Finanzas
¿Por qué el efectivo sigue siendo el rey en Alemania?
Para los alemanes, el dinero en efectivo representa seguridad, estabilidad y autonomía. Pese a la creciente digitalización global este sigue siendo el método preferido para llevar el control financiero.
A pesar de la creciente popularidad de los pagos digitales, los alemanes se mantienen firmes en el uso del efectivo. De acuerdo con un estudio del Banco Central Europeo (BCE) en el año 2022, alrededor del 62% de las compras en tiendas y el 87% de las transacciones entre personas en Alemania se pagan en efectivo. Además, los alemanes retiran de los cajeros automáticos un promedio de 6.600 euros al año y, aunque su uso ha disminuido en la última década, la mayoría de los alemanes sigue prefiriendo el efectivo a los pagos digitales. De hecho, los alemanes, en promedio, llevan 110 euros en su bolsillo y no tienen un límite para hacer transacciones en efectivo.
Esta preferencia no es un simple hábito; está respaldada por razones sólidas e históricas. Uno de los factores que explica esta persistencia es la desconfianza de los alemanes hacia las instituciones financieras y el gobierno. Durante el siglo XX, Alemania experimentó varias crisis económicas devastadoras, como la hiperinflación de la República de Weimar en la década de 1920. Este evento dejó una huella indeleble en la memoria colectiva del país, creando una aversión hacia la dependencia de bancos y sistemas financieros centralizados. El uso del efectivo, por lo tanto, es visto como una forma de protegerse contra posibles crisis y mantener un control tangible sobre las finanzas personales.
La privacidad es un principio fundamental para muchos alemanes, y el uso del efectivo es una manifestación directa de esto. En una época donde la vigilancia digital y la recopilación de datos son omnipresentes, el efectivo proporciona un nivel de anonimato que las transacciones electrónicas no brindan. En este sentido, una proporción significativa de la población de Alemania valora la posibilidad de realizar compras sin dejar un rastro digital.
El efectivo también es percibido como una forma de seguridad financiera. Según el BCE, la mayoría de alemanes considera que tener dinero en efectivo es una medida preventiva contra posibles fallos en los sistemas electrónicos de pago o ciberataques. Esta mentalidad está arraigada en la cultura alemana, donde la estabilidad y la previsión son valores muy apreciados. La crisis de la deuda europea y otras turbulencias económicas han reforzado esta perspectiva, haciendo que el efectivo se vea como un refugio seguro en tiempos de incertidumbre.
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Por otra parte, en Alemania, muchos pequeños comercios, restaurantes y mercados siguen prefiriendo el efectivo, por ejemplo, este método de pago es obligatorio en quioscos o bares.
El uso continuo del efectivo en Alemania no es una resistencia al cambio, sino una decisión consciente basada en una combinación de historia, cultura, y prácticas financieras. A pesar de la presión hacia la digitalización, los alemanes siguen viendo el efectivo como un símbolo de estabilidad, seguridad y autonomía. En este sentido, el efectivo mantiene su relevancia en la vida cotidiana alemana, como una elección deliberada en un entorno global cada vez más digitalizado.
*Con el apoyo de Servibanca.