Consumo
En Bogotá, el consumo se disparó un 6.0 %, especialmente en vestuario, combustible y restaurantes
En Colombia, el comportamiento del gasto fue creciente en la primera parte del mes para el sector de los servicios y, en la segunda, se moderó.
El crecimiento del gasto total de consumo en enero en Colombia alcanzó una variación de 4,9% respecto al mismo mes de 2022, superior al 3,8% reportado en diciembre de 2022.
Así lo dio a conocer el BBVA Big Data Consumption Tracker, en el que se informó que esta tendencia se logró gracias a que el gasto en servicios se incrementó un 12,1% anual.
Además, de acuerdo con el informe, el gasto en bienes continuó mostrando un débil desempeño y reportó una caída del 7,0% anual.
Al respecto, Mauricio Hernández, economista de BBVA Research para Colombia, aseveró que “el comportamiento del gasto fue creciente en la primera parte del mes para el sector de los servicios y, en la segunda, se moderó”.
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A lo que agregó que en el caso de los bienes, todo el mes presentó una tendencia decreciente. En ese sentido, estos resultados, junto a los descritos previamente, se podrían interpretar como una continuación de la desaceleración que viene teniendo el consumo de los colombianos desde mediados del año pasado”.
A su vez, las compras físicas crecieron un 3,8% anual, acelerándose ligeramente respecto al resultado de diciembre pasado.
En las ciudades
Sin embargo, en Bogotá el consumo se disparó un 6,0%, especialmente en vestuario, combustible y restaurantes.
Por otra parte, se espera que el consumo de los colombianos durante el 2023 continúe moderando su crecimiento paulatinamente en función de las mayores tasas de interés del Banco de la República y la inflación.
Algunos datos al inicio del año refuerzan esta idea, además del indicador de BBVA. Son ellos, unas ventas de carros reduciéndose, una confianza del consumidor más negativa, unas ventas decrecientes de vivienda y una negativa valoración de las ventas por parte de los comerciantes.
Vivienda
Por otra parte, según un estudio de Situación Inmobiliaria realizado por la entidad, el sector de la construcción enfrentará grandes desafíos con lo cual proyectan que la venta anual de vivienda nueva caerá por debajo de las 200.000 unidades este año. Esta actividad representa el 13,5% del PIB nacional y genera cerca de 1,7 millones de empleos.
Hernández afirmó que “los datos reflejan un comportamiento de desaceleración del sector inmobiliario, pues se viene dando una menor demanda por vivienda y una reducción incluso más profunda en la oferta. Esta dinámica ha ayudado a equilibrar el mercado, pues evitó que las constructoras acumularan excesivos inventarios, algo que sí había sucedido en el año 2016, cuando el menor precio del petróleo redujo la compra de vivienda y se siguió construyendo a un nivel elevado”.
Según los resultados del estudio la adquisición anual de vivienda nueva puede seguir cayendo por debajo de las 200.000 unidades, aun con una alta participación de la vivienda de interés social (VIS). De hecho, la vivienda VIS representa el 71% de las ventas de la vivienda nueva.