TRABAJO REMOTO
Teletrabajo: ¿cómo lidiar con el agotamiento de Zoom?
El síndrome de ‘burnout’, también conocido en español como el síndrome del quemado o de estar quemado, hace referencia a un estado de cansancio físico, emocional y mental.
Las videollamadas se han convertido en la cotidianidad de muchos trabajadores colombianos, cuyas empresas han optado por la modalidad de trabajo remoto para continuar con sus actividades en medio de la pandemia.
¿Tendré el micrófono encendido?, ¿cómo me veo en la cámara?, ¿me estarán escuchando bien? Esas y tantas otras preguntas rondan por la mente de las personas cada vez que se conectan a la plataforma escogida para sus reuniones.
En las últimas semanas fue viral el caso de un abogado en Texas, quien apareció con un filtro de gato en la aplicación de videollamadas Zoom, durante un procedimiento judicial. Él, algo aturdido por la situación, no lograba quitar el filtro, e insistía: “No soy un gato”.
La mayoría de los colaboradores de las compañías no estaban familiarizados con esta dinámica de trabajo, por lo que adaptarse no ha sido un proceso fácil. Nunca había sido tan importante fijarse en los fondos, en la iluminación, en el sonido ambiente y hasta en la calidad del internet al trabajar desde casa, ¡toda una escenografía!
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Si bien no es un modelo nuevo en el mundo, en Colombia esta modalidad de trabajo no era ampliamente reconocida ni mucho menos aplicada. A más de un año de la pandemia, de acuerdo con el más reciente informe de la Federación Colombiana de Gestión Humana ACRIP, 7 de cada 10 empresas mantendrían esta modalidad una vez culmine la emergencia sanitaria.
En esta transición, algunos trabajadores han experimentado el ‘burnout’ o el síndrome de estar quemado, entendido como un estado de cansancio físico, emocional y mental. Este puede ser generado por múltiples situaciones, pero cuando se trata del tipo laboral puede deberse a la sobrecarga de trabajo, al estrés de la jornada o al mismo estilo de vida del empleado.
Fue en 2019 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció al burnout como una enfermedad y, ahora, será parte de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedad y Problemas de Salud Conexos que entrará en vigor a partir del 1.° de enero de 2022.
La realidad es que estas plataformas y las videoconferencias han llegado a las empresas para quedarse; por ello, aquí le contamos cuatro estrategias para que estas reuniones no sean tan estresantes y evitar el síndrome del burnout o del quemado.
Menos es más
Aunque parecía ser más sencillo estar desde casa, ya que se evitaban las madrugadas, desplazamientos y los afanes de la ciudad, los empleados se han dado cuenta de que el teletrabajo tiene sus propias exigencias.
El cansancio durante la modalidad remota es real y las personas lo están sintiendo, lo cual se debe a que desde casa es necesario prestar mayor atención a los detalles y concentrarse más en la información que se está compartiendo en la reunión, pues muchas veces las pantallas son muy pequeñas.
Incluso, es muy probable que el colaborador esté prestando atención a otras cosas de su ambiente, sobre todo si tiene hijos o mascotas.
Jason Fried, fundador de la empresa de software Basecamp, dijo para Inc. que “si tiene más tiempo para sí mismo, será más productivo”, reforzando la idea de que no es necesario tener extensos encuentros virtuales para que las personas sientan que están haciendo su trabajo.
Es más, estas llamadas pueden requerir más tiempo para su planeación y generar mayor estrés en los empleados debido a dichos factores que terminan distrayendo su atención.
Prepárese con antelación
Si ya sabe que tendrá una videoconferencia al día siguiente, trate de dejar listo todo lo que necesitará para el encuentro. Una de las principales recomendaciones de los expertos es establecer la configuración que mejor nos funcione en la plataforma, ya que algunas permiten definir los ajustes específicos de cámara, sonido y fondo para las reuniones.
Algunos consejos básicos son: contar con una fuente de luz óptima, ubicar la cámara justo al frente de la línea del cabello y tener audífonos o micrófonos para garantizar un buen sonido.
Sea un buen anfitrión
Tanto para los asistentes como para los anfitriones, las reuniones virtuales –en especial, las videollamadas– son exigentes y estresantes. Si llegó su turno de organizar un encuentro de este tipo, tenga en cuenta que deberá mantener la atención de los colaboradores y, para ello, es clave que no se distraiga con los ajustes de la plataforma (recuerde el consejo #2).
En su lugar, trate de preparar un contenido que sea digerible para sus compañeros de equipo, que sea conciso y no los sobrecargue de información. Si considera que es necesario encender las cámaras, tenga presente que deberá iniciar y cerrar la llamada en forma contundente, con mensajes clave que mantengan el interés de sus espectadores.
¡Se ve bien! No se mire tanto
No lo niegue, todos lo hemos hecho. Es inevitable no mirarse a uno mismo en el pequeño recuadro durante las llamadas en Zoom.
Para cerciorarse de que todo está en orden con su fondo y de que se ve bien, encienda la cámara antes de la reunión y ubíquese como si ya estuviera a punto de empezar, así podrá tener una idea de la imagen que estarán viendo los demás. Incluso, la mayoría de las plataformas de videoconferencias permiten revisar una vista previa de la configuración de la cámara y el video antes de conectarse a la llamada.
Adaptarse a la virtualidad no ha sido nada fácil, pero siguiendo estas recomendaciones puede reducir el estrés que le generan las videollamadas y demás espacios del trabajo remoto. Y así, de paso, evitará el burnout.