Desempleo

¿Cómo fortalecer la generación de empleo en las regiones?

Actualmente Quibdó, Valledupar e Ibagué son los territorios con el desempleo más alto del país.

6 de julio de 2022
En Roberto Payán, el porcentaje de pobreza multidimensional ronda el 90%, según el Departamento Nacional de Planeación.
Para los expertos es necesario explotar las fortalezas de las regiones, con el fin de generar nuevos puestos de trabajo. | Foto: Santiago Valenzuela / MSF

Cada vez que se habla de desempleo en Colombia, luego de que pasara lo peor de la pandemia, las noticias son generalmente positivas, ya que se evidencia una disminución en la cifra de desocupados, como resultado de la estrategia de recuperación económica que se viene adelantando por el Gobierno nacional.

No obstante, es inevitable que quede un sabor amargo con este tema, ya que si bien se reduce el desempleo, los márgenes de informalidad son muy altos y la generación de nuevos puestos de trabajo no tiene el mismo dinamismo en las regiones, donde muchas personas deben vivir del rebusque para llevar así un sustento a su casa.

Para el mes de mayo, las cifras entregadas por el Dane dan cuenta de que el desempleo sigue cediendo en Colombia y de una tasa de 11,1 % en abril se pasó a una de 10,6 % (dato anual) en mayo. Esto quiere decir que 2.196.000 ciudadanos recuperaron el empleo durante este mes, lo que mantiene la tendencia que se viene dando de manera paulatina desde agosto del año pasado.

Según este informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, Quibdó (21 %), Valledupar (16,1 %), Ibagué (15,1 %) Florencia (14,6 %) y Riohacha (14,4 %) son las cinco ciudades del país con mayor tasa de personas desempleadas, con porcentajes incluso superiores al promedio nacional.

Así mismo, en materia de informalidad, en mayo, la población que no tenía un trabajo formal, con todas las prestaciones sociales que conlleva, en las 23 ciudades y áreas metropolitanas fue de 44,2 %, cifra que cae a 43,1 % si se mira solo en las 13 principales ciudades del país, que son las que más generan empleo.

Con estos resultados, sigue siendo una preocupación el hecho de que el trabajo por cuenta propia sigue reinando y, en mayo, también es el que más aporta oportunidades, lo que incluye noticias buenas y noticias malas. Por un lado, evidencia la creación de nuevos micro-negocios y emprendimientos, pero también, la continuación del empleo precario, conocido como el rebusque.

¿Cómo generar más empleo en las regiones?

Según Gisela Monsalve Fonnegra, Phd en Pensamiento Complejo, algunas de las razones por las cuales estas tasas son elevadas, se deben a la contingencia sanitaria de la covid-19 que atravesamos en los años 2020, 2021, 2022, y su prolongación en el tiempo, además de los altos costos logísticos en sector primario y secundario, alta tasa impositiva para los empresarios, la inseguridad e ilegalidad, entre muchos otros aspectos.

Esta experta agrega que “dentro del reto de disminución del desempleo existe uno más preocupante, la falta de oportunidades para mujeres, acompañada de la desigualdad salarial entre géneros”.

“Para disminuir el desempleo en las regiones, reducir el índice de informalidad y generar oportunidades, es necesario trabajar en una economía descentralizada, salir de las ciudades principales y de las urbes; como lo propuso en campaña el mandatario entrante e ir a los territorios más olvidados”, indicó Monsalve.

En la búsqueda de una solución, agregó que lo primero debe ser establecer voluntades entre las universidades, el sector privado y el Estado, como el Comité Universidad Empresa Estado (CUEE) que existe actualmente en Antioquia, pero en este caso para todas las regiones del país. Así mismo la propuesta de reconocer las prácticas universitarias como primer trabajo laboral formal, es un gran avance, un incentivo moral para los estudiantes de educación técnica, tecnológica y profesional.

“También hay que llegar a las regiones con propuestas, proyectos, y oportunidades, que permitan impulsar la empresa existente o crear nuevas en la región, sin desconocer las potencialidades y características de cada una, unir esfuerzos entre la academia, la empresa privada y el Estado”, dijo Gisela Monsalve.

En segunda instancia se debe reconocer y caracterizar cada una de estas regiones, con el fin de identificar sus fortalezas productivas y potencialidades, por ejemplo, se debe impulsar el turismo en estas regiones, lo que genera una apertura en otros renglones de la economía, pero requiere inversión en infraestructura, seguridad y educación en turismo, logística y segunda lengua.

“Se debe apostar por la divulgación de proyectos y licitaciones públicas con mano de obra local calificada y no calificada, lo que permite impulsar a la región aumentando la demanda de trabajadores de cada lugar, generando oportunidades de empleo para hombres y mujeres”, agregó esta experta.

Por último, indicó que hay que realizar un diagnóstico zonal a las empresas existentes, nacientes o en expansión, con el fin de dar recursos o beneficios económicos, clasificación de las unidades productivas o territorios productivos con el fin de asignar equipos profesionales que apoyen estas empresas y les permita ser impulsadas.

“Con esto se ayuda a la disminución del desplazamiento forzado, intraurbano o intrarural, a la disminución del índice de pobreza, así como a que baje la inseguridad e incluso el aumento de la felicidad de las personas, ya que mejora la calidad de vida propia y de sus familias”, concluyó Gisela Monsalve Fonnegra, Phd en Pensamiento Complejo.