OPINIÓN
El inicio de una mentalidad implacable
Es inevitable tratar de comprender qué es lo que pasa por la mente de una persona con un desempeño extraordinario y cómo obtienen resultados que se diferencian de la multitud de manera cuántica.
Esa fue precisamente la razón que me movió a comprender qué era lo que en verdad estaba ocurriendo con la mente de esas personas, fue simplemente inevitable tratar de entender y procesar cómo una persona común y corriente, como cualquier otro ser humano, es capaz de tener tanta diferencia a la hora de conseguir los resultados.
Lo interesante, en realidad, no es que sean mejores; lo que más llama la atención es la magnitud de esa diferencia que los hace genios y líderes en sus mercados en cuanto a los resultados y dominarlos por completo.
Un ejemplo sencillo, para que veamos en perspectiva a lo que me refiero, es ver en un extremo a Cristiano Ronaldo y en el otro a un jugador de fútbol promedio: ¿dónde está la diferencia para tener ese tipo de resultados exponenciales, casi mágicos? Es importante que no solo se destaca el resultado financiero, sino el desempeño personal en prácticamente todas las áreas de su vida, entonces ¿en dónde está la diferencia?
Todo empieza desde el inicio, desde el momento en que la mente concibe esa idea magnífica y la transforma en una obligación personal de cumplimiento. Se podría decir que es un deseo ferviente que se traduce, al final de cuentas, en una obsesión, es simplemente hambre; y, sin dudarlo, estás dispuesto a apostarlo absolutamente todo con tal de conseguir el objetivo, conquistar el resultado y marcar la diferencia.
Una de las cualidades más llamativas que tiene este sentimiento es la forma como podemos ver e interpretar el miedo, es algo que simplemente pasa desapercibido, no es un paralizante, sino todo lo contrario un motivante. El miedo se convierte en aquello que nos permite reconocer que vamos por el camino correcto, nos da dirección y guía, porque sabemos que al final de ese obstáculo está la libertad.
Es precisamente la tenacidad que se experimenta en esa obsesión lo que crea el vehículo mental, que se puede ver simplemente como la percepción de la realidad. Mantenernos firmes en esas situaciones no es cuestión de gustos, sino de obligación.
No es fácil de aplicar, la gran mayoría de las personas en este aspecto no pueden ver el valor de la grandeza porque se expresa de manera individual, igual que el hambre, simplemente está o no en esas circunstancias. No cabe duda de que esto es lo que hace que lleguemos al momento de la verdad ¿qué tanta hambre tienes?
Para responder a esto, es importante dejar de lado el conformismo y, como dicen los jugadores de póker, ir “all in” y confiar en ti y en las capacidades que desarrollaste y seguirás desarrollando a lo largo del camino. Esta carrera es solo una, es tu vida; recorrer cada calle, cada centímetro de esa maratón, debe ser doloroso, pero un dolor de satisfacción, que al final se traduce en un solo objetivo: querer pagar el precio de la entrada.
Esta fórmula mágica tiene varios ingredientes; a partir de ahora, definiré dos atributos principales. El primer atributo es desarrollar la voluntad, la fuerza que te mantenga firme a pesar que todo el entorno, condiciones y circunstancias te debiliten. Ese carácter estará representado con el hambre. Poder crear esa capacidad de hacer y mantener el ritmo te hará simplemente único e implacable.
El segundo atributo es poder enamorarte de tu arte, de tu habilidad, destreza que te destacan del promedio, aquí no es talento, aquí se ve traducido en horas y horas de trabajo y, de esta manera, desarrollar tu magia, esa que te diferencia.
Para ello, es fundamental que busques personas o puntos de referencia que te sirvan de guía y poder empujar 10X más. Si lo ves de manera práctica, es una necesidad de cumplimiento, que muchos describen como algo más grande que uno mismo. Entonces, la pregunta que tienes que responderte es ¿qué tanto estás pagando por esta carrera?