Entre el 25 y el 30 de diciembre, se llevará a cabo la edición número 67 de la Feria de Cali. Esta celebración se originó en 1978 por iniciativa de Rodrigo Escobar, alcalde de ese entonces, con el fin de rescatar las tradiciones del departamento a través de concursos de gastronomía vallecaucana y grupos folclóricos. Desde ese momento, y hasta hoy en día, esta feria se ha convertido en una oportunidad para salvaguardar las tradiciones y la cultura caleña.

En esta edición, la Feria contará con 54 eventos, entre ellos el Salsódromo, que es el desfile inaugural de la feria, Joyas Rodantes, la Calle de Feria, el Carnaval de Cali Viejo, que fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial, y una variedad de desfiles en la Autopista Suroriental. Además, esta versión contará con la participación de Víctor Manuelle, Rubén Blades, el Gran Combo de Puerto Rico, el Grupo Niche y la Sonora Ponceña en el tradicional Super Concierto, que se llevará a cabo el 27 de diciembre en el Estadio Pascual Guerrero.

Si planea participar en la celebración de la Feria de Cali, es recomendable llevar efectivo, ya que aunque muchos lugares aceptan pagos con tarjeta, en algunos espacios más pequeños o en actividades al aire libre, el uso de efectivo puede ser más práctico. Por ejemplo, si tiene la intención de asistir a la Feria Rural y Comunera, un evento dedicado a las comunas y barrios de la ciudad que ofrece a los emprendedores locales una plataforma para exhibir y vender sus productos, este método de pago resulta ser clave y permite tener mayor control sobre los gastos.

En esta ciudad, Servibanca cuenta con 137 cajeros automáticos disponibles tanto para los asistentes a la feria como para los residentes de Cali. Estos cajeros brindan la posibilidad de retirar efectivo cuando lo necesite, así como realizar transacciones como consulta de saldo y pago de servicios públicos. Además, están ubicados en puntos estratégicos de la ciudad, lo que facilita el acceso a servicios financieros durante el evento, asegurando que los asistentes puedan disfrutar de la celebración sin preocuparse por la falta de efectivo.