Finanzas Personales
Inteligencia emocional: cómo aprender a trabajar en equipo
La inteligencia emocional es una característica importante que todas las personas deberían desarrollar para crear un ambiente laboral saludable.
Se habla de inteligencia emocional especialmente cuando se trata de relaciones amorosas. Sin embargo, en el ámbito laboral esta es una característica que todas las personas deberían desarrollar. Según BBC, el trabajo puede llegar a ser extenuante y perjudicial para la salud, sobre todo si el ambiente laboral es tóxico.
Para evitar caer en eso, al momento de establecer relaciones laborales los expertos dan una serie de consejos efectivos para evitar ser un compañero tóxico o dejarse afectar por compañeros o jefes tóxicos.
Según Business Insider, una buena forma de sobrevivir a los comportamientos tóxicos en la oficina es aprender a conocer a todas las personas del equipo, esto porque de esta forma las personas se podrán adaptar al entorno entendiendo las diferentes actitudes o manías de los demás sin pensar o tomar las cosas de forma personal.
Por otro lado, mostrarse dispuesto a aprender de los demás, es una característica que no solo hará destacar a las personas en el trabajo, sino que les hará ganar confianza entre el equipo incluyendo a los ‘tóxicos’.
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Según la revista MUY: Negocios y economía, saber callar en algunos momentos y aprender a escuchar y empatizar con los compañeros es una característica de las personas inteligentes que han aprendido a dejar de lado los impulsos.
Por otro lado, señalan que la cautela es fundamental, pues es positivo conocer las fortalezas y debilidades de los compañeros para no caer en acciones que desprecien el trabajo de los demás. De igual forma, y de acuerdo con GQ, saber pedir ayuda, pedir perdón y perdonar son factores que contribuirán a un mejor espacio de trabajo.
Ser colaborativo es un rasgo que diferencia a las personas en el ambiente laboral. Sin embargo, es una labor que no debe tomarse tan a pecho. Según Business Insider, aprender a delegar o compartir tareas es casi tan importante como ser el más proactivo de la oficina.
Aceptar las críticas constructivas y saber hacerlas es un trabajo de paciencia y de tiempo, pues una cosa es ejercer el espíritu crítico y otra bien distinta poner las apreciaciones sobre la mesa. Este es un punto en el que muchas empresas trabajan, pues para que una crítica sea constructiva debe ser asertiva.
Según GQ, por ejemplo, en Netflix la política laboral es estricta. En su manual se lee: “Trabajamos arduamente para lograr que las personas se brinden comentarios profesionales y constructivos de manera continua, ascendente, descendente y en toda la organización. Los líderes demuestran que todos somos falibles y estamos abiertos al ‘feedback’. La gente frecuentemente pregunta a los demás: ‘¿Qué podría estar haciendo mejor?’, y a ellos mismos: ‘¿Qué comentarios aún no he compartido?’. Por ejemplo, les gusta decir: “Di sobre tus compañeros de trabajo solo cosas que les dices a la cara”.
Emplear la crítica de una forma positiva se convertirá en una herramienta que velará por los objetivos empresariales. Y pegado a esto, la empatía entre los trabajadores es crucial. Esta característica permitirá un mayor espacio de diálogo, capacidad de liderazgo o incluso ampliará las habilidades de negociación.
Por otro lado, un factor esencial en un ambiente laboral sano, entre los trabajadores y los jefes o líderes del equipo, es “establecer límites más estrictos entre el trabajo y la vida exterior ha sido útil para los empleados”, dice Manuela Priesemuth, profesora asistente en el Departamento de Administración y Operaciones de la Universidad de Villanova en Pensilvania, EE. UU. “Las investigaciones han demostrado que puede reducir el estrés relacionado con el trabajo y aumentar el bienestar de los empleados”, asegura Priesemuth.