Empleo
Los retos laborales que deberán tener presente los candidatos presidenciales
La recuperación de puestos de trabajo es uno de los temas más importantes.
Pasadas las consultas y elecciones de Senado y Cámara, empieza en forma la carrera por ocupar la Presidencia del país, y con ello la posibilidad para que los colombianos elijan un mandatario acorde con las necesidades y desafíos en el corto, mediano y largo plazo.
Diversos sectores, como industriales y agricultores, presentaron su lista de temas urgentes para quien llegue a la Casa de Nariño, los cuales se enfocan, entre otras cosas, en inversiones y apoyo a los sectores más golpeados o la creación de nuevos sistemas de producción para diversificar la economía del país.
A este grupo se unió la Federación Colombiana de Gestión Humana (Acrip), que presentó este lunes 18 de abril su listado de temas urgentes en materia laboral que deben tener en cuenta los actuales candidatos a la Presidencia de la República, de cara a los próximos cuatro años, en medio de la recuperación económica que enfrenta el país.
Acrip resaltó que uno de los más grandes desafíos en este momento es el tema laboral que impacta en el desarrollo económico del país, y en el que el marco legal vigente tiene una amplia y grave desactualización frente a las realidades actuales del mercado. En este sentido resumieron los cinco temas fundamentales para ser resueltos en la propuesta de Gobierno de quien sea el próximo presidente de Colombia.
Gladys Vega, presidenta de la Federación Colombiana de Gestión Humana, indicó que “el país necesita conocer propuestas de fondo sobre los aspectos laborales, algo que, hasta el momento, no hemos visto. Hacemos un llamado a los candidatos presidenciales para que hablen con claridad sobre este tema y de este modo los colombianos elijamos con mayor certeza la opción que mejor le convenga al país”.
El primer punto fue la recuperación del empleo, tras señalar que de los cinco millones de trabajos que se perdieron en el peor momento de la pandemia, el país apenas ha recuperado algo más de tres millones, lo cual, pese a que es un avance significativo, aún deja mucho trabajo por hacer.
“Esta es la crisis del mercado laboral más generalizada que ha habido en la región en toda su historia. En crisis anteriores, el empleo informal servía de amortiguador, es decir, las personas pasaban del empleo formal al informal; esta vez no, porque los dos indicadores cayeron demasiado. Y aunque hasta agosto de 2021, el número de ocupados aumentó en la región, solo se ha recuperado el 58 % del total de empleos perdidos por causa de la crisis, de los cuales el 70 % corresponde a empleos informales”, indicó Acrip.
En segundo lugar señalaron que se deben crear leyes acorde a las realidades y características de cada empresa, para no generalizar el sector productivo, desconociendo que no todos funcionan y producen de la misma manera. Esto teniendo en cuenta que, por ejemplo, las empresas que tienen entre 1 y 3 trabajadores representan el 70 % del aparato productivo, y las realidades económicas del sector rural y las regiones apartadas es diferente a las de las grandes urbes.
“Sin lugar a dudas una de las grandes experiencias que dejó la pandemia, en términos laborales, fue la posibilidad de trabajar de manera remota. El trabajo remoto permitió que las empresas continuaran sus actividades económicas y que los trabajadores pudieran preservar sus empleos trabajando desde sus casas o de forma remota; no obstante, el cambio de trabajo presencial a trabajo virtual o trabajo remoto desde casa, tuvo grandes desafíos y retos relevantes para los trabajadores y las empresas, desde el punto de vista legal”, agregó este gremio para el tercer punto.
La Federación Colombiana de Gestión Humana también sostuvo que se deben implementar las propuestas planteadas en el reporte de la Misión de Empleo. En especial la que tiene que ver con el rediseño del Sistema de Protección Social de una manera independiente de la legislación laboral.
“Debemos ser conscientes que estamos ante una gran oportunidad, quizá la última, de reivindicar la democracia colombiana, fortalecer el capitalismo social de preservar las empresas con función social y, en ese sentido, poder tener un mejor país en donde quepamos todos y distribuyamos la riqueza”, explicó Gladys Vega en el cuarto punto.
Por último, señalaron que se debe materializar una “reforma laboral profunda”, donde se tengan en cuenta aspectos como la diferencia de las empresas grandes y las mipymes, esquemas de salarios mínimos y costos extrasalariales ajustados a las realidades de las empresas, reglas laborales especiales para el trabajo rural, diferentes al trabajo urbano y un código laboral actualizado que pueda afrontar los retos de la pospandemia, y las nuevas realidades del mercado laboral.