Finanzas personales
Debido a los altos precios de los restaurantes, los clientes ya no están dejando propina
La inflación está afectando de manera fuerte el bolsillo de los colombianos.
Luego de que se revelara la impresionante cifra de la inflación en el mes de enero de 2023 en Colombia, con la cual se llegó a un acumulado del 13,12 %, la preocupación comenzó a ser más evidente entre los ciudadanos.
Debido a que el sector de los alimentos ha sido uno de los que más ha estado presionando el alza de los precios, los restaurantes han tenido que modificar sus cartas, incrementando el valor de los platos que venden.
Pizzas que costaban hace un año 15 mil pesos hoy valen 21 mil, combos de hamburguesa que se conseguían entre 13 y 16 mil pesos hoy rozan los 20 y 25 mil pesos y así son muchos los ejemplos de sitios de comida que han tenido que subir el precio porque los insumos están por las nubes.
Aunque los colombianos siguen teniendo presentes el plan de salir a comer, sí han tenido que decirles “no” en varias ocasiones a dejar la propina voluntaria a los meseros que los atienden en el restaurante, así el servicio y la comida hayan sido de gran calidad.
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Como se sabe, en Colombia no es obligatorio dejar propina, pero los restaurantes sí pueden poner en las facturas un estimado de lo que podría recibir un mesero, lo cual es el 10 % de lo que consume el cliente.
Si una cuenta sale en 100 mil pesos, el restaurante incluye en el recibo, previa autorización del comensal, 10 mil pesos de propina voluntaria, la cual puede o no ser pagada. Sin embargo, aunque la mayoría de los ciudadanos dejaba este valor, se ha visto una disminución de este pago, debido al costo de los platos que consumen.
“Antes dejaba la propina, incluso pagaba un poco más, pero ahora con ese incremento en los precios, he decidido solo pagar por el costo del plato”, le dijo Mónica Gómez a SEMANA, una bogotana que sale normalmente los domingos a almorzar con su familia y que ha visto cómo mes a mes el costo de la comida en los restaurantes es mayor.
“Iba con mi novia a tomarme una cerveza y siempre dejaba propina, ahora solo pago por lo que consumo”, aseguró Juan Camilo Palacio, quien también ha visto cómo el dinero ya no rinde cuando decide salir a pasar el rato en algún bar y prefiere ahorrarse ese 10 % que no es obligatorio pagar y dejarlo para el transporte de devuelta a su casa.
Y no es para menos. Las bebidas alcohólicas como el ron, whisky y el vino son las que más han elevado sus precios, con inflaciones del 25,7 %, 25,5 % y 20,3 % respectivamente.
Pero no solo la propina voluntaria está dejando de pagarse, reduciendo así el dinero que ganan los meseros. También los colombianos están dejando de ir a comer a los restaurantes y los dueños de los negocios, incluso, trabajan a pérdidas.
En diálogo con SEMANA, Guillermo Gómez París, presidente de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres), explicó que el estándar promedio de costos para un restaurante que genere ingresos estaba en el 35 % de la venta. Hoy se ubica en el 45 % y agregó que esto es muy delicado porque se trata de una subida del 10 % que están asumiendo los propietarios de esos establecimientos, trabajando muchas veces a pérdida, para no trasladar este incremento a los comensales.
“No podemos pasar por alto que los clientes nuestros son muy sensibles a que se suban los valores de las cartas y, ante la más mínima subida, simplemente dejan de venir. Es muy delicado porque ya no hablamos solo de un alza en los costos de operación, sino que debemos lidiar con la ausencia de personas en nuestros locales. La inflación nos está espantando a la gente”, agregó Guillermo Gómez.
Para dar un panorama más claro de la situación que están viviendo, el presidente de Acodres calcula que la caída en la asistencia a los restaurantes agremiados en su asociación se ubica en un 11 %.