¿Cómo se han transformado las vidas de las mujeres y jóvenes de las comunas de Medellín?

Durante la primera parada de SEMANA por Colombia en Medellín, se destacaron los avances de la capital antioqueña en materia de transformación e inversión social. Desde la Universidad Eafit, los beneficiarios de diferentes programas que impulsan la educación, la seguridad alimentaria y el empleo hablaron sobre las nuevas oportunidades y el impacto transformador de estas apuestas en las comunas.

Uno de los programas más importantes en beneficio de la primera infancia es Buen Comienzo 365. El proyecto, que surgió desde la implementación de la estrategia Buen Comienzo de la Alcaldía de Medellín, busca garantizar que niños y niñas reciban cuidados, pedagogía y alimentación complementaria e integral durante los fines de semana y temporada de vacaciones escolares.

Una de sus beneficiarias, Jenifer Johana Marín Valencia, quien vive en la comuna de Manrique, destacó que el programa ha sido fundamental para su familia. “Antes los niños y niñas tenían una alimentación complementaria de lunes a viernes. Desde que se elaboró este proyecto, ahora incluye los fines de semana. Gracias al programa tenemos más tiempo y hemos podido compartir más en familia”, resaltó.

De acuerdo con Marín, desde su embarazo ha visto los beneficios de este programa en su familia. Señaló que la iniciativa es un pilar para “las mamás que no tienen los recursos para alimentar a sus hijos con las tres o cuatro comidas diarias”.

Parceros ha sido otra de las grandes apuestas sociales en las comunas de la capital antioqueña. Allí, por medio de oportunidades educativas y de empleo, se busca que los jóvenes no caigan en las estructuras criminales de la ciudad. Juan Felipe Mesa Ríos, habitante de la Comuna 13, ha sido testigo de estas oportunidades.

“Medellín es mi hogar. Vivo en la Comuna 13 y he visto el progreso y los avances de este sector, que ha sido marginado por mucho tiempo. Le doy gracias a Medellín y al alcalde Federico Gutiérrez. Parceros, por ejemplo, es mi programa y ha sido el salvavidas de miles de jóvenes de la ciudad”, detalló Mesa.

El programa, que –de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad de Medellín– cuenta con 2.000 beneficiarios, ha sido clave en la transformación de los proyectos de vida de los jóvenes de las comunas. “Te conectan con un trabajo, te dicen para qué eres bueno y te dan la oportunidad de hacerlo”, añadió Mesa.

Cero Hambre

Con el objetivo de combatir la inseguridad alimentaria en la que se encuentran 221.000 hogares de la capital antioqueña, nació Cero Hambre como una de las grandes apuestas del Gobierno local. Una de sus beneficiarias, Linda Mejía, quien fue desplazada por la violencia del Urabá antioqueño, contó cómo Medellín la recibió con nuevas oportunidades para su familia, sobre todo para sus hijos, con apuestas como Cero Hambre. “Día a día velo por mis hijos y busco cómo sacarlos adelante. Me siento agradecida con Medellín”, añadió.

“Me ha servido, me siento feliz con lo que me llega”, destacó Mejía, quien contó que gracias al programa se siente tranquila con la alimentación de sus hijos. “Mi vida con esto ha cambiado mucho, porque anteriormente lo tenía que acostar solo con una aguapanela o con jugo, y para mí era triste”.

Los beneficiarios de estos programas fueron enfáticos en que gracias a dichas iniciativas, la cara de las comunas y la situación de niños, jóvenes y mujeres de Medellín ha cambiado. Esperan que las apuestas se mantengan en marcha durante los próximos años.