IMPUESTOS
Reforma tributaria: cuándo se presentará, novedades y puntos clave para entender el nuevo proyecto
Este martes, el presidente Iván Duque y el ministro José Manuel Restrepo presentarán el proyecto de reforma. Estos son los puntos clave que se incluirán.
A las 3 p.m. de este martes, el país retomará una de las discusiones más álgidas que ha vivido en los últimos años y que hace apenas unos meses detonó unas las más duras jornadas de movilización a nivel nacional.
La causante tiene nombre y apellido: reforma tributaria. Este proyecto fue presentado por el exministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, y generó una ola de críticas de todos los sectores. A tal punto que el funcionario y parte de su equipo tuvieron que dar un paso al costado.
Lo que vino después lo recuerdan perfectamente los colombianos, que tuvieron que sufrir los efectos de más de un mes de paro nacional, entre estos, el desabastecimiento de alimentos y otros bienes esenciales en las grandes ciudades. Así como el freno en la reactivación, tras un año de pandemia.
No obstante, el golpe más fuerte llegó semanas después, cuando las calificadoras de riesgo le quitaron al país el grado de inversión. Esto hace menos atractivo a Colombia como un lugar para que los privados inviertan y le hace más costoso el pago del financiamiento externo, es decir, debe pagar más por las deudas que adquiera en el extranjero.
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En medio de este contexto, y de que millones de colombianos se mantienen en la pobreza y el desempleo, es que el presidente Iván Duque y el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, presentarán este martes el borrador de la nueva reforma tributaria.
Muchos se preguntarán por qué retomar una discusión de impuestos, luego de que la anterior generara un estallido social de grandes magnitudes. Si bien esto es cierto, la deuda del Gobierno se disparó por cuenta de la pandemia y esta debe tener una reducción en los próximos años, si se quiere que la Nación mantenga su récord de buenos manejos económicos.
Nueva reforma
Eso sí, el Ejecutivo aprendió la lección de comienzos de año y se aventurará por una tributaria que no les pegue al bolsillo de los ciudadanos de clase media, ni mucho menos a quienes tienen menos.
Atrás quedaron las propuestas el exministro Carrasquilla de poner a pagar impuesto de renta a personas que tuvieran ingresos al mes de $ 2,5 millones o de aumentarles el IVA a algunos alimentos y servicios.
El presidente Duque y el ministro Restrepo saben que no pueden repetir este harakiri, más cuando el golpe de la pandemia sigue afectando a millones. En este orden de ideas, el texto no pasaría de 35 artículos y buscaría que el sector privado y los colombianos con mayores ingresos tengan que meterse la mano al dril y aportar más al erario.
Restrepo ha sido enfático en que temas como el IVA, las pensiones y el impuesto de renta de la clase media no se tocarán. Y el Congreso, en pleno año preelectoral, tampoco le jalará a subir estos tributos.
En su lugar, se buscará que las empresas deban pagar más impuestos, al quitarles beneficios tributarios como la reducción de la tarifa que pagan por renta. Pero también que deban aportar más por el lado del impuesto de industria y comercio (ICA). E incluso que algunos sectores, como el financiero, sigan pagando una sobretasa.
De igual forma se prevé que haya tarifas más elevadas para los colombianos que más ingresos tienen al año. E incluso se podría retomar el impuesto al patrimonio para personas naturales, ya sea porque el Gobierno lo incluya en el proyecto o el Congreso lo proponga durante los debates.
De hecho, la presidenta del Partido de la U, Dilian Francisca Toro, aseguró en un comunicado que este gravamen se deben mantener en el Estatuto Tributario. El problema es que los técnicos consideran que esto puede desincentivar inversiones y generar un freno en el gasto.
Programas a financiar
Esta discusión seguramente se retomará a partir del 20 de julio, cuando Duque y Restrepo radiquen la reforma ante el Congreso. Por lo pronto, lo cierto es que el país tiene muchas necesidades y la reforma es necesaria, tanto para recuperar la confianza ante el mundo como para darle una mano a quienes la siguen pasando mal por la crisis económica.
No es gratuito que el Minhacienda tenga definidos varias iniciativas que se financiarán con los cerca de $ 14 billones que se pretenden recaudar con esta nueva reforma.
De estos, el más importante es el Ingreso Solidario. Este programa, que les entrega mensualmente $ 160.000 a más de tres millones de hogares, apenas le quedan dos meses de vigencia y es imperativo extenderlo. La Administración Duque quiere prorrogarlo hasta finales del 2022, pero el Legislativo podría ampliarlo aún más. La clave estará en conseguir los recursos para financiarlo.
Esta misma lógica se aplicará para el Programa de Apoyo al Empleo Formal (Paef), más conocido como subsidio a las nóminas. Esta semana se conoció que la tributaria lo ampliará durante algunos meses, de tal modo que las empresas mantengan la mayor cantidad de empleos posible, mientras avanza la recuperación.
Otro de los puntos que se incluirá será la matrícula cero para estudiantes de instituciones públicas de estratos 1, 2 y 3. Este es de los más álgidos, ya que se trata un compromiso con los jóvenes marchantes. Hoy en día, este programa existe y está vigente hasta el próximo año, pero se pretende que sea una política de Estado. Es decir, que se mantenga en el tiempo.
Y finalmente está el impulso al empleo, que es un apoyo del Gobierno a las empresas para que puedan contratar a los jóvenes. Esta población es una de las más afectadas por el desempleo y solo una iniciativa de alto calibre puede hacerle frente.
La idea es dar un subsidio de 25 % del primer salario mínimo de quienes tengan entre 18 y 29 años y sea contratados por empresas. En la práctica, esto implica que con dineros públicos se pague la seguridad social los trabajadores, de tal modo que a las compañías se les reduzca la carga y puedan aumentar su planta de personal.
Como se ve, el nombre de Proyecto de Inversión Social con el que el Gobierno bautizó la reforma le hace honor al contenido que se pretende radicar. No obstante, como en cada reforma tributaria, el diablo estará en los detalles, sobre todo en aquellos que se pueden anexar durante los debates en el Congreso.