Es hora de una dosis de verdad

Si hay algo que nos ha caracterizado a los seres humanos es la capacidad de engañarnos a nosotros mismos, creando un patrón de respuestas automáticas que llamamos hábitos, los cuales de manera inconsciente se activan en el momento en el que existe un estímulo que los desencadena.

Uno de los grandes problemas que tenemos es lo que concebimos e interpretamos cuando hablamos del tiempo. Todos contamos con las mismas 24 horas al día, los 365 días del año. Tradicionalmente, celebramos las mismas festividades y tenemos prácticamente los mismos días laborales en el mundo, pero ¿cómo es posible que la mayoría de las personas se quejen por el mismo problema?

La respuesta automática que hemos encontrado es “¡No tengo tiempo!”, con esa afirmación lo único que nos queda por descubrir es: ¿cómo tener ese “extra” de tiempo que nos permita marcar la diferencia?

Desde las diferentes etapas de la historia, hemos visto la evolución en el sector laboral: todo empezó con trabajos manuales y un requerimiento de hasta 18 horas al día mientras que hoy se habla de que una persona, en promedio, trabaja legalmente 48 horas semanales con un día de descanso obligatorio.

Si desglosamos rápidamente las 24 horas de una persona, podemos decir que trabaja 8 horas al día, duerme en promedio 8 horas, tarda 2 horas en llegar al trabajo y 6 horas adicionales que maneja cada persona a su discreción. Claro está, tenemos compromisos y responsabilidades, y en esas 6 horas hablamos también de hijos, entrenarse físicamente para correr una maratón, aprender piano, clases de pintura o cualquier tipo de actividad; si le adjudicamos dos horas a estas actividades, disponemos todavía de 4 horas al día para hacer que nuestros resultados mejoren.

Ahora, ¿qué estás haciendo con tu tiempo y en particular con esas 6 horas? Esa es precisamente la respuesta que te permitirá ser la persona que siempre has querido.

Cada cabeza es un mundo, como dice el refrán, pero si hay algo exacto son las matemáticas. Si te diste cuenta, incluí 2 horas en transporte que en realidad puede ser mucho menos, más ahora que la tendencia de trabajo en casa se ha establecido, lo que prácticamente te regala en muchos casos ese extra de tiempo.

Las 8 horas de descanso son relativas a cada persona; eso sin contar, por supuesto, con los días festivos, que por lo menos en Colombia son 18. Adicionalmente, están las dos semanas correspondiente a las vacaciones y muchas otras situaciones puntuales de cada persona que se traducen en más tiempo libre. Así que la pregunta en realidad es ¿estás siendo efectivo con tu tiempo?

Creo, personalmente, que la respuesta es no. Si vemos las matemáticas así de sencillas, te puedes dar cuenta de que siempre terminamos diciendo lo mismo: “no tengo tiempo”. Así que todo radica en descubrir y entender cuál es el problema.

Aquí encaja perfectamente una frase de Benjamín Franklin: “una grieta pequeña, hunde un gran barco”. Este concepto aplica para todo: el dinero, las relaciones y, por supuesto, para el tiempo. Son esas pequeñas decisiones, que prácticamente ocurren de forma inconsciente, las que al final te pueden estar generando algún tipo de bloqueo y ese sentimiento de estancamiento en la búsqueda de tus metas.

Así que tómate cinco minutos, trata de hacer una línea de tu tiempo y de las acciones de tu día y respóndete: ¿qué estás haciendo con esas 6 horas qué matemáticamente te sobran?

La idea no es más que mejorar siempre, pero esto va de la mano con los cientos de estudios que hoy en día se hacen para medir la productividad de las personas, y muchos coinciden en que ,en promedio, las personas pasan alrededor de 3 horas diarias detrás de una pantalla revisando redes sociales, viendo netflix y/o en cualquier otra actividad.

A partir de ahora, lo tienes que buscar es estar realmente claro y consciente en los resultados que quieres en tu vida y el tiempo que va a demandar conseguirlos. Piensa en función de tu carrera y la posición que quieres, la empresa en la que trabajas, tu propio emprendimiento, los ingresos que estás teniendo y lo que quisieras ganar, mírate como dueño de una empresa y pregúntate: ¿qué pasaría si solo le dedico 2 horas para mejorar mis resultados? ¿cómo vería esas 730 horas de más en mi desempeño personal?

Todo al final es más fácil cuando culpamos al ambiente, la ciudad, el trabajo, pero no vemos hacia adentro, que es de donde viene en realidad el problema. Así que la clave es empezar a hacer en lugar de decir, y dejar de quejarnos y empezar a responsabilizarnos de nuestros propios resultados. Tu tiempo es lo más importante y eso a lo que se lo dediques es lo que va a marcar los resultados que al final contarán tu historia.

Este es un examen de autoevaluación, en donde debes pensar y reconocer cómo estás utilizando tu tiempo, en qué actividades se te está yendo y cuáles no están representando ningún avance; esto para que a partir de hoy tengas consciencia y claridad en cómo hacer que cada segundo valga y no se queme en trivialidades porque, como digo yo, los resultados son el nombre del juego y cuentan tu historia.