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Siete mitos sobre el origen del papel: ¿en realidad afecta el medioambiente?
Gremios advierten que producir papel y cartón, de forma responsable, contribuye a cuidar el planeta.
Conscientes de que proteger los bosques es necesario para conservar recursos naturales como el agua, para regular el clima, para enfrentar el cambio climático y para la polinización y la dispersión de semillas, diversas empresas en el mundo están cambiando sus prácticas en la industria de fabricación de papel y cartón, la cual, contrario a lo que se cree, ya no está afectando como antes al medioambiente.
Según gremios como Fedemadera, actualmente las plantaciones forestales comerciales, de donde proviene la madera para la producción de papel, ayudan a mitigar el efecto del calentamiento global, capturan dióxido de carbono (CO₂), regulan las corrientes de agua, mejoran su calidad y protegen el suelo contra la erosión.
Para Juan Miguel Vásquez Suárez, director ejecutivo de esta federación, si Colombia logrará plantar solo 7,2 millones de hectáreas en un horizonte de 30 años, no solo se convertiría en el segundo proveedor de madera de la región, sino que lograría llegar a cero deforestación, generar más de 2,5 millones de empleos nuevos y tener exportaciones cercanas al 44 % de las que hoy en día se generan a través del carbón.
“El papel es el producto campeón de la economía circular, un modelo de aprovechamiento de recursos que ha ganado fuerza desde que se presentó en 2012. Esto debido a la naturaleza reciclable y biodegradable del papel, al origen sostenible y renovable de la fibra (su principal materia prima), y a los mecanismos que existen para su reciclaje posconsumo”, dijo este vocero gremial.
No obstante, según Fedemaderas, aún existen algunas percepciones en la comunidad sobre la forma en la que opera esta industria, que si bien pudieron ser ciertas en otras épocas, hoy en día han sido reemplazadas por prácticas responsables que anteponen la protección de los ecosistemas a los dividendos.
“Es común escuchar que para producir papel se talan árboles y se destruyen los bosques naturales. La realidad es que la madera empleada para la fabricación de papel proviene de plantaciones forestales comerciales certificadas, no de bosques naturales, las cuales se establecieron con el objetivo de abastecer de materia prima a la industria del papel y/o para atender la demanda de madera de otros sectores de la economía”, explicó Juan Miguel Vásquez.
Una segunda creencia errónea está relacionada con la percepción de que por cada hoja de papel que se use, un árbol se salva, ya que como se mencionó, el papel no se fabrica con madera de bosques naturales, además, es uno de los pocos productos verdaderamente sostenibles, pues las plantaciones forestales recuperan los suelos degradados por otras actividades.
“Esto ha llevado a las personas a asegurar que para proteger el medio ambiente es mejor usar documentos virtuales que impresos. Lo cierto es que el ciclo de vida del papel es sostenible por provenir de materias primas renovables, pero también por ser reciclable y biodegradable”, agregó el director de Fedemaderas.
Otro de los mitos, según la Federación Nacional de Industriales de la Madera, afirma que los pinos y eucaliptos, variedades comunes en las plantaciones forestales comerciales, hacen que los animales migren o desaparezcan.
“La realidad es que las plantaciones forestales comerciales sirven de hábitat para diversas especies, al interior de ellos se han identificado 1.222 especies (651 de flora, 77 de mastofauna y 494 de avifauna). De estas especies, 41 se encuentran clasificadas bajo algún grado de peligro o riesgo de extinción”, dijo al respecto el vocero de esta federación.
Frente al quinto mito, Juan Miguel Vásquez sostuvo que “también se dice que las plantaciones de pino y eucalipto desplazan a los campesinos, cuando la migración de la población rural a los centros urbanos se ha producido por razones diferentes a las plantaciones forestales comerciales, como la inseguridad, el orden público y las pocas oportunidades de empleo o crecimiento económico”.
La sexta falsa creencia apunta a que el papel reciclado es el único ecológico. De cualquier forma se necesitan fibras vírgenes de madera para reiniciar el ciclo del papel, pues este no es infinitamente reciclable. Este gremio explicó que gran parte del papel con que se elaboran productos se conserva y otra parte se destina a productos que no pueden reciclarse por estar contaminados con materia orgánica.
“En síntesis, el uso de madera proveniente de plantaciones forestales comerciales no solo mejora al medio ambiente, sino que comunicar estas verdades, desestigmatizando el mercado e informándolo claramente a la sociedad, es una de las mejores alternativas que tenemos para transformar a Colombia hacia un verdadero salto e inclusión social”, agregó Vásquez.
Fedemaderas concluyó diciendo que, no es cierto, como se ha sostenido, que el uso de papel para empaques es un despilfarro. Los empaques a base de papel y cartón son amigables con el medio ambiente, protegen los productos durante su transporte y comercialización, reducen el desperdicio y son reciclables.