiente que se debe hacer es elaborar un presupuesto mensual, que ayudará a ejercer un seguimiento responsable de los gastos y no llegar a excesos.
Mantener un presupuesto es importante porque permitirá identificar los ingresos y gastos y priorizar los gastos. Así mismo, ayudará a plantear metas de ahorro o inversión y a identificar la capacidad de pago de cada persona para futuras deudas que se quieran adquirir.
¿Cuáles son los pasos para elaborar un presupuesto?
Lo primero que se debe hacer es identificar y calcular los ingresos, que pueden ser fijos como el sueldo, la prima de junio y diciembre, pensión de jubilación, rentas o alquileres. También existen los ingresos variables, que son utilidades del negocio, comisiones u horas extras.
El segundo paso es identificar y calcular los gastos, que al igual que los ingresos pueden ser fijos o variables. Los gastos fijos incluyen el alquiler de vivienda o crédito hipotecario, servicios básicos (luz, agua, teléfono, gas, cable, internet, etc.), alimentación, aseo personal, educación, salud, transporte, pago de deudas o el “fondo de emergencia”.
Por su parte, los gastos variables pueden ser la ropa y calzado, viajes, diversión, entretenimiento y “gastos hormiga”, que son pequeños gastos diarios que no son realmente necesarios, pero satisfacen un antojo del día a día. Las personas suelen creer que los “gastos hormiga” no afectan el presupuesto, pero si se suman a fin de mes, podrían ser un monto importante.
El tercer paso es calcular el saldo. Si se tiene un excedente, es importante ahorrarlo y no gastarlo. Pero si por el contrario resulta que existe un faltante, se debe identificar los gastos que se pueden reducir, aprovechar los ingresos adicionales para nivelarse y buscar alternativas de endeudamiento.
Como se puede observar, el peor enemigo es no controlar los gastos y subestimar los “gastos hormiga”, por eso es clave tener en cuenta algunos tips para gastar menos:
- Llevar el almuerzo al trabajo en vez de comer en la calle.
- Desenchufar los electrodomésticos antes de irse a dormir.
- Evite los taxis, mejor optar por medios de transporte más económicos.
- Antes de hacer las compras, es importante hacer una lista y cumplirla al pie de la letra.
- Comprar “marcas blancas”.
- Reducir los gastos hormiga.
- Antes de reemplazar un producto, se puede intentar repararlo.
- Reciclar.
- Utilizar los canales digitales.
- Pagar sus deudas a tiempo para evitar el pago de intereses.
Finalmente, es importante tener en cuenta algunas reglas de oro a la hora de elaborar un presupuesto:
- Utilizar una herramienta física o digital.
- Hacer un presupuesto detallado y realista.
- Monitorear los gastos de forma permanente.
- Reducir los gastos innecesarios.