Qué debe hacer si pidió préstamo a un ‘gota a gota’: en qué casos no tiene que pagar la deuda

Una de las salidas fáciles para muchos colombianos son los préstamos informales, ya sean en los fondos, cooperativas o ‘cadenas’, que son asociaciones de vecinos o de grupos de personas que tienen algo en común y deciden hacer un ahorro programado. Como retribución, la persona podrá acceder a un préstamo.

Sin embargo, hay otra modalidad que es mucho más turbia. Se trata de los famosos ‘gota a gota’, que simplemente son prestamistas informales que tienen una tasa de usura abismal y cobran intereses de hasta el 400 %.

Muchas personas acuden a este tipo de préstamos, ya que cuentan con poca capacidad de endeudamiento o un nulo historial crediticio, lo que dificulta que un banco les suelte grandes cantidades de dinero.

Pese a ello, este tipo de préstamos suelen ser muy riesgosos, debido a que el prestamista busca coaccionar físicamente al prestatario para infundirle miedo y así hacer que pague más rápido.

¿Qué hacer si pidió un préstamo a un ‘gota a gota’?

De acuerdo con el Ministerio de Justicia, si usted está viviendo una situación de acoso de un ‘gota a gota’ o si se ve afectado por el delito de usura, puede presentar una querella ante la Fiscalía General de la Nación. Allí deberá exponer su situación y explicar si su vida está en riesgo.

De este modo, las autoridades se podrán encargar del tema. Este delito permite que la persona pueda ser eventualmente capturada y su deuda quede saldada, o también permite que pueda hacer un acuerdo con el prestamista y cancelar un monto menor al estipulado.

Tenga en cuenta que esta acción solo puede ser presentada por la víctima del delito. Si esta no pudiese hacerlo también puede hacerlo su representante legal o tutor, dentro de los 6 meses posteriores al hecho.

Si no cuenta con una oficina de la Fiscalía cercana, puede acudir ante la Policía, en un CAI, estación o cuadrante. También puede comunicarse a la línea 123.

La Fiscalía General de la Nación adelantará las investigaciones correspondientes y de acuerdo a los resultados trasladará el caso a un juez penal, para que este interponga las sanciones respectivas.

Es importante tener en cuenta que el código penal condena el delito de usura con una pena de 2 a 5 años de prisión y una multa de 50 a 200 salarios mínimos. “Para la configuración del delito no basta con que se celebre el negocio en el que se pacten los intereses ilegales, sino que es necesario que estos se reciban o se cobren”, establece el Ministerio de Justicia.

El acceso al microcrédito en Colombia puede acabar con la pobreza

Un estudio del programa de negocios y relaciones internacionales de la Universidad de la Salle, en alianza con Asomicrofinanzas, aseguró que el 14,2% de los micronegocios en Colombia se financian con los préstamos de este tipo.

Entre los hallazgos, Cristian Yepes, director del anteriormente mencionado programa de la Universidad, aseguró que las principales dificultades que tienen los microempresarios para acceder al crédito formal es la falta de RUT, la carencia de los registros en Cámara y Comercio y los no pagos de salud y pensión en el sistema de seguridad social.

“Las microfinanzas resultan una alternativa que combate el financiamiento informal y aportan a la reducción de la pobreza al permitir que comunidades que no tienen acceso al crédito tradicional puedan hacerlo”, aseguró el estudio.

Respecto a las cifras, este demostró que el 65 % de las operaciones de microcrédito se destinan a la población pobre quienes logran superar la pobreza entre el primer y el tercer mes pasando del 67 % al 66 %.

Existen diferentes entidades que han lanzado líneas de crédito mucho más cómodas para los emprendedores pequeños. Uno de ellos fue el Fondo Nacional de Garantías, que anunció un nuevo producto crediticio que es enfocado en economías populares. Con este las personas podrán solicitar préstamos de bajos montos sin exponerse a los riesgos de los préstamos informales.

De acuerdo con un comunicado, la entidad dará cerca de 10.000 créditos de hasta 2 millones de pesos. Entre los aspirantes para estos productos están pequeños empresarios y comerciantes como vendedores ambulantes, recicladores o tenderos.