FINANZAS
Gastos notariales: ¿Qué son y cuándo se deben pagar?
Estas obligaciones se deben atender prontamente si se desea concretar con éxito la compra o venta de un bien inmueble.
Si se va a realizar la compra o venta de un inmueble, es necesario que se tenga en cuenta que frente a este tipo de transacciones, se deben realizar y/o cumplir una serie de obligaciones, las cuales permitirán que se lleve a cabo dicho negocio.
Entre esas obligaciones que se deben tener presente se encuentran los gastos notariales y que están relacionados con los impuestos y pagos que se deben realizar para el registro e inscripción de una propiedad.
De acuerdo con la plataforma inmobiliaria Habi se entiende por gastos notariales a “los desembolsos de dinero que se hacen, de acuerdo al valor económico de determinado acto jurídico o negocio, en este caso, el proceso de compraventa de un inmueble”, resaltando además que “los costos son asumidos por las distintas partes” (vendedor y potencial comprador) y que dichos costos dependerán del tipo de trámite que se vaya a realizar.
Así las cosas, los gastos notariales se pueden entender a partir de tres categorías: gastos compartidos, gastos para los compradores y gastos para los vendedores. En el caso del primero, se relaciona con los gastos de escrituración y equivalen al 0,54% del precio de venta del inmueble y son asumidos por partes iguales entre el comprador y el vendedor. Su pago se realiza en la Notaría al momento de firmar la escritura.
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Con respecto al segundo, corresponde la promesa de compraventa -equivale al 10% del valor del inmueble y es el anticipo que se entrega para cerrar el negocio. También se encuentran los gastos de impuestos de beneficio y registro, que se debe hacer para legalizar la adquisición del inmueble. Sobre la beneficencia, el comprador debe cancelar el 1% del valor de venta de la casa, y para el registro, se deberá cancelar el 1,67% del valor de la venta.
A lo anterior se le suma el certificado de Tradición y Libertad, que permite verificar el historial de propietarios de un inmueble y que debe sacar, por primera vez, ante una Oficina de Registro de Instrumentos Públicos.
Y finalmente, frente al último de los gastos notariales, para sellar una venta se debe atender el impuesto de Retención en la Fuente, el cual se paga cuando el patrimonio de una persona sube durante el año. Así que, al vender una propiedad se tendrá que pagar esta obligación, debido a que por este negocio se va a recibir un pago.
“La retención en la fuente es el 1% del precio de venta del inmueble. Así que, si vendes tu inmueble en $250 millones de pesos, tendrás que pagar $2 millones 500 mil pesos, de retención en la fuente”, señala.
Gastos adicionales
A los gastos notariales ya mencionados, se le pueden adicionar otros costos dentro de proceso de compra y venta de una casa o apartamento. Estos son los gastos inmobiliarios, el estudio de crédito y el avalúo.
Frente al primero, se aplican si se realiza el proceso a través de una inmobiliaria o agencia que cumpla funciones similares, por lo que se deberán pagar honorarios y comisiones, que dependerán de las transacciones que se realicen. El segundo, es importante si se desea solicitar un préstamo hipotecario o leasing habitacional, para financiar la compra del inmueble; y el tercero, hace referencia al proceso que se realiza bajo la comparación de ciertas características con otros inmuebles de la zona y que permite al potencial vendedor una idea real del valor de una propiedad.
Este último se puede realizar antes o durante el proceso de compra y es requerido para determinar el valor del precio justo que se debe pagar por la adquisición del bien, evitando de esa manera cobros o pagos abusivos.