Crédito
Comprar vivienda en Colombia: conozca las diferencias entre el crédito hipotecario y leasing habitacional
Ante las complicaciones que pueden generar la solicitud de un crédito, existen otras alternativas, como lo es el leasing habitacional, que genera un proceso de compra más progresivo, y con un riesgo ligeramente menor.
El caso de los colombianos interesados en adquirir una vivienda, plantea un escenario más complejo de lo común, durante este año, la inflación y las presiones económicas parecen representar un obstáculo mayor para quienes desean invertir en este sector.
A esto se han unido otras situaciones alternas que también han afectado al sector, como el anuncio por parte del presidente de la República, Gustavo Petro, de finalizar el subsidio ‘Mi Casa Ya’ para convertirlo en ‘Cambia Mi Casa’. Esto ha generado algunas dificultades para acceder a este subsidio para ciertos grupos de la población colombiana.
Esto ha cooperado a que la situación del sector se vea empeorada, como lo expresan los datos aportados por la Cámara Colombiana de Construcción —Camacol—, hasta abril, donde exponen que el número de viviendas comercializadas en Bogotá y Cundinamarca fue de 14.142 viviendas, mientras que si se compara con el año pasado, la cifra para este mismo periodo de tiempo era de 32.219 viviendas, por lo que la caída ha sido de casi 56 %.
No obstante, a pesar de las complicaciones que representa esta situación actualmente, algunos colombianos optan por solicitar un crédito de vivienda que facilite la adquisición de estos inmuebles, sin embargo, hay algunas apreciaciones que se deben tener en cuenta antes de incurrir en estos procesos.
En el caso de los créditos hipotecarios, consisten en préstamos otorgados por el banco al usuario por un monto determinado, a un plazo y tasa acordados previamente. El préstamo debe ser devuelto en cuotas mensuales que incluyen abono a capital, intereses y seguros.
Estos créditos están diseñados para públicos muy concretos, que deseen invertir para quedarse con el inmueble, y que también estén seguros de que contarán con los medios y fondos suficientes para poder pagar este préstamo al banco.
Ante las complicaciones que pueden generar la solicitud de un crédito, existen otras alternativas, como lo es el leasing habitacional, que genera un proceso de compra más progresivo y con un riesgo ligeramente menor.
Esta modalidad se trata de un contrato de arrendamiento, que entre sus cláusulas posee una cláusula de compra, esto permite que el comprador pague una cuota mensual por el uso del inmueble en un periodo de tiempo, el cual, al finalizar, permitirá ejercer la compra del inmueble, sin necesidad de hipotecarlo o realizar trámites con terceros.
Esta modalidad permite mayor flexibilidad para quienes no están seguros de querer quedarse con el inmueble, ya que la cláusula no es obligatoria, y permite que, durante el arriendo, el propietario considere esta decisión.
A su vez, esto da un mayor plazo para el nuevo propietario, puesto que durante el tiempo de arriendo, el inmueble no está a su nombre, por lo que no forma parte de su patrimonio, dando lugar a no tener que realizar una Declaración de Renta.
Dados estos dos escenarios, es clave que el comprador piense fríamente qué opción encaja más con sus posibilidades, especialmente en el caso de los créditos, y en qué entidad realizar este proceso, debido a que cada organización ofrece cuotas y tasas diferentes de gran relevancia a la hora de pagar de vuelta este dinero obtenido.
Finalmente, es clave considerar las posibilidades de ingreso con las que contará el deudor una vez solicite el crédito, para así saber si realmente podrá contar con el dinero suficiente para manejar el pago de este préstamo. Una vez tenidas en cuenta estas recomendaciones, puede ser el momento adecuado para solicitar el crédito o de optar por el leasing habitacional.