Finanzas Personales
Metas o sueños financieros: guía práctica para plantear objetivos realizables
No basta con tener proyecciones, si no se mantienen los pies en la tierra.
En el mundo financiero, convertir sueños en metas concretas es un proceso importante para lograr el éxito económico, pese a que muchas personas no le prestan atención a la diferencia entre una y otra y al final se concentran únicamente esperar a que suceda un milagro financiero que les cambie la vida, sin dar importancia a la elaboración de un “paso a paso” que le permita cambiar su día a día.
De acuerdo con Elaine Miranda, fundadora de ‘Platica con Plática’, todo esto parte de entender y asimilar la diferencia entre sueños y metas financieras, subrayando que mientras los sueños pueden quedarse en meras esperanzas, las metas son objetivos planificados y preparados.
“La importancia de establecer metas financieras radica en la necesidad de definir cómo se obtendrá el dinero necesario para cumplirlas. Ahorrar parte de los ingresos puede ser un desafío en sí mismo, ya que va más allá del simple concepto de gastar menos de lo que se gana”, dice esta experta al respecto.
Según su visión, todo esto requiere considerar factores como la cantidad de dinero factible de ahorrar, el lugar donde se almacenará, el propósito del ahorro, el tiempo requerido y otros.
“El impulso hacia la gratificación inmediata es una razón común por la cual ahorrar puede resultar complicado. La pregunta surge: ¿por qué esperar un año para comprar algo cuando se puede disfrutar este fin de semana? La carencia de metas específicas puede transformar el acto de ahorrar en una carga mensual y llevar a justificaciones para no hacerlo. Establecer metas financieras con nombre y apellido brinda la motivación necesaria para separar y conservar el dinero mes tras mes”, agregó.
Para esta Mirada, las metas financieras efectivas comparten las características clave de ser S.M.A.R.T (por sus siglas en inglés). Es decir, deben ser Específicas, Medibles, Alcanzables, Relevantes y con un Tiempo definido, ya que estas cualidades forman la base de un enfoque exitoso para convertir sueños en realidades monetarias. Una meta financiera específica se define claramente en todos sus aspectos, desde lo que se desea alcanzar hasta cómo se logrará.
“La capacidad de cuantificar una meta y medir su progreso a lo largo del tiempo es fundamental para evaluar su éxito. Las metas deben ser realistas y acorde con los recursos y posibilidades individuales, evitando crear expectativas insostenibles. Además, deben ser pertinentes para los objetivos y prioridades personales, lo que garantiza que estén alineadas con el camino de vida único de cada individuo. Por último, asignar un plazo temporal a las metas proporciona un sentido de urgencia y establece un límite claro para su logro”, dijo la fundadora de Platica con Platica.
Para llevar las metas financieras de la imaginación a la acción, es crucial adoptar un enfoque proactivo. Vivir sin metas financieras es como emprender un viaje sin destino, sin dirección ni propósito. Es imperativo tomarse el tiempo necesario para examinar cuidadosamente los deseos personales y transformarlos en metas concretas y alcanzables. A menudo, la creencia de que algunas metas son inalcanzables puede generar la postergación del ahorro.
Sin embargo, plasmar las metas en papel puede revelar que lo que parece una montaña insuperable puede ser conquistado con pasos calculados. Con esta mentalidad, el proceso de convertir sueños financieros en metas palpables adquiere un nuevo sentido, impulsando a las personas a tomar medidas concretas y enfocadas en su búsqueda de seguridad financiera y logros personales.
El proceso incluye identificar y escribir las metas financieras, ya sea salir de deudas, comprar un auto, pagar una casa, planificar un retiro o financiar estudios en el exterior. Además, asignar un tiempo límite a cada meta, como comprar una casa en dos años o jubilarse a los 60, brinda dirección y evita la desmotivación. Es importante calcular cuánto dinero se necesita para cada objetivo y determinar cuánto ahorrar cada período. Priorizar las metas según su importancia y plazo también es clave.
Por último, Elaine Miranda destaca que visualizar las metas mientras se ahorra es un enfoque poderoso respaldado por la psicología. Imaginar el logro de una meta activa áreas similares del cerebro como si realmente se estuviera haciendo una compra. A lo largo del camino, es probable que surjan obstáculos, pero la perseverancia es fundamental. Si se desvía del camino, se pueden ajustar las metas según las circunstancias. El proceso de convertir sueños en metas financieras sólidas requiere compromiso, planificación y la convicción de que los objetivos son alcanzables.