Pensiones
La vejez, uno de los principales retos para el futuro de los sistemas de pensiones
Expertos advierten que cada vez hay más adultos mayores y menos jóvenes en la fuerza laboral.
Por paradójico que suene, actualmente en el mundo la vejez se está convirtiendo en el principal reto de los sistemas de pensiones (sin importar si son públicos o privados), ya que, con el paso de los años, la población se está envejeciendo y no hay un relevo generacional que permita sostener a quienes están llegando a su jubilación.
Esto, sumado al hecho de que en la actualidad las dinámicas laborales no son las mismas de hace 40 años y ya no se contratan profesionales, sino actividades o servicios; ello está creando un escenario propicio para evaluar si el modelo actual de jubilación que se está utilizando es el propicio o hay que empezar a pensar en cambios estructurales.
En entrevista con SEMANA, Diego Valero, doctor en Economía y presidente de Novaster, aseguró que un primer ítem a tener en cuenta en esta nueva realidad es la evolución de la longevidad en el mundo, ya que cada vez vivimos más y, según estimaciones de este profesional, para 2050 la expectativa de vida de las personas podría superar con creces las que se tienen hoy en día.
“En el mundo, por hablar de cifras globales, podemos esperar que la gente viva a edades cercanas o superiores a los 90 años. Estamos ante un panorama en el que los avances en materia de salud permiten que la gente viva más tiempo, que en últimas es algo que todos queremos”, explicó Valero.
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Respecto al tema de la edad y la forma actual en la que funcionan los sistemas pensionales, Diego Valero los comparó con la talla de la ropa, resaltando que “en determinado momento de tu vida compras una prenda de cierto tamaño, porque es la que te queda y luego creces y obviamente te empieza a quedar pequeña, ¿entonces qué haces?, simplemente buscas una nueva, que te funcione o te quede mejor”.
La capacidad de adaptación es una virtud fundamental para este experto entrevistado por SEMANA, quien señaló que es inútil resistirse al cambio, ya que ignorar que esto pasa solo redundará en una crisis que exija medidas urgentes, las cuales en muchas ocasiones se dan sin el estudio técnico necesario.
“Hay que salir a las calles y explicarles a la gente que todo el mundo tiene capacidad de ahorro, lo que pasa es que hay que hacerlo tan pronto se tiene capacidad (...) Se puede empezar por pocos y mostrarle a la gente cuánto van creciendo sus ahorros, para que de esta manera se aliente, perdón la redundancia, a ahorrar más”, agregó.
Otra de las realidades a trabajar, según el presidente de Novaster ―una consultora en temas pensionales en Europa―, es explicarle a la sociedad que los dineros guardados en los fondos de pensiones no se pierden, no pasan a ser propiedad de las AFP y, por el contrario, mostrarles cómo crecen sus ahorros de cara a una jubilación digna.
Mientras esto no pase, Diego Valero señaló que seguirán presentándose casos como los de Chile y Perú, donde la gente retiró gran parte de sus ahorros en los fondos pensionales, “en gran medida porque pensaban que esa plata no era suya, simplemente creían que era un dinero que se le daba a los administradores, lo cual no es así”.
¿Cómo está Colombia?
Actualmente, el ahorro pensional en los fondos privados está en máximos de $350 billones, y los afiliados propietarios de esos recursos llegan a 18 millones de personas, de ellos, 80 % cotiza entre 1 y 2 salarios mínimos legales. Así mismo, ocho de diez afiliados son menores de 45 años.
En medio de esta realidad, la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantías (Asofondos) reiteró su llamado para que el Gobierno nacional ponga en marcha una reforma pensional que permita corregir las inequidades e inconsistencias que hay actualmente con este sistema, tras advertir el alto índice de personas que no logran jubilarse hoy en día.
Santiago Montenegro, presidente de Asofondos, aseguró que gran parte de los recursos en el régimen público de esta industria se está yendo a financiar las megapensiones, mientras que solo 1 de cada 10 afiliados a este sistema obtiene su pensión al final, lo que sin duda se convierte en un foco de inequidad.
“Lo más delicado de todo esto es que el 90 % de los afiliados al régimen público no se va a pensionar. ¿Por qué? Porque allá hay ahorro, allá para jubilarse usted tiene que cotizar 1.300 semanas y el promedio de cotización de los colombianos llega solo a 500, lo cual genera un índice de falta de cobertura muy grande”, dijo Montenegro.
El presidente de Asofondos calificó como regresivo que el 80 % de los subsidios en el régimen público se usan para favorecer a menos del 40 % de los afiliados, quienes generalmente son los que más ganan, en vez de apoyar a las personas que no lograron una pensión o tienen una muy baja.