EMPLEO
Más de 12.000 colombianos de población indígena y afrodescendiente lograron emplearse gracias al programa Inclusión para la Paz
La estrategia logró vincular laboralmente a pueblos Wayuu, Kogui, Wiwa, Zenú, Inga, Emberá, Muisca, Nasa, Yanaconas, Uitoto y Pasto.
La estrategia de inclusión laboral del programa Inclusión para la Paz, ejecutado por la Unidad Administrativa Especial del Servicio Público de Empleo (UAESPE), en alianza con el programa Inclusión para la Paz de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) e implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), logró la vinculación laboral de 12.210 colombianos de población indígena y afrodescendiente del país.
La estrategia vinculó a 3.127 miembros de la comunidad indígena como beneficiarios directos gracias a su incidencia en 21 municipios de nueve departamentos, donde habitan los pueblos Wayuu, Kogui, Wiwa, Zenú, Inga, Emberá, Muisca, Nasa, Yanaconas, Uitoto y Pasto.
De acuerdo con la Directora de la Unidad del Servicio Público de Empleo, Angi Viviana Velásquez, “muestra estrategia de Inclusión Laboral, con el apoyo de organismos internacionales, ha fortalecido las agencias de gestión y colocación de empleo, para que den una atención con enfoque diferencial étnico en la ruta de empleabilidad del Servicio Público de Empleo. Esto les ha dado oportunidades reales a indígenas y afrodescendientes de tener acceso al mercado laboral colombiano, con empleos formales”.
Además, según lo dicho por la estrategia, en Colombia prevalecen las prácticas racistas y culturales a pesar de que, según el más reciente censo del Dane, habitan 4′316.092 personas afrodescendientes (un 10,6 % de la población total) y la población indígena ha crecido en los últimos años hasta un 36,5 % (un 4,4 % de la población total). En ese sentido, aún prevalecen prácticas racistas estructurales y culturales.
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Frente a este panorama, el programa reconoce las potencialidades de las comunidades con acciones concretas se vienen ejecutando diversas estrategias enfocadas en facilitar oportunidades laborales, contribuir a la reducción de la pobreza de estas comunidades vulnerables, que, por años han estado en condiciones de exclusión económica.
Cali es la ciudad con el mayor número de beneficiarios, con 4.187, de los cuales el 88 % pertenece a la población afro y el 12 % a la comunidad indígena, seguida por Bogotá con 2.034, Medellín 1637, Riohacha 1.113, Quibdó 772, Santander de Quilichao 538, Guapi 421, Cartagena 321, Puerto Tejada 288, Buenaventura 202, Soacha 142, Timbiquí 87, Bagadó 85, San Juan del Cesar 74, Tumaco 65 y Caloto con 44.
A través de la implementación de este programa, el 26 % de esta población beneficiada pertenece a la comunidad indígena de 21 municipios de nueve departamentos del país
Los beneficiarios también han recibido asesoría en entrevistas de empleo, construcción de sus hojas de vida, de su perfil y en la identificación de sus intereses.
“Somos conscientes de que la participación del empresariado es importante en la generación de empleos formales, dignos y decentes. Además, se viene haciendo un seguimiento posvinculación a los beneficiarios de estas poblaciones, lo que tiende a garantizar que puedan conservar sus trabajos. La Estrategia de Inclusión Laboral se logra a través de acciones concretas, y es lo que estamos haciendo”, destacó Velásquez.
En total, más de 12.000 vidas se han transformado gracias a la estrategia de Inclusión Laboral de la Unidad de Servicio Público de Empleo, de la que hacen parte 232 prestadores entre agencias y bolsas de empleo públicas y privadas autorizadas por la Unidad del SPE, con 695 puntos de atención en los 32 departamentos del país.
El programa continúa trabajando con las comunidades étnicas en pro de consolidar un proceso de autorreconocimiento que promueva la diversidad étnica en el ámbito laboral y potencialice la cultura de los territorios.