OPINIÓN
Detente y piensa nuevamente
Existen muchos estudios que han llevado a la conclusión de que alrededor del 50 por ciento de los recuerdos no son reales.
Si hay algo que nos diferencia entre las millones de personas que habitan el mundo es precisamente quienes somos. Si cada uno analiza quién es, una de las cosas que primero va a saltar a su mente es su historia, la que lo tiene hoy en día en donde está, ya sea para bien o para mal. Esto puntualmente quiere decir que el pasado está definiendo tu presente, pero mentalmente no solo lo está manteniendo estancado, sino que muy posiblemente también está limitando tu futuro.
Yo sé que suena extraño: ¿cómo es posible que yo mismo y mi pasado me estén estancando?, pero así es. Piensa en el famoso juego “el teléfono roto” y en cómo el mensaje que una vez salió nunca llegó igual al destino, eso es exactamente lo que está haciendo tu mente con tus propios recuerdos. Esto ocurre por algo muy sencillo, pero a la vez muy interesante, nuestra mente trae los recuerdos en formatos de imágenes. Estas imágenes son el recuerdo de ese episodio, en otras palabras, la imagen que estás trayendo no es el episodio como tal, sino que estás recordando la imagen del episodio.
Existen muchos estudios que han llevado a la conclusión de que alrededor del 50 por ciento de los recuerdos no son reales. Imagínate esto, el 50 por ciento: la mitad de tu historia y todo lo que pasó no es tal cual como lo recuerdas.
Vemos, por ejemplo, los interrogatorios en los que los testigos varían su historia, los mentirosos que se terminan creyendo sus mentiras o, como se conoce clínicamente, mitómanos. Aunque yo sé que este último es un caso extremo, piensa que posiblemente de manera paulatina, a lo largo de tus años, estás creando la historia que quieres o que al menos crees que quieres, no la que realmente ocurrió, al menos no con el nivel de detalle que creías.
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Nuestra mente es el centro de control más increíble que existe y todos contamos con las mismas cualidades si hablamos de la ella per se. Una de estas cualidades es precisamente la memoria que trae constantemente las imágenes que te ayudan a sobrevivir, tomar decisiones y avanzar en la búsqueda de las metas, pero si lo que estás recordando no te está ayudando (y hablamos de que el 50 por ciento no es real), cabe la posibilidad de que tú mismo estés trayendo a tu presente una realidad diferente.
Siempre hemos escuchado frases como: “tu pasado te define”, “nadie te quita lo bailado”, “tus experiencias son tuyas” y, así como estas, otras más que muestran quién eres. Lo que estoy queriendo decir es que estas modificaciones que estás procesando de forma inconsciente están alterando tus resultados y, desde una perspectiva de desempeño personal, te estás limitando a pasar a ese siguiente nivel o a conquistar esa meta u objetivo que tenías pensado, pero que no entiendes por qué no has logrado alcanzar.
En un mundo tan polarizado, donde convivimos en un ambiente como el que se nos está presentando con tantos temas políticos, sociales, económicos y laborales; en donde cada persona de las millones y millones que están inmersas en las “mismas condiciones” (y lo escribo en comillas porque cada condición es interpretada personalmente y no puedo generalizar); estamos creando un modelo de pensamiento que, primero, no es acertado al 100 por ciento, basándonos en las experiencias y en los recuerdos personales; sino que, como lo mencioné antes, nuestra mente tiene la capacidad de recordar el recuerdo del evento más allá del evento en sí, lo que distorsiona indudablemente el presente de esa persona.
Piensa por un segundo en todo lo que te está pasando: ¿Qué consecuencia tiene esto si estás filtrando todo desde un recuerdo inventado por ti mismo en un 50 por ciento?
Tenemos que entender que muchas personas traen diariamente dentro de su historia muy personal situaciones en donde hubo dolor, rechazo, algún tipo de trauma que está influyendo en su presente, y ese recuerdo o esa experiencia la mente la está filtrando con ese ingrediente del que les he hablado. De forma que, posiblemente, no todo es absolutamente cierto, al menos no como su propia mente lo está visualizando. Sin lugar a dudas, es ese ingrediente el que te debe hacer entender que internamente debes desconfiar de tus propios recuerdos.
Con todo esto, lo que quiero manifestar es que cada uno tiene su perspectiva, cada uno tiene su historia, pero cada uno tiene el control de lo que piensa, lo que siente y, por supuesto, lo que hace. Así que si tus resultados no son los que estás buscando, tal vez ese diálogo interno que estás teniendo es el que te está limitando por algo que crees o creías, pero que definitivamente no va de la mano con el futuro que siempre has querido. Analiza lo que estás pensando y lo que estás buscando, y escribe una nueva página, porque tu propia mente te puede estar jugando una mala pasada que te tiene estancado o estancada, pero que se puede entrenar para que sea tu mejor aliada.